Unos días antes que oficiales del departamento del sheriff de
San Diego detuvieran al beisbolista tijuanense Esteban Loiza por la posesión de
20 kilogramos de cocaína para su traslado y venta, a poco más de 180 kilómetros
de distancia también en California, Estados Unidos pero en la ciudad de
Calexico, el Rabobank, una institución bancaria de origen holandés fue cerrada
por el departamento de justicia de aquel país.
Una investigación iniciada en
el departamento del tesoro de la Unión Americana durante más de cinco años, dio
cuenta de cómo en la sucursal bancaria de Rabobank en el poblado de apenas 40
mil 232 habitantes, se hacían transacciones por cientos de millones de dólares.
Calexico hace frontera con
Mexicali, Baja California, y en ambas ciudades la economía se nutre de la
agroindustria, aun con la prosperidad de los campos, los investigadores del
departamento del tesoro no pudieron justificar con la documentación disponible
por parte del banco, el incremento de 39 por ciento en la apertura de cuentas,
y depósitos que en su conjunto superaron los 150 millones de dólares en la
pequeña sucursal.
La investigación los llevó a
atestiguar como todos los días Rabobank Calexico requería de camiones de
valores para trasladar el efectivo que en esa sucursal era depositado de manera
sistemática; además, que había por lo menos unas mil cuentas de usuarios cuyos
nombres estaban inscritos en una lista reservada con la indicación de “cuentas
no revisables”, lo que significaba que en caso de emitirse una alerta debido al
monto de lo depositado o el manejo del efectivo, esta no sería atendida.
Después de presiones
gubernamentales, el banco holandés en Calexico se declaró culpable de
obstrucción de la justicia durante cinco años, de 2009 a 2013, durante los
cuáles recibieron en depósitos por 370 millones de dólares que, sería
comprobado más adelante, provenían del narcotráfico, del crimen organizado y
del lavado de dinero. La multa interpuesta por el departamento de justicia y
del tesoro contra la institución bancaria fue precisamente de 370 millones de
dólares.
La aprehensión días después
del ex pelotero de grandes ligas Esteban Loaiza en San Diego, tampoco fue una
coincidencia. El departamento del sheriff de San Diego y la policía fronteriza
realizaban una investigación desde hace algún tiempo.
Particularmente sobre
vehículos que eran utilizados para cruzar droga de Tijuana a San Ysidro vía la
garita internacional en esta última ciudad. Uno de esos automóviles era
utilizado por el ex beisbolista.
Al igual que con Rabobank o en
su momento HSBC en México, cualquiera podría pensar que Esteban Loiza no tenía
la necesidad de introducirse al narcotráfico cuando en su brillante carrera de
trece años como pelotero de las grandes ligas había logrado cobrar más de 43
millones de dólares, además de recibir una pensión anual de 100 mil dólares por
parte de la liga mayorista de béisbol de los Estados Unidos. Aun los detalles
por conocerse en la audiencia que le fue fijada para el miércoles 14 de febrero
en San Diego, California, es evidente que “tener” dinero, influencias, poder,
no impide que se hagan relaciones criminales.
En México desafortunadamente
sobran los ejemplos, recordará el caso de HSBC cuando en 2012 fue multado con
mil 900 millones de dólares cuando se comprobó que realizaron operaciones en
nuestro país, en Irán, Siria y Arabia Saudita para el lavado de dinero. Hace no
muchos meses las cuentas bancarias y los activos del seleccionado nacional
Rafael Márquez y el cantante de banda Julión Álvarez, fueron congelados luego
que, también el departamento del tesoro de los Estados Unidos, los relacionara
con el narcotráfico en operaciones de lavado de dinero.
Qué decir de los ex
gobernadores, Mario Villanueva Madrid, ex mandatario de Quintana Roo, fue
aprehendido en México por narcotráfico y posteriormente extraditado a los
Estados Unidos por los mismos delitos. Tomás Yarrington, el ex Gobernador de
Tamaulipas fue detenido en Italia el año pasado, acusado de delitos contra la
salud, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia
ilícita, en la Unión Americana además lo buscan para juzgarlo por trasiego de
droga. Otro ex Gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores es señalado
por operaciones con recursos de procedencia ilícita, y de peculado, y en
Estados Unidos lo acusan de lavar dinero.
Oficiales de los Estados
Unidos que están cerca del caso de Esteban Loaiza no se explican el proceder
del pelotero, que –a excepción de cuando estuvo casado con la angelina Jenny
Rivera- mantuvo una vida discreta y se movía en la sociedad tijuanense con más
sencillez que glamour. Aun cuando se desconoce al cien por ciento la situación
financiera de quien fue millonario pelotero de grandes ligas, y el costo de los
20 kilos de cocaína en el mercado de las drogas es de 500 mil dólares, creen
que lo sucedido a Loiza se debió más a la “adrenalina que a la necesidad
económica”, o a las malas relaciones, a la compañía de impunes narcotraficantes
mexicanos.
La realidad es que el
narcotráfico con la impunidad que goza, todo lo corrompe. Empezando por las
policías de aproximación, siguiendo por las de investigación, las que procuran
justicia, y de ahí para arriba, hasta alcanzar a los gobernadores y hasta los
juzgadores, pasando por los sectores productivos.
Porque a los narcotraficantes
empresarios les venden sus casas, sus carros, trabajadores les construyen sus
narcotúneles, empleados cuidan y asean sus casas, maestros les dan clases a sus
hijos, sacerdotes se los bautizan, bancos les guardan su dinero y muchas
instituciones financieras pequeñas les hacen sus envíos de dinero. Un pequeño
banco de Tijuana, transfería entre 2007 y 2010, 300 mil pesos diarios tan solo
para una célula del cártel de Sinaloa en esta tierra.
De acuerdo a estudios de la
oficina de las Naciones Unidos sobre crimen y drogas, en 2017 el narcotráfico
internacional movió en distintas transacciones 870 mil millones de dólares. En
los Estados Unidos, donde tienen como destino final la mayor parte de actos de
corrupción del narcotráfico en México, el ilícito negocio corresponde, hasta
2013, al manejo de unos 34 billones de dólares al año, mientras que en 2017 en
la Unión Europea el ilícito negoció fue valuado en 24.3 billones de dólares, de
los cuales, indica el estudio de la ONU, el 70 por ciento corresponden a
transacciones de lavado de dinero.
Tal como ha sucedido en
México, el análisis de las Naciones Unidas, determina que los negocios más
utilizados por los narcotraficantes y criminales organizados para blanquear su
dinero son aquellos que utilizan el efectivo, negocios de poca inversión
tecnológica y labores sencillas, los sectores involucrados con la
administración pública y los subsidios, las compañías inmobiliarias, sectores
de nula o muy poca regulación oficial como el energético y el de las apuestas.
Además que el lavado de dinero ocurre con transferencias financieras, compra de
bienes, inversiones inmobiliarias, inversiones en negocios de alto manejo de
efectivo como restaurantes, casinos, producción de espectáculos, estaciones de
gasolina, y la adquisición de artículos de lujo como joyería, yates, villas,
automóviles, y por supuesto, inversiones en paraísos fiscales.
A diferencia de los Estados
Unidos, México no tiene un departamento del tesoro que esté siguiendo las
transacciones ilícitas o que se presumen irregulares en instituciones
bancarias, empresas o entre particulares, ni la secretaría de hacienda y
crédito público, ni la procuraduría general de la república, investigan el
lavado de dinero, todo lo relacionado con esas indagaciones proviene de
investigaciones de los Estados Unidos con repercusiones en territorio nacional,
como los casos de Yarrington, Hernández, Villarreal, Márquez, Álvarez, y ahora
el pelotero Esteban Loaiza, quien tiene su residencia oficial en Tijuana,
ciudad desde la que se mueve en sus relaciones personales y profesionales en el
mundo del deporte.
La impunidad que provee el
gobierno de la república al no investigar apropiadamente y con buenos
resultados el lavado de dinero y las transacciones con recursos de procedencia
ilícita, y por supuesto el trasiego de droga, crean un caldo de cultivo para el
brazo corruptor del narcotráfico que todo lo toca, desde gobiernos, bancos,
empresas, espectáculos, y los deportes. La corrupción del narcotráfico, empieza
en el gobierno mexicano incapaz, ineficiente, y en ocasiones cómplice.
fuente.-Adela Navarro/
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