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sábado, 8 de julio de 2017

!!! YA CRUZAMOS TAMAULIPAS !!!...la linea entre la paz y la violencia.

Imagen.-Internet/Twitter/

El 4 de julio pasado mexicanos y norteamericanos festejaron el Día de la Independencia de los Estados Unidos en distintas ciudades fronterizas del vecino país como El Paso, Brownsville, McAllen y la Isla del Padre.

Hombro con hombro, se mezclaron ambas nacionalidades viendo los tradicionales juegos pirotécnicos.

En estas ciudades, los hispanos cada vez se sienten menos bienvenidos. Además, se han convertido en lugares complicados de visitar, ya sea por las altas probabilidades de violencia en la carretera o la debilidad del Peso.

Lo que antes era un trayecto fácil de realizar en un fin de semana cualquiera, ahora es toda una odisea llena de amenazas, horarios vespertinos y oraciones para no ser víctimas de un asalto, levantón o bala perdida.

Cruzar Tamaulipas es especialmente riesgoso. Justo la semana pasada falleció un niño de 7 años víctima de un ataque a balazos en la carretera de Reynosa a San Fernando.

La entidad está sumida en un tipo de guerra civil con "huérfanos, desaparecidos, casas abandonadas, ranchos abandonados" y donde "las carreteras no se pueden transitar por la noche", dijo a Sin Embargo Guillermo Gutiérrez Riestra, quien lleva casi seis años buscando a su hija Raquel, desaparecida en septiembre del 2011.

NOTA RELACIONADA:

Donald Trump busca proteger a los estadounidenses de las salpicaduras de violencia que podrían alcanzar tierras americanas. No obstante, políticas enfocadas a endurecer la frontera podrían tener sorpresivas consecuencias en ambos lados de la frontera.

Fortalecer las defensas encarece el contrabando y resulta en más dinero para las redes criminales, escribe Ioan Grillo, autor de "Gangster Warlords: Drug Dollars, Killing Fields and the New Politics of Latin America" (titulado en español "Caudillos del Crimen: De la Guerra Fría a las Narcoguerras").

Grillo explica que los cárteles sacan provecho de una frontera más difícil de penetrar al elevar sus precios y, por ende, crecer su industria millonaria.

Para proteger sus ganancias, utilizan una violencia brutal que desestabiliza a México y obliga a miles de mexicanos a dirigirse al norte en busca de asilo, teniendo el efecto contrario de lo que los norteamericanos quieren.

"Esto nunca se va a detener, ni el narcotráfico ni los ilegales", dijo un contrabandista conocido como "Flaco" a The New York Times. "Habrá más túneles. Más hoyos. Si no pasa por arriba, pasa por abajo".

Hace cuatro décadas, Richard Nixon declaró la famosa "guerra contra las drogas". Billones de dólares se invirtieron en agentes fronterizos, soldados y en la persecución de criminales. Sin embargo, los narcóticos se siguen adquiriendo con gran facilidad en todo Estados Unidos.

En México, Felipe Calderón también le dio banderazo al combate a las drogas. De acuerdo a The Guardian, los logros en este tema incluyen una mayor colaboración entre las organizaciones de inteligencia norteamericanas y mexicanas, que resultaron en arrestos y detenciones en la compra-venta de drogas.

Según datos oficiales, aunque no han sido confirmados por fuentes independientes, 25 de los 37 criminales en la lista de los más buscados de la administración de Calderón fueron capturados.

Más de 110 mil toneladas de cocaína fueron aseguradas, y casi 180 mil hectáreas de mariguana fueron destruidas durante su sexenio.

A pesar de estos logros, los mexicanos no hemos recuperado la paz ni la seguridad. Pareciera que sucede todo lo contario, nuestro País se desangra.

Es entendible que la respuesta del exterior sea protegerse de un México que se percibe extremadamente inestable e inseguro.

No obstante, de acuerdo al Instituto Igarapé de Brasil, los pueblos que alinean la frontera del lado norteamericano son de los más seguros en todo Estados Unidos aunque la franja del norte de México que colinda con ellos es considerada uno de los lugares más violentos del hemisferio.

En el 2015, la tasa de homicidios en 23 condados fronterizos americanos era de 3.2 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Esta cifra es menor a la tasa de homicidios nacional de ese mismo año, que era 5.3.

Mientras tanto, 35 municipios fronterizos mexicanos tuvieron un promedio de 20.8 asesinatos por cada 100 mil habitantes, es decir, una tasa 6.5 veces mayor que la de nuestros vecinos del norte.

El organismo U.S. City Crime Rankings no enlista ni una sola ciudad norteamericana que colinda con México dentro de las 60 urbes más peligrosas de Estados Unidos.

En México -y más en Monterrey- lo sabemos. Llegar al otro lado es soltar la respiración con alivio y avisar a los seres queridos que "¡ya cruzamos!". 

Fuente.-canalescelina@gmail.com




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