La Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Congreso de Tamaulipas, regresó a manos del PAN, por decisión mayoritaria del Tribunal Electoral del estado. La controversia, -toda vez que MORENA, había logrado posicionarse de ese órgano de gobierno interno- había sido promovida por los abogados del PAN.
Esa institución que tiene la potestad jurídica de organizar el aparato administrativo del Poder legislativo, -dentro de otras atribuciones- es vital para el manejo de toda la estructura interna.
¿Qué generó ese adverso resultado para la IV T?
1.-La desatención del aparato jurídico del gobierno estatal, a la inconformidad externada por el PAN desde hace meses que derivó en la judicialización de la disputa de la Junta. La jefa de la Dirección Jurídica del gobierno estatal, Atanasia Contreras no ha ganado una sola de las controversias para el gobernador.
Este nuevo descalabro, pone contra las cuerdas a la fracción parlamentaria lopezobradorista en el Congreso.
No se notó para nada, la operación política en el Tribunal Estatal Electoral. Dejaron el asunto correr; el panismo se filtró aprovechando las contradicciones y pugnas entre los magistrados, para dar el zarpazo.
Se especula, que quienes articularon la estrategia en el TRIETAM, fueron los magistrados del Poder Judicial, quienes siguen operando como correas de transmisión del ex gobernador, Cabeza de Vaca.
El desdén de los operadores de la IV T, en el parlamento local, han acompañado a Tacha, en su loca carrera de sonoros descalabros.
El enlace del gobierno estatal con la Legislatura, Rómulo Pérez, anduvo de dama de compañía de la corcholata, Claudia Sheinbaum en su gira por Tampico.
Romulito, forma parte de ese entramado del gobierno estatal que cobra por hacer nada. Tiene salario en MORENA al tiempo de recibir pagos en la Secretaría General de Gobierno (SGG).
2.- La falta de pericia, de los abogados gubernamentales en asuntos electorales. Con todo y que Atanasia, se presume ser experta electoral, los desafíos más sencillos los ha perdido. Este golpe, también embarra a su esposo, Jorge Luis Beas, director jurídico de la SGG, debido a que es el responsable de comandar la solución de los conflictos jurídicos de la administración estatal.
3.- El soslayo de la SGG, de asuntos jurídicos, que poseen naturaleza política. En un afán de acaparar tareas, la fracasada pareja jurídica Tacha-Beas, se han apropiado de todo el espectro legal de la IV T, con las consecuencias que están a la vista.
¿Hacia dónde se dirige el Poder legislativo tamaulipeco en este nuevo escenario?
No se ve otro: el entrampamiento, la parálisis y la descomposición de la convivencia parlamentarias.
Así es.
Con la JUCOPO, en manos azules y la mayoría simple manejada por MORENA y aliados, no puede esperarse otro resultado. Los tironeos se prolongarán hasta el final de la Legislatura.
Iniciativa interpuesta, por el PAN, irá para atrás.
Proyecto llevado a discusión por MORENA, a la congeladora.
Más claro: la crispación prohijada por la polarización, continuará.
En términos llanos, la falla de los Atanasios, lleva al Poder Legislativo, a un estado de retroceso, de abierta degradación.
Las omisiones de buena parte del Gabinete estatal de la IV T, son un problema para el Ejecutivo estatal; lo de Tacha y consorte, son tropezones que duelen -y mucho- a un gobierno que sigue perdiendo, tristemente, espacios de gobierno.
¿No sería más rentable y efectivo, para la administración estatal, contratar un despacho jurídico externo?
El grotesco espectáculo de Tacha y cónyuge, debe terminar.
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