Una audiencia privada permitió a Gerardo Saade Murillo, nieto del ex procurador general de la República Jesús Murillo Karam, librar de forma provisional un proceso penal por intento de homicidio.
La víctima en ese caso es el abogado Sergio Beltrán Merino, quién sufrió un atentado el 5 de octubre del 2021 a las puertas de su despacho.
Ese día recibió seis impactos de bala, con clara intención de asesinarlo. Un séptimo disparo no dio en el blanco ya que se cubrió con su portafolios que adentro tenía una laptop.
Según los partes médicos y los análisis periciales esa acción defensiva y por instinto le salvó la vida.
Aun así, Sergio Beltrán se debatió entre la vida y la muerte por más de un mes. Tras recobrar fuerzas comenzó a participar de forma activa en la defensa de su caso para tratar de identificar a los responsables materiales e intelectuales del atentado en su contra.
Ya para entonces, en mayo del 2022, habían sido detenidos tres autores materiales de su intento de homicidio.
Se trata de Diego Mauricio Aburto, la persona que conducía el vehículo en el que llegó y huyó el tirador que atentó contra el abogado Sergio Beltrán; de Mauricio González Acosta, alias “El Tijuano”, el sicario que dispara al menos seis veces contra la víctima, y de Alejandro “N”, alias “Pato“, la persona que contrató a los dos anteriores.
Además, el día del atentado “Pato” fungió como “muro” para ayudar al escape de sus cómplices en un segundo vehículo que se utilizó para estorbar el tráfico y dar el aviso de que el abogado ya había llegado a su despacho.
Era abril del 2022 y comenzaba a develarse un entramado que finalmente llevó las sospechas en contra de Gerardo Saade Murillo, esposo de su hijastra Krista, una mujer de 28 años que ha sufrido violencia intrafamiliar de parte Gerardo Saade, por lo que incluso existe una denuncia previa que se cerró tras un acuerdo entre las partes.
Señalado en la carpeta de investigación como probable autor material o partícipe inductor del delito de homicidio doloso calificado en grado de tentativa, el nieto de Jesús Murillo Karam habría pagado 150 mil pesos por el “trabajo” en contra de Sergio Beltrán, el padrastro de su esposa.
Así lo indica un testimonio de uno de los autores materiales en el atentado contra el litigante de Pachuca, Hidalgo.
Además, un informe de la Procuraduría de Hidalgo señala que existió comunicación telefónica y a través de mensajes de texto entre Gerardo Murillo Saade y el coordinador del atentado contra Sergio Beltran, Alejandro “N”, alias “Pato”, por lo que dicha persona fungió como el contacto directo de los sicarios con el nieto del ex titular de la PGR.
Dos de los autores materiales, el chofer y el tirador se declararon penalmente responsables del delito de tentativa de homicidio doloso calificado en un procedimiento abreviado, por lo que fueron condenados a 11 años, un mes y 10 días de prisión.
La audiencia para su condena se celebró este miércoles 5 de julio, mientras que el proceso penal contra el coordinador del atentado y autor material del mismo sigue su curso y todavía no hay fecha para que se emita una sentencia en su contra.
Las llamadas
Uno de los principales datos de prueba contra contra Saade Murillo, un hombre que se define en sus redes sociales como ‘emprendedor’, son las 11 llamadas telefónicas y dos mensajes de texto o multimedia que este hombre tuvo con el “Pato” el 4 de octubre del 2021, un día antes del atentado, y el 5 de octubre de ese mismo año, apenas unos minutos después de que el abogado Sergio Beltrán cayera víctima de las balas.
Un informe de la Policía de Investigación de la Procuraduría de Hidalgo, firmado por el agente Yolotzin Trejo, afirma que existe una llamada de la línea telefónica a nombre de Gerardo Saade con el número telefónico de Alejandro, alias “Pato” el día 5 de octubre del 2021 a las 11:52 horas, la cual fue geolocalizada muy cerca del lugar del atentado contra el abogado Sergio Beltrán, unos minutos después del atentado.
“El número *** solo tuvo comunicación con el número *** los días de interés que fue el día 04 de octubre cuando intentaron privar de la vida a la víctima y el día 05 de octubre del 2021, día del atentado en donde le dispararon con arma de fuego a Sergio Beltrán Merino, siendo las 11:52:09 horas (minutos después del atentado), el número *** con portabilidad a Alejandro “N”, alias “Pato”, posicionado en las coordenadas geográficas 20°7’3”N98°44’5”w, ubicación Beneficio del Patio 102e, Real de Minas, 42090 Pachuca de Soto, Hgo, cerca del lugar de los hechos, realizó una llamada telefónica con duración de 61 segundos al número *** perteneciente con base a la información contenida en los datos conservador a Gerardo Saade Murillo, estando en la posibilidad de informar que el contacto no era frecuente y solo hubo comunicación por los hechos que se investigan”, señala un extracto del informe.
Además, existen otras 10 llamadas entre ambos números los días 4 y 5 de octubre, así como un mensaje de texto y un mensaje multimedia, a pesar de que Alejandro “N” y Saade Murillo “no tienen ningún vínculo de amistad o parentesco”.
“Por lo que la comunicación entre ambos es atípica y anormal, lo que hace suponer que el objeto de las comunicaciones era precisamente el hecho que se investiga, pues como consta en la investigación, la comunicación se da en fechas y horas específicas (antes, durante y posterior a la comisión del hecho delictivo) que hace presumir un acuerdo previo para la realización del hecho, lo cual robustece lo dicho por el testigo Diego Mauricio Hurtado”, señala el reporte.
Dicha prueba, que a los ojos de la asesoría jurídica de Beltrán Merino, era contundente, fue desestimada por la jueza de control Janett Montiel Mendoza, argumentando deficiencias del Ministerio Público de la Procuraduría de Hidalgo al momento de formular la imputación, en la audiencia inicial contra Gerardo Saade Murillo celebrada el pasado 28 de junio.
Uno de los argumentos es que Alejandro, alias “Pato”, se refería a Gerardo a la persona quelo contrató como “Toño”, ya que así se habría identificado Gerardo Saade con él. Sin embargo, el teléfono usado para estas comunicaciones era el del nieto del ex titular de la PGR, Jesús Murillo Karam.
Esa determinación de la juzgadora adscrita al Primer Juzgado en materia Penal del Sistema Penal Acusatorio para el Primer Circuito Judicial de Pachuca, Hidalgo, no fue la única decisión polémica que tomó la impartidora de justicia.
De acuerdo con la causa penal 899/2021 a la que tuvo acceso Aristegui Noticias, la jueza Janett Montiel accedió a que la audiencia inicial contra el nieto del ex procurador general de la República fuera privada, a petición de la defensa de Gerardo Saade.
La determinación de la juzgadora se dio en sentido contrario a la solicitud de la víctima y su asesor jurídico, así como de la Ministerio Público encargada de presentar la imputación y los elementos de prueba existentes en la carpeta de investigación.
Pero aún más polémica fue la argumentación del fallo judicial: según la jueza Montiel Mendoza era mejor una audiencia privada para proteger a la víctima, ya que el público en la sala de juicio oral podría provocar que el autor intelectual del intento de homicidio contra el abogado Sergio Beltrán, imputación que recae contra Saade, pudiera estar presente y así atentar una vez más contra la víctima.
La decisión también contrasta con lo que sucedido en otras nueve audiencias: todas las audiencias contra los autores materiales Diego Mauricio; Mauricio, alias “El Tijuano”, y Alejandro “N”, alias “Pato”, fueron públicas.
Solo las dos audiencias para imputar al “emprendedor” Gerardo Saade han sido privadas.
El trato diferenciado de la jueza entre los autores materiales y el autor intelectual no se puede explicar, pese a la relación filial de Gerardo Saade Murillo con el exprocurador General de la República y ex gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, actualmente preso y sometido a dos procesos penales por las irregularidades cometidas en el caso Ayotzinapa.
Opacidad judicial y el trasfondo del atentado.
La opacidad de la audiencia de vinculación a proceso contra Gerardo Saade Murillo provocó una cadena de desinformación sobre el verdadero móvil del crimen.
Así, se buscó relacionar el atentado que sufrió Sergio Beltrán Merino con la que fuera su ex esposa: la ex candidata del PRI a la gubernatura de Hidalgo, Carolina Viggiano, quien no ha sido nombrada en la carpeta de investigación, por lo que tampoco tiene ningún vínculo con el caso. La relación entre Beltrán y Viggiano se rompió desde hace más de 18 años .
Por ello, el propio abogado Sergio considera que el verdadero motivo del intento de homicidio apunta a su familia actual: vive con su esposa Karem y desde los 8 años crió a su hijastra Krista.
Consultados por Aristegui Noticias, Sergio Beltrán Merino y su esposa destacan que el móvil del crimen apunta a los antecedentes de violencia familiar y violencia de género que caracterizan el comportamiento de Gerardo Saade Murillo.
De hecho, existen denuncias previas de Krista tras padecer agresiones físicas y amenazas de muerte del nieto de Murillo Karam, pese a que es su esposa y es la madre de un bebé en común.
Además, contra Gerardo Saade existe otra acusación por violencia intrafamiliar, ya queen 2013 fue acusado de haber golpeado a su es ex novia, Alexia Imaz, hija del ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Eugenio Ímaz.
La denuncia fue realizada por la propia joven en mayo de ese año a través de sus redes sociales, ya que la joven compartió fotografías de su cara con moretones en los ojos. Sin embargo, horas después de los hechos, el nieto de Murillo Karam y la hija de Eugenio Imaz llegaron a un acuerdo, por lo que no hubo denuncia formal. Nunca más se volvió a hablar del tema.
Krista reconoce que cayó en una relación de codependencia con Gerardo Saade desde 2016, la cual ha tenido episodios de violencia física y verbal, escenas de celos, chantajes y disculpas falsas que la víctima creía.
Uno de los episodios más graves de esa violencia ocurrió en febrero del 2020, cuando Gerardo Saade con escoltas armados que le proporcionaban las autoridades por su relación con el extitular de la PGR, Jesús Murillo Karam, interceptó a Krista y a uno de sus amigos, después de que ambos se retiraran de un bar.
En mayo del 2021, en la casa de Sergio Beltrán y Karem irrumpió un grupo armado para un presunto robo. Sin embargo, de manera anómala los supuestos ladrones preguntaron por su esposa, que ya se había retirado.
Además, el líder de los asaltantes le confesó que “lo habían puesto” y que el verdadero objetivo de la incursión armada era dañar a su esposa .Karem Este incidente tampoco ha sido investigado.
Pero no solo Krista, esposa de Gerardo Saade, lo ha denunciado: también Karem, la mamá de la propia Krista y esposa de Sergio Beltrán, ha solicitado que se investigue al nieto de Murillo Karam tras recibir una amenaza de muerte.
La amenaza de muerte la recibió el 23 de octubre del 2021, 18 días después de que atentaran contra su esposo Sergio Beltrán.
Desde el teléfono celular 556158-4565 llegó el siguiente mensaje a KHC: “SIGUES TU O TUS HIJOS, LOS TENGO UBICADOS”.
Actualmente, ese número se encuentra inactivo y su compra se realizó en una tienda de conveniencia, por lo que fue imposible localizar al autor material de la amenaza.
Sin embargo, de la carpeta de investigación relacionada con este caso se desprende que antes de desechar el teléfono utilizado para amenazar a Karem, ese celular llamó a un número desconocido que no ha sido investigado.
Un motivo adicional de preocupación para la familia es que una de las abogadas del imputado Gerardo Saade, fue Carla Pratt, quien ha sido mencionada como candidata a Fiscal del Estado de Hidalgo, de acuerdo con la activista María Elena Ríos. La familia Pratt en algún momento defendió a Juan Vera Carrizal, el agresor de un ataque con ácido contra la saxofonista.
La más afectada por las amenazas a su familia y la violencia que ha vivido en carne propia es Krista, ya que tras el atentado que casi le cuesta la vida a su padrastro, decidió separarse de forma definitiva del nieto de Murillo Karam, Gerardo Saade.
Para la familia del abogado Sergio Beltrán, dejar en libertad a Gerardo Saade representa una amenaza a su vida, a la de su hijastra Krista, a la de su esposa Karem y a su nieta de nueve meses, por lo que tuvieron que dejar su vivienda en el estado de Hidalgo.
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