Mientras millones de personas en Jalisco temen que la Covid-19 los sorprenda sin seguro médico ni atención hospitalaria, el gobernador Enrique Alfaro puede dormir plácidamente, porque tiene un millonario botiquín a su servicio con cargo al erario.
PURO TALEGON
Ese servicio médico VIP incluye 15 productos comprados con dinero público en diciembre de 2019, para el uso exclusivo del “Despacho del Ciudadano Gobernador”, que incluye, entre otros bienes, tres tanques de oxígeno de 5 mil 220 pesos cada uno y un kit de reanimación comprado por 330 mil 252 pesos.
Durante la pandemia, los tanques de oxígeno se han vuelto productos urgentes para los pacientes con insuficiencia respiratoria por el nuevo coronavirus. Sin embargo, no todos pueden acceder a ellos: los que tienen más recursos económicos han acaparado los tanques, provocando escasez en el mercado. Lo que obliga a las personas con menos dinero a pagar hasta el doble o el triple por ese insumo médico para salvar la vida de un ser querido.
El gobernador Enrique Alfaro también dispone de un desfibrilador “extremo” que costó 330 mil 252 pesos, el mismo precio por el cual su administración pagó un “foro médico” y un “tope p/balas”, enlistados en las compras de Equipo Médico y de Laboratorio para su despacho.
Falta más: el mandatario local tiene su propio aspirador de secreciones, que costó 13 mil 688 pesos, y un equipo de urgencia de 10 mil 440 pesos. E incluso pagó con dinero público los gastos más pequeños para su beneficio, como un baumanómetro de 870 pesos –para monitorear su presión arterial, un mal que padece desde hace varios años– y tres botiquines básicos, entre otros productos.
Se adquirieron tres tanques de oxígeno para el despacho del "C. Gobernador".
LA DESIGUALDAD EN LA PANDEMIA
En el otro extremo de la realidad están los jaliscienses que no pueden blindar su salud con el presupuesto público: el 12.6% de los fallecidos por el nuevo coronavirus en la entidad murieron sin atención hospitalaria, de acuerdo con la base de datos abiertos de la Secretaría de Salud federal.
La desigualdad en la pandemia fue analizada en el estudio “Mortalidad por COVID-19 en México”, del investigador Héctor Hiram Hernández, quien encontró que el 71% de los muertos por el nuevo coronavirus tenían una escolaridad primaria o inferior, lo que tiene una relación con sus ingresos económicos. Es decir, los más pobres del país tienen mayor posibilidad de morir durante la emergencia sanitaria.
Y viceversa: el estudio ubica que los que tienen el menor porcentaje de mortalidad por la Covid19 –debajo del 0.1%– son “funcionarios y directivos”, una categoría en la que podría entrar el gobernador Enrique Alfaro con ese botiquín VIP que guarda en su despacho y que supera los 1.3 millones de pesos… más su sueldo de 78 mil 942 pesos mensuales.
RECORTES A SALUD PERO NO A PROPAGANDA
Esta no sería la primera controversia que enfrenta Enrique Alfaro respecto al gasto de su gobierno en el sistema de salud: en mayo pasado, el mandatario de Movimiento Ciudadano propuso al Congreso local modificar el presupuesto del estado por la pandemia, pero en lugar de fortalecer las finanzas de los hospitales, las debilitó.
El gobernador planteó recortar 3 millones 255 mil pesos a la Secretaría de Salud de Jalisco y quitarle 53 millones 740 mil pesos al Hospital Civil de Guadalajara, donde se atiende a pacientes con Covid. Además, propuso recortar los fondos para la prevención del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH), una de las comorbilidades más peligrosas para quienes contraen el nuevo virus.
Pero Enrique Alfaro no quitó ni un peso del presupuesto a los gastos que tienen que ver con la propaganda de su gobierno: intactos quedaron los fondos de “servicio de creación y difusión de contenidos por internet” (37.2 millones de pesos), “servicios de la industria fílmica, sonido y video” (19.9 millones) e “información en medios masivos” (14.2 millones), así como el gasto de 1.7 millones de pesos en el pago de facturas de los celulares de altos funcionarios.
Apoyado en esos servicios de imagen pública, Enrique Alfaro ha intentado construirse una imagen como el gobernador opositor por excelencia a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de duras críticas al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
DURO CONTRA LÓPEZ-GATELL
El 17 de julio pasado, Enrique Alfaro usó sus redes sociales para criticar el anuncio del subsecretario López-Gatell sobre el regreso de Jalisco al color rojo –el de alerta máxima–en el semáforo epidemiológico y amagó con ignorar los consejos del gobierno federal y seguir su propia estrategia.
“Hay cosas que no tienen remedio. @HLGatell sigue en su agenda política. Sus caprichos ya le costaron muchas vidas a México. No entiende que la pandemia es un asunto serio. Avanzamos un paso y él se encarga de echar de nuevo todo a perder.
“Sin decir agua va, vuelve a cambiar los criterios para hacer el semáforo y nos pone en rojo porque se le antoja. Nosotros ya no vamos a engancharnos con él. A cada quien lo pondrá en su lugar la historia”, tuiteó desde la cuenta @EnriqueAlfaroR.
Se trata de la más reciente de una serie de confrontaciones entre el jalisciense y el epidemiólogo, que comenzaron desde el anuncio de la pandemia, cuando apenas se definía cuándo suspender los actos masivos, cómo y cuántas pruebas masivas aplicar para rastrear casos y cuáles son las medidas efectivas de confinamiento social. Mientras el gobernador Enrique Alfaro apostó desde un inicio por políticas de mano dura, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el subsecretario Hugo-López Gatell eligieron el camino de convencer sin obligar.
Acaso, la diferencia más notoria entre el gobierno federal y el de Jalisco está en el uso del cubrebocas: mientras desde Palacio Nacional se ha matizado el rechazo inicial al cubrebocas, Enrique Alfaro promueve su uso tanto como puede, incluso aprobando sanciones contra quien no lo porte en lugares públicos y usándolo junto al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien únicamente se ha dejado ver en público con cubrebocas durante su viaje en avión hacia Estados Unidos para su reunión con el presidente Donald Trump.
“Hace unos días estuve con un secretario y un diputado que dieron positivo en la prueba de #COVID19. He seguido todos los protocolos de sanidad y no tengo síntomas, pero decidí hacerme la prueba”, tuiteó Enrique Alfaro el 15 de junio de 2020.
“Gracias al uso de cubrebocas y a la distancia con otras personas, mi prueba dio negativa, no tengo el virus y, mejor aun, no lo he esparcido a nadie más”.
En ese tuit con tono triunfador, Enrique Alfaro olvidó agradecer a otro insumo médico que su salud esté protegida, a diferencia de los mil 310 jaliscienses que han muerto en la pandemia (hasta la noche del 22 de julio): su botiquín millonario que está al alcance su mano gracias al dinero público.
Fuente.-@emeequis/
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