La senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Sylvana Beltrones Sánchez, hija única del que fuera hasta 2016 presidente de la formación tricolor y una de las figuras más influyentes de la política mexicana, Manlio Fabio Beltrones, depositó en la Banca Privada d’Andorra (BPA) 10,4 millones de dólares entre 2009 y 2010, según una investigación de EL PAÍS. El ingreso se registró cuando Beltrones Sánchez tenía 26 años, no ocupaba ningún cargo público y su padre era el poderoso coordinador de los priistas en el Senado.
La Fiscalía General de México investiga a Manlio Fabio Beltrones; a su hija; y a su esposa, Sylvia Sánchez, por presuntas irregularidades relacionadas con cuentas ocultas de estas dos últimas en un banco de Andorra. Luis Alejandro Capdevielle, abogado, editor y diputado federal suplente en 2012 de Beltrones padre, también es objeto de las pesquisas del ministerio público.
La senadora Beltrones, hoy de 38 años y representante priista por Sonora, estuvo vinculada a dos cuentas en la citada entidad de Andorra, un país blindado hasta 2017 por el secreto bancario. Junto a ella, su madre abrió entre 2008 y 2009 en la BPA otras dos cuentas -una a su nombre y otra con el máximo nivel de privacidad, numerada- que no llegaron a tener movimientos. La progenitora de la parlamentaria declaró a la BPA que su intención era depositar en esta institución financiera 2,8 millones de dólares de la supuesta venta de dos apartamentos en Miami.
El expresidente del PRI resta importancia a las pesquisas. “Tengo más de 40 años de privilegio de servir públicamente. Cuando uno está en política es inevitable que le investiguen. He pasado por varias investigaciones. Sin problema. He salido de ellas con la frente en alto. No me preocupa. Cada vez que un Gobierno inicia un combate político, hay una investigación. No será la primera vez ni la última que se investiga a un político”, indica por teléfono Manlio Fabio Beltrones.
El exdirigente tricolor señala que no ha sido notificado de esta investigación de la fiscalía, cuyas indagaciones son secretas. “Son hechos ya investigados y archivados anteriormente y concluirán igual”, pronostica Manlio Fabio Beltrones.
La venta de la discordia
El segundo ingreso más importante de la senadora Beltrones en su cuenta personal en la BPA se registró en marzo de 2009. La parlamentaria, quien había regresado tres años antes de la universidad y no tenía trabajo según su currículum público, percibió entonces dos traspasos de Capdevielle por valor de un millón de dólares. El dinero, explicó este último al banco, procedió de la venta por 2,4 millones de una propiedad de 894 metros en el número 39 de la calle Julio Verne en el exclusivo barrio de Polanco de Ciudad de México. El comprador fue el propio banco andorrano, que destinó el inmueble a su sede social. La BPA se desprendió del local en 2012 tras venderlo por casi el doble. Actualmente, el edificio está en venta y se encuentra ocupado por la minera Autlán.
El hecho de que la hija del expresidente del PRI tuviera 26 años en 2009, cuando se formalizó la venta del inmueble y la poderosa figura de su padre, llevaron a los investigadores andorranos a apuntar que la senadora pudo actuar como “representante de su familia” en Andorra. Capdevielle no tenía en Andorra cuentas con saldos significativos, salvo los ya mencionados.
En enero de 2013, ya durante la presidencia de Peña Nieto, Sylvana Beltrones se convirtió en directora del Fondo Nacional de Fomento al Turismo. En su declaración patrimonial, la funcionaria evitó hacer públicos sus datos. Tampoco añadió información sobre presuntos conflictos de interés. La negativa se mantuvo en dos modificaciones más de su declaración, una obligación para los funcionarios públicos. Beltrones Sánchez abandonó el cargo de la Secretaría de Turismo en mayo de 2014 para preparar su campaña como diputada.
¿Por qué Capdevielle volvió a traspasar el dinero a la hija de Manlio Fabio Beltrones? Según explicó el editor al banco del principado pirenaico, la senadora era su socia al 50% en la empresa de decoración Habica SA ubicada en el local vendido al banco andorrano en Julio Verne. La relación entre Habica y la senadora se remonta a septiembre de 2003, siete meses después de su creación y cuando la hoy parlamentaria tenía 20 años. Sin embargo, la mandataria no mencionó su vínculo con esta firma, hoy inactiva, en su declaración ante el Senado. “Los dos éramos socios. Habíamos vendido Habica. Yo me divorcio. Transferí mis recursos a Sylvana en custodia y luego me los devolvió cuando se dictó la sentencia de divorcio. No conocía a nadie más en el banco y decidí pasárselos a ella”, esgrime Capdevielle por teléfono.Manlio Fabio Beltrones, Jorge Estefan Chidiac y Alejandro Capdevielle durante un evento de negocios.REDES SOCIALES
La dirección de Habica se registró en el número 145 del Bulevar de los Virreyes, en Las Lomas de Chapultepec, una de las zonas más exclusivas de Ciudad de México. La dirección coincide también con la ubicación de los Consultores Jurídicos Alesy, el despacho de abogados de Capdevielle que dio a Sylvana Beltrones su primer trabajo como asociada tras salir de la universidad, donde revisaba y formulaba contratos entre 2010 y 2013, según detalló en su ficha al acceder al cargo de diputada federal. El editor dijo a la juez que su amistad con Beltrones se remonta a 32 años y que conoce a su hija desde la infancia. Otra cuenta en Andorra se abrió también a nombre de Consultores Jurídicos Alesy S.C.
La jueza andorrana Mingorance, sin embargo, incidió en que una cosa era el local vendido y otra el negocio de decoración que acogió el edificio. El dueño del local era una sociedad exclusivamente de CapdevielIe, por lo que la magistrada destacó que “no hay documentación” para acreditar la relación de Sylvana Beltrones y la firma dueña local.
La cuenta personal en la BPA de la senadora permaneció abierta entre el 9 de marzo de 2009 y el 14 de diciembre de 2011. La política del PRI cerró entonces su depósito, traspasó sus productos financieros y 850.555 dólares a Capdevielle, que dio en ese momento plenos poderes en su cuenta a la hija de Manlio Fabio Beltrones. Según el editor, Sylvana le transfirió todo el dinero que le había dejado bajo “custodia”.
El depósito donde figuraron el editor y la senadora estuvo abierto hasta marzo de 2015, cuando la BPA fue intervenida por un presunto delito de blanqueo de capitales tras bloquearse el capital de sus 29.200 clientes. “Mis fondos fueron liberados y están ahora en el nuevo banco andorrano “, señala Capdevielle en alusión a Vall Banc, la entidad financiera del país europeo que asumió los activos de la BPA tras su disolución.
Joan March Masson, exresponsable de la BPA en México y gestor de las cuentas de la familia Beltrones, explicó a la juez en enero de 2016 que la senadora traspasó la mayor parte de sus fondos al editor para proteger su anonimato. “Beltrones es una familia muy conocida en México y [la senadora] no sabía qué repercusiones podía tener el hecho que se conociera su cuenta en el extranjero”, indicó el ejecutivo.
La hija de Manlio Fabio Beltrones se suma a la nómina de dirigentes y personalidades próximas al PRI que recurrieron en la última década a la BPA para ocultar sus fondos, según ha revelado este periódico. La relación de clientes priistas en la institución financiera incluye al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, que refugió 1,5 millones, y a los exdiputados Oscar Javier Lara Arechiga (seis millones) y Francisco Arroyo Vieyra (un millón). Este último fue compañero de bancada de Manlio Fabio Beltrones en la LIX Legislatura.
El PRI, el partido que gobernó México ininterrumpidamente durante 71 años hasta 2000, se ha visto salpicado por innumerables casos de corrupción en los últimos años, muchos de los cuales salieron a la luz durante la presidencia de Peña Nieto, con la que el partido tricolor recuperó el poder tras 12 años de gobiernos panistas, entre Vicente Fox y Felipe Calderón. La mancha de la corrupción acarreó un fuerte castigo a la candidatura del PRI en las últimas elecciones, en las que se impuso el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
JAQUE BANCARIO EN ANDORRA A LA FAMILIA DEL EXPRESIDENTE DEL PRI
Las pesquisas de la Fiscalía General de Justicia de México sobre la senadora priista Sylvana Beltrones; sus padres, Manlio Fabio Beltrones y Sylvia Sánchez; y el editor y exdiputado federal Luis Alejandro Capdevielle dependen, en buena parte, de la información de Andorra.
Tras el archivo provisional de la causa en el país pirenaico contra la familia del expresidente del PRI en 2018, las nuevas indagaciones en México están a la espera de recibir una comisión rogatoria del país europeo, que es como se denomina el auxilio judicial entre Estados.
La jueza andorrana aceptó el pasado 8 de enero de 2020 la petición de información del Ministerio Público mexicano sobre Sylvana Beltrones, Sylvia Sánchez, Manlio Fabio Beltrones y Alejandro Capdevielle. La magistrada decretó "el control bancario" de todos ellos y ordenó el secreto de sus actuaciones.
Solo la senadora –que acumuló 10,4 millones en un depósito entre 2009 y 2010- y su madre -que manejó dos cuentas sin movimientos- figuraron como clientes de la Banca Privada d’Andorra (BPA). Los depósitos de ambas fueron cerrados posteriormente.
El abogado de Capdevielle pidió a la magistrada de este país europeo que no contestara a la solicitud de México, "por tratarse de información privada e íntima", y la magistrada estimó parcialmente el pasado 11 de agosto su solicitud hasta que las autoridades mexicanas “aporten una copia legalizada” de su reclamación.
"Previo a la remisión de la información solicitada deben aportar la resolución de la autoridad judicial que autorice a su acceso", esgrime Capdevielle por teléfono refiriéndose a la petición de la fiscalía mexicana.
Por otra parte, el pasado 24 de noviembre, una juez mexicana estimó parcialmente una demanda de amparo presentada por el editor contra la comisión rogatoria remitida por la fiscalía mexicana a Andorra por la que se suspende "la ejecución del requerimiento de datos" al Principado. La jueza, no obstante, señala que esta suspensión "no implica la paralización de la investigación del Ministerio Público".
Capdevielle argumenta que la comisión rogatoria de la fiscalía mexicana se aprobó "sin autorización judicial".
La jueza mexicana que estudió la petición de amparo del editor celebrará en los próximos meses una audiencia constitucional en la que deberá pronunciarse sobre la legalidad de la nueva investigación de la fiscalía de México.
SYLVANA BELTRONES: “CAPDEVIELLE ME PIDIÓ CUSTODIAR NUEVE MILLONES DE DÓLARES”
La senadora priista Sylvana Beltrones explica que abrió en 2009 una cuenta en la Banca Privada d’Andorra (BPA) para cobrar la liquidación de un negocio de una tienda de artículos de hogar en Ciudad de México que tuvo con el editor y exdiputado federal Luis Alejandro Capdevielle. Justifica que ingresó ese año en Andorra –un país blindado entonces por el secreto bancario- nueve millones de dólares porque Capdevielle se lo “pidió”. Lo hizo, dice, porque el editor se enfrentaba a una demanda de divorcio.
Pregunta. ¿Por qué abrió una cuenta en la BPA en 2009?
Respuesta. En septiembre de 2003, el señor Luis Alejandro Capdevielle me invitó a incorporarme como accionista a la sociedad mercantil Habica. Dicho negocio mercantil era una tienda ubicada en Julio Verne 39, colonia Polanco, Ciudad de México, edificio propiedad del señor Capdevielle. Posteriormente, al venderse el inmueble en 2009, me fue devuelta la inversión que realicé en la remodelación y equipamiento de dicho giro mercantil. La única forma que el señor Capdevielle me propuso pagar mi inversión, fue aceptando abrir una cuenta en Andorra, ya que la representación de BPA en México fue quien le compró el inmueble. Y por ende, dejó de funcionar la tienda Habica.
P. ¿Por qué su cuenta en la BPA ingresó en 2009 nueve millones de dólares del señor Capdevielle?
R. Al tener el señor Capdevielle una cuenta en Andorra por la venta del negocio (Habica) y por la venta de una marca de su propiedad, me pidió custodiar esa cantidad bajo la figura jurídica de un mandato sin representación, ya que el señor Capdevielle se enfrentaba una demanda de divorcio y sus hijos eran menores de edad, y expresamente me manifestó que una vez terminado su juicio o arreglo le devolviera las cantidades, lo cual sucedió.
P. Según la investigación judicial de Andorra, los nueve millones que le transfirió Capdevielle se enmarcan en una contraprestación por las presuntas gestiones de su padre, Manlio Fabio Beltrones, para aprobar en 2006 la denominada Ley Televisa, ¿qué tiene que decir al respecto?
R. Es falso. La ley conocida como Ley Televisa fueron modificaciones a la Ley Federal de Telecomunicaciones en el año de 2006, cuando ni siquiera habíamos abierto la negociación mercantil Habica.
P. ¿Por qué cerró su cuenta personal de la BPA en 2011 y traspasó sus ingresos a Capdevielle?
R. Como le expliqué en su segunda pregunta, el señor Capdevielle al tener arreglada su situación personal de divorcio me pidió devolverle las cantidades que estaban en mandato sin representación. A cambio, se comprometió a devolverme en mi país el porcentaje que recibí por el negocio mercantil Habica, ya que no era de mi interés tener cuenta alguna en el extranjero, como hasta la fecha ha sido.
P. ¿Por qué su madre abrió dos cuentas en la BPA que no registraron movimientos?
R. Creo que fue un servicio que le ofreció el banco y que nunca utilizó ni depositó cantidad alguna.
EL PLAN DE LA MADRE DE LA SENADORA PARA COLOCAR 2,8 MILLONES EN LA BPA
La senadora Sylvana Beltrones no fue la única cliente de su familia de la Banca Privada d’Andorra (BPA). Su madre, Sylvia Sánchez, esposa de Manlio Fabio Beltrones desde 1979, controló dos cuentas en esta institución financiera. Una con su nombre y otra con el máximo nivel de privacidad al estar numerada bajo el código 441958, que permaneció activa entre marzo de 2008 y mayo de 2009. Ninguna registró movimientos.
La pareja del expresidente del PRI dejó constancia escrita de sus intenciones financieras en Andorra al rellenar el documento de BPA know your customer (conozca a su cliente, en inglés), una suerte de tercer grado donde los usuarios informan al banco sobre sus planes de inversión y el origen de sus fondos.
Sánchez se presentó en esta entidad como psicóloga e indicó que abría una cuenta en la BPA para “rentabilizar el patrimonio”. Explicó que tenía previsto ingresar 2,8 millones de dos apartamentos vendidos “hace años” en Miami. Y que cobraría esta suma a través de tres transferencias de 950.000 dólares procedentes “de EE. UU.”, según un documento del 10 de marzo de 2008. El texto recoge, además, el interés de la clienta de colocar 2,8 millones de dólares en un “portfolio BPA” (conjunto de activos financieros).
A la pregunta ¿conoce a otro cliente de la BPA?, la esposa del expresidente del PRI respondió: “Juan Collado”, en referencia a Juan Ramón Collado Mocelo, abogado del expresidente Enrique Peña Nieto. Según reveló este periódico, este letrado movió 120 millones de dólares (107,8 millones de euros) entre 2006 y 2015 a través de 23 cuentas en el país europeo. Un informe de la Policía de Andorra situaba el pasado año a Collado como “posible testaferro” de terceros.
Joan March Masson, exresponsable de BPA en México y gestor de las cuentas de la familia Beltrones, declaró a la jueza de la Operación Sonora que entró en contacto con Sylvia Sánchez en 2008. “La conocí en un acto social, le presenté la entidad, nuestros productos y servicios. La señora me dijo que estaba interesada en abrir una cuenta […]. Había vendido unos pisos que tenía en Miami, tenía el dinero en el Wellsfargo de Miami y quería enviar una parte a la cuenta que le estábamos abriendo en la BPA. Le pedí las escrituras de compraventa”, dijo Masson.
La BPA no puso ninguna objeción para abrir las cuentas de la esposa de Beltrones y de su hija Sylvana, que llegó a registrar 10,4 millones de dólares. Tampoco sometió a sus clientas a ningún escrutinio especial para evitar que colocaran en el banco dinero opaco.
Los fondos en la BPA de la hija del expresidente del PRI y su madre llegaron a la entidad financiera a través de la casa de cambios mexicana Tiber. La Policía de Andorra considera este tipo de establecimientos pantallas para clientes que quieren blindar su identidad. Y ponen como ejemplo de opacidad que la Corte del Distrito Sur de Nueva York condenó en 2018 a seis años de prisión al accionista de Tiber mexicano Carlos Djemal Nehmad por un fraude de 20 millones de dólares.
Manlio Fabio Beltrones quita hierro a las cuentas de su esposa en la BPA "Fue un servicio que le ofreció la BPA. Hizo los trámites para abrir las cuentas, pero no las usó porque no eran de su interés", opina.
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