Por primera vez dos ex subsecretarios, uno de Marina y otro de Defensa Nacional, a los pocos meses de haber pasado a retiro, ocupan una diputación federal en un contexto donde el papel de las fuerzas armadas ―con acusaciones por violaciones a los derechos humanos por su participación en labores contra el crimen organizado―, está bajo escrutinio no solo nacional sino internacional.
Mexico,D.F 02/Sep/2015 La agenda legislativa en materia de seguridad y defensa pasa por el reclamo hecho, desde el año 2013, por el general Salvador Cienfuegos a los entonces diputados de la legislatura que concluyó hace unos días, para darle un marco legal a la actuación de las tropas en labores contra el narco. La otra cara de la moneda sería que los militares se abrieran al escrutinio y aceptaran mayor control civil en sus intervenciones en labores que corresponden a cuerpos de seguridad civiles. El debate se ha pospuesto ya varias legislaturas. ¿Podrán un almirante y un general llevarlo adelante?
El almirante Carlos Federico Quinto Guillén hizo mutis desde mediados del año 2014, poco después de que en Internet circulara un video con declaraciones de un individuo identificado como Carlos Campos Hernández, testaferro del grupo criminal autodenominado “Guerreros Unidos”, quien lo acusó de recibir millonarios pagos en dólares de la organización Beltrán Leyva, por facilitar desembarcos de droga en costas del Pacífico.
Con poco más de 48 años de servicio como oficial de la armada, quien fuera subsecretario de marina hasta hace unos meses cuando pasó a retiro, no hizo ninguna declaración ni se informó de manera oficial si fue requerido por la PGR para aclarar las acusaciones. El video apareció en Internet en mayo de 2014, después volvió a circular en octubre, la autoría se le adjudicó a un grupo adversario al que pertenecía Campos Hernández, quien se identificó como testaferro de Mario Salgado Casarrubias, cabecilla del grupo criminal que controla rutas de trasiego de droga en la zona norte del estado de Guerrero y su colindancia con Morelos y Estado de México. Este individuo aseguró que el almirante recibió pagos de organizaciones del narco por permitirle no solo el desembarque de droga sino por eliminar “competidores”.
Los dichos quedaron en la red. No hubo seguimiento ni se supo más sobre Campos Hernández. El video circuló como parte de las disputas territoriales entre distintas organizaciones, anteriormente aglutinadas con el grupo que encabezó Arturo Beltrán Leyva hasta poco antes de su muerte en diciembre del 2009. La beligerancia de estas bandas ameritó que se lanzara una operación de reforzamiento de la seguridad en los municipios al sur del Estados de México, así como en los colindantes con Guerrero, dentro de la región de la Tierra Caliente. En este contexto ocurrieron dos episodios que movieron el foco mediático fuera de estas disputas, las muertes de 22 presuntos secuestradores en Tlatlaya, y meses después la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
La acusación contra el almirante salió a relucir de nueva cuenta hace unos días poco antes de que quedar arropado por el fuero legislativo al iniciar su gestión el pasado sábado 29 de agosto como diputado federal plurinominal del PRI, en representación de la tercera circunscripción, donde se localiza Acayucan, Veracruz, su tierra natal.
Los “méritos que se le reconocen a Quinto Guillén van en dos sentidos. Por un lado era pública su cercanía con Enrique Peña Nieto desde que era gobernador del Estado de México. En la memoria de varios oficiales en la secretaría de Marina, quedó grabada aquella visita que el entonces mandatario mexiquense hizo a Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV), cuando lo dirigía el almirante. El mandatario fue invitado para que impartiera una conferencia que llamó “Balance y prospectiva de la situación política, económica y social del Estado de México”. Ante oficiales navales, el entonces precandidato priista no pasó por alto el currículum de su anfitrión, de quien se especuló tiempo después que podría ocupar el cargo de secretario del ramo.
El segundo mérito es su formación como ingeniero geógrafo naval militar, graduado de la escuela naval “Antón Lizardo”. De su trayectoria destaca su paso como jefe de inteligencia naval, la titularidad del Estado Mayor de la 20 zona naval en el Pacífico, la agregaduría naval en la Embajada de México en Washington; la dirección del CESNAV y la subsecretaría de marina. El almirante Quinto Guillén sabe que llega a la cámara de diputados con una agenda legislativa pendiente en el ramo de la seguridad interior, donde el papel de los marinos con operaciones en tierra, comienza a ser documentado por violaciones a los derechos humanos, y por una actuación en los límites de la legalidad.
Un “suspirante” con curul
El general de división Virgilio Daniel Méndez Bazán, quien ocupó el cargo de subsecretario de la Defensa Nacional hasta diciembre pasado, ha sido uno de los militares que de manera insistente más se le mencionó para un cargo de importancia una vez que pasara a retiro. El 28 de febrero pasado la duda se despejó cuando el PRI publicó la lista de sus candidatos a diputados plurinominales, y su nombre apareció como tercero en la lista de la tercera circunscripción que abarca los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y su natal Yucatán.
Méndez Bazán estuvo en la terna final que en los últimos días de noviembre del 2012 se barajeó en la oficina del presidente electo Enrique Peña Nieto, cuando su nombre apareció como candidato a ocupar el cargo de secretario de la Defensa Nacional. Una cercanía con el mexiquense, algún vínculo familiar que se llegó a mencionar en columnas de la prensa de la Ciudad de México, lo hizo elegible junto al general Salvador Cienfuegos Zepeda. Al final el ungido resultó Cienfuegos, que era quien ostentaba mayor antigüedad en el rango de divisionario, y quien tenía mejores tablas como comandante de tropas en zona y región, así como oficial de estado mayor en diferentes partes del país.
En el currículum castrense de Méndez Bazán resalta, entre otros cargos, su estancia de varios años al frente de las tropas en la décima región militar, que abarca los tres estados de la península de Yucatán. Tuvo también experiencia en la academia como director de Educación Militar, rector de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea así como director del Centro de Estudios del Ejército y Fuerza Aérea.
Pero su papel más importante en los últimos años fue como subsecretario, donde le tocó conocer un borrador de legislación que quedó postergada para dotar de un marco legal a la actuación de los militares en labores de contención al crimen organizado. Esta tarea que no termina de concretarse, sería una de las encomiendas con las que llegaría en la nueva legislatura de la cámara de diputados que inició labores el pasado sábado 29 de agosto.
A diferencia de la legislatura pasada, ahora con el general Méndez Bazán y el almirante Quinto Guillén, la comisión de Defensa Nacional a la que se da por hecho que se integraran en los próximos días, podría tener por primera vez en varios años a dos ex subsecretarios con conocimiento de primera mano de las necesidades más urgentes del sector. Y algo que no se tuvo en anteriores ocasiones: experiencia e interlocución directa con los titulares del ramo.
fuente.-
Juan Veledíaz
@velediaz424
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