La posibilidad de una vacante inminente en el gabinete, por la posible renuncia de Javier Jiménz Espriú, genera movimientos en diversos sectores del Gobierno que quieren hacer pie en una dependencia estratégica en materia económica.
Según pudo conocer LPO, el jefe de la Oficina Presidencial, Alfonso Romo recomienda el ascenso de la subsecretaria Salma Jalife, que es de su entorno. Romo venía en franco descenso al interior del Gobierno pero el viaje a Washington le permitió recuperar terreno que ahora se verá si eso se materializa en poder real.
Para Romo es una oportunidad imperdible porque controlar una secretaría como SCT le daría más capacidad de poder plasmar en hechos lo que habla con los empresarios. Ese es su gran drama desde el comienzo de la 4T: para los hombres de negocios reunirse con Romo implica charlas amenas, buenas promesas pero casi nunca acciones reales.
En Palacio Nacional agitan también la idea de que el cargo sea para un vicealmirante de la Semar. Esta fuerza acaba de asumir el control total de los puertos y otorgarle la SCT vendría a implicar el cierre del círculo. A Andrés Manuel López Obrador le interesa la idea y en las próximas horas recibirá algunos perfiles recomendados por el secretario Rafaél Ojeda.
El propio Jiménez Espríu también tiene interés en el movimiento ya que le gustaría dejar como su sucesor al actual subsecretario de Infraestructura Cedric Escalante, que tiene el plus de ser de Tabasco y de tener buena relación con Octavio Romero, actual mandamás de Pemex y amigo del presidente.
Gerardo Ferrando, actual titular del Grupo Aeropuertario CDMX, también se ha movido fuerte en los medios para instalarse como posible sucesor aunque sus chances son menores.
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