Considerado en el sexenio de Enrique Peña Nieto como el “nuevo rostro del PRI”, Roberto Sandoval Castañeda, exgobernador de Nayarit, es perseguido por la justicia mexicana y estadounidense por haber brindado protección al cártel de Jalisco; también se le acusa de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó nuevas órdenes de aprehensión en su contra, las cuales fueron obsequiadas por un juez federal. De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Sandoval utilizó diversas dependencias federales y a sus familiares para construir una amplia red para desviar recursos públicos. De esa forma –dice la acusación– lavó dinero durante su periodo como Gobernador.
Roberto Sandoval fue Alcalde de la ciudad de Tepic. Entonces era un hombre humilde, se asegura; pero cuando arribó a la gubernatura comenzó su meteórica acumulación de dinero, lo que se evidenció con la compra de ranchos, casas, departamentos, caballos finos y ganado de alto registro, lo cual no pudo ocultar.
Por ello, la UIF lo denunció ante la FGR, por lo que se solicitó una orden de aprehensión en su contra, la cual fue concedida por un juez federal del estado de Nayarit; también se ordenó la captura de la hija del mandatario, Lidy Alejandra Sandoval, a quien también se acusa de lavado de dinero.
De acuerdo con los detalles de la denuncia, Ana Lilia López Torres, esposa de Sandoval, y sus hijos Lidy y Pablo estructuraron la red para blanquear los fondos que el exgobernador obtenía por desviar recursos públicos.
El esquema detectado por la UIF incluye el señalamiento de que una forma de desviar dinero público consistió en celebrar contratos con el Gobierno de Nayarit cuando era encabezado por el propio Roberto Sandoval, un esquema que, asegura la UIF, sirvió para blanquear el dinero.
Según las investigaciones, durante el Gobierno de Sandoval Castañeda el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas realizaron contratos con una empresa –Comercializadora Restar– que tiene como operador financiero a un tal Manuel “H”, que ha sido identificado por la FGR como el principal operador financiero del exmandatario nayarita. En este grupo también operaba Hugo Sánchez –sobrino de Sandoval–, también señalado como otro de los consejeros político y financiero del exmandatario.
Sánchez Sandoval, sin embargo, está muerto: Fue asesinado el 19 de septiembre de 2017, horas después de que Roberto Sandoval concluyera su periodo como Gobernador de Nayarit.
Desde que concluyó su mandato, Roberto Sandoval ha andado a salto de mata. Los últimos informes de inteligencia indican que el exmandatario estaba refugiado en el municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León.
Desde que empezaron las investigaciones, la UIF le congeló a Sandoval Castañeda sus cuentas bancarias, donde estaban depositados unos mil 196 millones de pesos. En total, le aseguraron 42 cuentas, incluidas las de sus hijos –Lidy y Pablo Sansoval– así como las de su esposa Ana Lilia López Torres.
Los reflectores contra Sandoval se encendieron tras la captura del Fiscal de ese estado, Édgar Veytia, detenido en Estados Unidos bajo los cargos de lavado de dinero y vínculos con el narcotráfico: se le acusó de brindar protección al cártel de Jalisco Nueva Generación, encabezado por Nemesio Oseguera, “El Mencho”.
Veytia también fue acusado de despojos de propiedades, secuestros y de varios crímenes, los que habría cometido durante su periodo como Fiscal de Nayarit.
En los negocios de Veytia, aseguran las investigaciones, también estaba relacionado el mandatario de Nayarit. Por ello, el Departamento del Tesoro lo investiga por lavado de dinero. Para las autoridades norteamericanas, Sandoval se relacionó con el narcotráfico, brindó protección al cártel de Jalisco para que operara en Nayarit y de esa forma obtuvo dinero del crimen organizado.
La esposa del exmandatario, Ana Lilia López Torres, le envió una carta al Presidente Andrés Manuel López Obrador en la que le pide que cese la persecución política en contra de su esposo y de su familia.
Tren Maya: Las transas de Pedro Haces
Después de las denuncias públicas por la corrupción en la que se implicó a Pedro Haces con el Tren Maya, el líder obrero no ceja en su intento de montarse en el proyecto de la Cuarta Transformación para enriquecerse y hacer negocios multimillonarios.
En este espacio comentamos que, a través de sus operadores y con el aval de Ricardo Monreal, líder de la bancada de Morena en el Senado, buscó presionar a todos los transportistas del estado de Veracruz para hacer un gran negocio: venderles llantas y gasolina (presuntamente obtenida del huachicoleo) a cambio de que pudieran participar en el acarreo de Basalto, un elemento natural que sirve para compactar el terreno por donde pasará el llamado Tren Maya.
Además, exigió a los líderes veracruzanos que los transportistas se pasaran a la Confederación Autónoma de Trabajadores de México (CATEM) a cambio de obtener contratos para la obra del Tren Maya. La corrupción de Haces es solapada por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien le permite que haga y deshaga con este proyecto a pesar de que por sus corruptelas la obra sigue parada.
Pero eso no es todo: ante los problemas que Haces ha originado en Veracruz, precisamente por su afán de hacer negocio y a gran escala, ahora se le ocurrió comprar el basalto en Colombia. Resulta que entre el 10 y el 15 de este mes de marzo arribaría al puerto de Puerto Progreso un chalán o barcaza con siete mil toneladas de basalto que sería remolcado hasta esa terminal portuaria.
Esto es visto por muchos críticos como una verdadera locura, pues la travesía no sólo se antoja peligrosa sino un que resulta un verdadero exceso ya que el basalto sobra en el estado de Veracruz, particularmente en la zona norte, en Tuxpan, y en Mozomboa, de donde originalmente se sacaría para compactar el terreno por donde pasará el Tren Maya.
Pero debido a los problemas que el propio Pedro Haces ha ocasionado, por sus ambiciones desmedidas, pues el dirigente obrero ha decidido traer el basalto de Colombia, lo que encarecerá el producto debido a que sería transportado por la vía marítima, por la vía del Caribe, a través de un chalán remolcado con todos los peligros –y carestía –que ello implica.
Así se las gasta el cacique Pedro Haces, el protegido de Andrés Manuel López Obrador y de Ricardo Monreal.
fuente.-Ricardo Ravelo/
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