Juan Francisco Treviño Chávez Jr., Kiko, el último capo de los Zetas quien lo renombró Cartel del Noreste (CDN), será juzgado en Texas por siete cargos, “incluyendo cinco que van de 10 años de prisión a cadena perpetua”, informó el diario texano San Antonio Express News.
Juan Francisco Treviño también fue arrestado en Monterrey en el año 2012 y pasó un breve tiempo en México, pero un juez lo liberó de los cargos de portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
Kiko Treviño fue enviado por su tío Z40 como jefe de plaza para Monterrey después de que todos los mandos de los Zetas fueron capturados tras el atentado al Casino Royale.
Posterior a la captura de Miguel Ángel Treviño Morales, en julio del 2013, su hermano Omar Treviño, Z42, tomó el control del grupo, pero un año después abandonó a los Zetas para disfrutar su inmensa fortuna en Monterrey y “heredó” la dirección a su sobrino.
“Se prevé que algunos de los miembros originales de los Zetas testifiquen sobre cómo Kiko Treviño ayudó a los Zetas a controlar grandes franjas de los estados norteños de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, que limitan con Texas, desde su base de Nuevo Laredo”, precisó la nota del San Antonio Express News.
El cártel utilizó la carretera interestatal 35 como un corredor hacia los puntos norte con destino a Dallas, a veces dejando cargamentos de drogas en San Antonio u otras ciudades a lo largo del camino, añadió la nota.
El agente retirado del FBI Arturo Fontes, quien investigó a la familia Treviño, contó al diario que Kiko Treviño desarrolló una adicción a la cocaína y otras drogas que alimentaron su volatilidad, al punto que incluso su tío Miguel Ángel Treviño hizo que lo encerraran en una casa como castigo.
“Tiene muy mal genio, tiene una personalidad psicopática, es narcisista y depende de las drogas. Él fluctúa de ser normal a ser muy violento. Teníamos información sobre él dirigiendo el cártel por un corto tiempo, y estando involucrado en varios asesinatos en ambos lados de la frontera de personas que eran inocentes”, refirió el diario texano.
Una de las personas inocentes que asesinó Kiko Treviño fue una bailarina de un “Table Dance” de Nuevo Laredo quien rechazó terminar la noche en la cama del capo.
Ante la negativa, el jefe Zeta sacó su arma y la mató. Posteriormente amenazó a todos los clientes y empleados del negocio. Les ordenó que lo abandonaran y acto seguido lo incendió, con el cuerpo de la mujer en su interior.
fuente.-
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