Si bien actualmente Morena gobierna 505 alcaldías de las 2,043 existentes, que representan el 23.7 % y es la mayor parte, pero no muy lejos está el PRI con 464 presidentes municipales, el PAN con 312, el Verde tiene en su poder 156, Movimiento Ciudadano 145 y el PRD 109, las 617 restantes están en manos de partidos menores y algunos que son de presencia local.
Esto significa que más del 76 % de los ayuntamientos del país son gobernados por corrientes políticas contrarias a Morena.
Además los partidos políticos opositores a Morena estarán dando la batalla para conservar cuando menos la fuerza política actual que ostentan en las cámaras del Congreso de la Unión.
Por ejemplo en la de senadores la corriente guinda actualmente posee 60 del total de 128 escaños que la conforman, los otros 68 provienen de las siguientes fuerzas: en conjunto PAN, PRI y PRD logran 44 curules, los 24 lugares restantes los ocupan MC con 12 y 12 más corresponden a institutos políticos con presencia local en sus entidades.
El poder político en México está fraccionado y eso no es malo, representa contrapeso en la toma de decisiones, particularmente en el poder legislativo donde desde ahora se asoman iniciativas un tanto arbitrarias, un ejemplo lo tenemos en la pretensión de disponer de las afores de las personas mayores de 70 años que no las hubieran reclamado y con ese recurso se pretende incrementar las pensiones en otro sector.
En este tema, lo peor del caso es que rescatar el recurso de las afores no es ni fácil, ni rápido, porque primeramente hay que localizar en qué institución bancaria está ese fondo y luego seguir una tramitología que difícilmente logrará alcanzar al procedimiento institucional que se está planteando. En pocas palabras para cuando una persona tenga localizada su cuenta, lo más probable es que ya habrán dispuesto del recurso, esto de aprobarse esta iniciativa.
Este es sólo un ejemplo por lo cual es importante administrar el poder en diferentes frentes políticos y recordando aquella frase de que a la mujer, ni todo el amor, ni todo el dinero, ahora tendríamos que decir lo mismo para los partidos políticos, ni todo el amor, ni todo el poder, hay que equilibrar en defensa de los intereses ciudadanos.
Con informacion: Ana Luisa Garcia/HoyTamaulipas/
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