De acuerdo con familiares de las víctimas, Rodrigo, de 32 años, avisó a su esposa y a su mamá que saldría a convivir con unos amigos y regresaría más tarde. El sábado, cuando se encontraba con dos amigos y vecinos, fue sorprendido por varios hombres y una mujer que iban armados y descendieron de tres vehículos. Sin mediar palabra, fue subido, junto con Érik y un señor de 58 años de edad, a uno de los autos. Ya dentro del automotor, los tres fueron sometidos a golpes, insultos y el robo de sus celulares y dinero. A Rodrigo, los hombres armados le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza. El hombre, de 58 años de edad -de quien se omiten sus datos a petición de él mismo- refirió a los sujetos que dejaran de golpear al joven al llevar un catéter en el pecho. “A nosotros nos vale madre”, fue la respuesta que recibió junto con golpes e insultos.Las tres personas preguntaban a los hombres armados qué buscaban con ellos, a dónde los llevaban y por qué los detenían.
“¡Aquí ya valió madres! Ustedes se van a ir a chingar”, escuchaban los tres hombres. Al señor de 58 años, la mujer “policía” le extrajo su cartera en la que llevaba tarjetas, una de ellas le llamó la codicia.
-“Dame el NIP de tu tarjeta de Coppel, a ver qué me puedo comprar ahí”-, pidió la agente.
-“Tiene deudas la tarjeta”-, le respondió el señor de casi de la tercera edad.
Y entonces recibió golpes de la mujer, pese a que otros de los hombres que formaban parte del grupo de policías de civil le decían que no le pegara. Tras “mucho tiempo”, el señor de 58 años, con los ojos cubiertos por un trapo, fue bajado a punta de pistola en la cabeza. Lo sentaron en el piso y le pidieron no tratar de alcanzarlos. Todo esto ya en la colonia Industrial Vallejo. Una patrulla de la SSC se percató de lo sucedido y buscó encarar a los responsables de encañonar al hombre. “¡Avánzale! Esto es una detención”.
Cuando el hombre se pudo reponer del susto y se quitó el trapo de los ojos, buscó la manera de regresar a casa. Ubicó la zona en la que se encontraba y que no estaba tan lejos de la colonia Del Gas, donde vive. Abordó un taxi y se dirigió a su domicilio, donde pagó el servicio del traslado.
Mientras el señor se encontraba en camino de regreso, una vecina que conoce a la esposa de Rodrigo le informó que éste había sido “secuestrado” por varios hombres y una mujer que dijeron ser policías. La joven no lo podía creer y se movilizó en su búsqueda. La mamá acudió a la Fiscalía Antisecuestros, ubicada en avenida Jardín, a menos de cuatro minutos de donde su esposo fue detenido. Ahí, con prepotencia y malos tratos por personal de la fiscalía -de acuerdo con su narrativa a este diario- la enviaron a buscar a su familia a la “Agencia 28”, la cual no existe conforme a la nomenclatura de las coordinaciones territoriales de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX).
La mamá buscó en otra de las cuatro coordinaciones territoriales que se ubican en la alcaldía Azcapotzalco. En ninguna halló a Rodrigo.
Desde el pasado sábado, Rodrigo ha buscado con su defensa señalar al MP de la Coordinación Territorial GAM-4 haber sido detenido y golpeado por policías de civil. Foto: Cortesía
Eran cerca de las 21:00 horas cuando apareció el señor de 58 años. La mamá de Rodrigo hizo contacto con él, quien le narró que el joven estaba siendo golpeado en el vehículo en el que los llevaban. Aseguró que se iban ensañando con el joven del catéter, que nunca les dijeron el motivo de la detención ni les leyeron sus derechos. “Sólo nos golpeaban a los tres, pero más a él”.
Tras casi cuatro horas después, la mamá de Rodrigo junto con su otro hijo dieron con él en la Coordinación Territorial GAM-4, sin saber por qué se encontraban en ese lugar, cuál era su situación jurídica, por qué no le habían garantizado el derecho a una llamada y una serie de irregularidades que advirtieron, pues en principio la distancia relativamente corta entre una alcaldía y otra, que no implicaba más de media hora de traslado. Para entonces, otros familiares se habían movilizado vía Twitter para demandar a las autoridades de justicia la localización de Rodrigo.
A las 00:15 horas del domingo, en una consulta en la plataforma del Registro Nacional de Detenciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana , el nombre completo de Rodrigo se podía leer con una supuesta detención a las 8:50 horas, más de 60 minutos después de haber sido detenido, y a una distancia de no más de 20 minutos de la Calle 7 y Calle 24, colonia Del Gas, alcaldía Azcapotzalco hacia la coordinación territorial GAM-4, alcaldía Gustavo A. Madero.
Una vez ante el Ministerio Público, de nombre Miguel Ángel Cruz, la familia de Rodrigo tuvo que enfrentar un trato “déspota, grosero y poco abierto para dar información”, acerca de la detención del joven.A menos de 48 horas de su puesta a disposición ante el MP, Rodrigo y Érik van camino a un reclusorio de la Ciudad de México.
Pese a su situación de vulnerabilidad, Rodrigo y su familia que denuncian violaciones a sus derechos humanos, así como el maltrato en las galeras de GAM.4, donde este lunes a las 14:00 horas le impedían el paso de sus alimentos del desayuno, enfrentará a un juez de Control donde sus abogados deberán exponer la inocencia de Rodrigo, que nunca robó a nadie y que fue golpeado, lo que quedó asentado por médico legista que se negaba a reconocer moretones recientes en el cuerpo de Rodrigo.
“Puesta a disposición debe ser de inmediato”: Lilian Chapa Koloffon
Consultada por Crónica sobre la inmediatez en que un detenido debe ser puesto a disposición del Ministerio Público, Lilian Chapa Koloffon, investigadora senior del World Justice Project (WJP), editora del blog sobre política de seguridad y columnista, señaló que esto deber ser sin demora, de manera inmediata. “De lo contrario, los policías deben siempre argumentar el motivo de tardar en llegar ante el MP desde la detención de una persona.
“Es muy clara la ley, el Código Nacional de Procedimientos Penales señala que la puesta a disposición debe de inmediato, y si esto no ocurre la aclaración debe quedar comprobada en el proceso de investigación que se realiza”.
Rodrigo y Érik fueron remitidos ante el MP por dos policías de la SSC, luego de un intercambio que hicieron los elementos vestidos de civil que luego de robar y vejar a tres hombres los cambiaron a una unidad oficial para su presentación ante el MP.
La mamá de Rodrigo refiere que de las pertenencias con las que el sábado salió de casa sólo entregaron 35 pesos. “No sé nada de su celular, de sus identificaciones, como licencia de manejo e INE, ni de sus tarjetas bancarias”.
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