Aunque constitucionalmente la Guardia Nacional es de carácter civil, esta institución exigió a sus coordinaciones estatales que ningún militar ni marino esté bajo las órdenes de civiles en los batallones de seguridad en carreteras e instalaciones federales.
Documentos oficiales en poder de Latinus revelan que desde junio pasado, por órdenes de la Comandancia de la Guardia Nacional, los pelotones no deben tener comandantes civiles que procedan de la ex Policía Federal porque “influyen negativamente en el ánimo del personal procedente de las fuerzas armadas”.
PURA HIPOCRESIA MILITAR CUATRITRANSFORMADA:
“Se ha detectado que algunos servicios se asignan a elementos de la otrora Policía Federal como comandantes de pequeñas unidades (pelotones y escuadras) integradas por personal procedente de las secretarías de Marina y Defensa Nacional. Tal organización para el desarrollo de servicios u operaciones es inadecuada”, se lee en los oficios con carácter de “extraurgentes” que han llegado a diversas coordinaciones estatales de la Guardia Nacional.
“(Esta organización) fomenta que el personal de la otrora Policía Federal con mayor jerarquía influya negativamente en el ánimo del personal procedente de las fuerzas armadas y puede, en su caso, generar incidentes disciplinarios o legales derivados de la diversidad de criterios en el ejercicio del mando”, argumenta.
Asimismo, los titulares de las aduanas recibieron órdenes para que a más tardar el 5 de diciembre de 2022 “se reemplace al personal civil operativo y administrativo necesario de las 31 aduanas bajo coordinación de la Sedena”.
“Agradeceré a usted emplear al personal militar con formación aduanera en todas las funciones que eran competencia absoluta de personal civil, como son: jefes de turno, verificadores, moduladores, selección de vehículos para inspección, operadores de ingenios tecnológicos, manejo de dispositivos electrónicos, área legal, cobro de impuestos, trámites administrativos diversos y otros que por su importancia se consideren necesarios para la buena operación de los recintos fiscales”, detallan los documentos que están firmados por comandantes de las zonas militares.
Estas órdenes son complementarias a un programa de “sustitución y liquidación de personal de la extinta Policía Federal” aprobado por el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, el cual precisa que se puso en marcha un programa de separación voluntaria para civiles.
La Constitución precisa que “La Federación contará con una institución policial de carácter civil denominada Guardia Nacional”; sin embargo, esta no sólo se conformó con ex policías federales, sino con militares y marinos.
El pasado 8 de agosto, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un acuerdo o decreto presidencial para que la Guardia Nacional dependa de la Secretaría de la Defensa Nacional, sin que este cambio pase por el Poder Legislativo. La oposición en el Congreso advirtió que el llamado “decretazo” sería ilegal y que acudirían a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para invalidarlo.
Sin embargo, de acuerdo con guardias nacionales consultados por Latinus, en los hechos, la Guardia Nacional ya depende de la Sedena porque la mayoría de los mandos son militares, la formación de personal es castrense y a los civiles los dan de baja o los presionan para que salgan de la corporación.
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