Aficionados a la música, los sacerdotes Iván Añorve y Germaín Muñiz asistieron el pasado 4 de febrero a un baile y jaripeo en Juliantla, municipio de Taxco, en Guerrero.
El evento, organizado por Federico y José Manuel Figueroa, familiares del fallecido cantante Joan Sebastian, tuvo al grupo Bronco como invitado especial.
Los sacerdotes buscaban hablar con los Figueroa, porque tenían la intención de que les grabaran un disco.
Según la fiscalía de Guerrero, al baile asistieron grupos delictivos de tres estados, que aprovecharon la falta de seguridad pública para asistir armados, consumir alcohol y probablemente drogas en el lugar.
Con información de inteligencia se tiene conocimiento que acudieron muchas personas pertenecientes a diversos grupos delictivos, tanto del Estado de Guerrero, como de los Estados de Morelos y Estado de México”, dijo Xavier Olea, Fiscal general de Guerrero.
Las primeras investigaciones establecen a partir de testigos, que un grupo de asistentes al baile tuvo un conflicto con las personas que acompañaban a los sacerdotes.
Además, grupos delictivos ubicaban al padre Germain Muñiz como supuesto miembro de otra organización criminal, por estas fotografías que publicó en sus redes sociales portando un arma de fuego de grueso calibre y otra en la que apareció en compañía de hombres armados.
Lo que desencadenó el ataque armado a las hoy víctimas, por personas que no son de Guerrero y pertenecen a un grupo delictivo del Estado de México”, detalló Xavier Olea, Fiscal general de Guerrero.
Iván Añorve, de 40 años de edad, era párroco en la comunidad de Las Vigas, municipio de San Marcos, en Guerrero.
Germaín Muñiz, de 37, era párroco en el poblado minero de Mezcala, también en Guerrero.
La fiscalía de Guerrero solicitó el apoyo de las autoridades del Estado de México, para la localización de los homicidas que huyeron hacia el municipio de Ixtapan de la Sal.
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