Morenistas disidentes con la dirigencia nacional del partido convocaron a una convención en el Monumento a la Revolución para exigir "la reconstrucción" de esa agrupación rumbo a la elección del 2024.
Será la segunda reunión de la Convención Nacional Morenista, encabezada por integrantes de la dirigencia nacional, funcionarios federales y ex líderes del partido en estados.
En la primera convocatoria participaron Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica; los ex secretarios de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, y de Medio Ambiente, Víctor Toledo; así como el padre Alejandro Solalinde, el académico John Ackerman y la ahora propuesta de Embajadora en Panamá, Jesusa Rodríguez.
A un mes de que se realice el Congreso Nacional, en el que se modificarán los estatutos del partido, este grupo de militantes diseñará una propuesta, principalmente para no dar cabida a personajes que militaron en otros partidos y llegan para obtener candidaturas.
También presentarán una iniciativa sobre el proyecto de gobierno para el 2024-2030, y para construir una "red nacional de asambleas municipales", cuya misión sea rescatar lo principios originales del movimiento.
En otra mesa, se hablará sobre la opacidad de Morena en sus finanzas internas y se exigirá una auditoría, cuyos resultados deberán ser públicos; así como los gastos del líder del partido, Mario Delgado, las prerrogativas de la institución y la necesidad de mecanismos de transparencia.
En total se organizarán ocho grupos de debate, entre ellos la capacitación de morenistas sobre los valores de partido, la participación de jóvenes en la vida interna, así como de grupos de la diversidad sexual.
Rumbo a la elección del 2024, afirman en su convocatoria, el partido nuevamente será rehén "de oportunistas y chapulines" de otros partidos para conseguir cargos.
"Este asalto al partido por políticos ambiciosos no sólo pone en cuestión los principios fundacionales del movimiento, de no mentir, no robar y no traicionar, sino que también empieza a afectar la viabilidad electoral de nuestro partido.
"Quienes militamos en las filas de obradorismo tenemos la obligación histórica de cerrar filas para evitar que el crecimiento vertiginoso de nuestro movimiento destruya sus raíces y que la construcción de cada vez más pisos a nuestro hermoso edificio colapse los cimientos de la casa común", aseguran.
Advierten que la "unidad" que pregonan los líderes de Morena con "matracas y trompetas" en actos masivos, no es real, sino imposición, exclusión y sectarismo.
El encuentro se realiza en medio del caos que aún vive Morena tras su elección interna, pues apenas se han transparentado los resultados de 9 de las 32 entidades.
En la conferencia de prensa del lunes pasado, Delgado se burló de que los disidentes, como Ackerman, no habían quedado como congresistas.
"Que se queden con sus cargos", reviró el académico de la UNAM, quien aseguró que desde fuera de los órganos de dirección buscarán reencauzar al partido.
Por ello confió en que en su reunión del domingo multipliquen la asistencia de su primera convención, a la que asistieron 4 mil morenistas, según los organizadores. En la segunda convención también se harán un resumen de las trampas y anomalías del proceso interno.
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