Así como lo lee. México está peor que Venezuela. Solo falta analizar un poco las estadísticas de la inseguridad, la violencia del narcotráfico, los crímenes cometidos por el Estado, los feminicidios, la crisis económica, los minisalarios, la pobreza extrema que aumenta inexorablemente y que afecta a 60 millones de mexicanos, el remate de la industria petrolera a los amigos del gobierno, la corrupción endémica, los gobernadores rateros, los políticos saqueadores del erario, los funcionarios enriquecidos ilícitamente, el derrumbe de la educación pública, el desastre de la seguridad social, la inexistente sanidad pública, los miles y miles de desaparecidos, las miles de fosas clandestinas sin abrir, los miles de cadáveres sin identificar, el incremento del abismo que separa a ricos y pobres, el aumento a un 1000 por ciento de la tortura por agentes del Estado, las masacres y matanzas indiscriminadas del Ejército, la Marina y la Policía Federal, la connivencia de los carteles de la droga con los gobiernos municipales y estatales y en las altas esferas de todos los poderes facticos, el imperio del delito en estados fallidos contralados por el narcotráfico, la quiebra de las universidades públicas utilizadas como cajas chicas del gobierno en turno, el desmantelamiento de hospitales públicos, el fracaso de la vivienda pública entregada a desarrolladores privados amigos para construir casas de 40 metros cuadrados, el asesinato indiscriminado de periodistas colocando a México en el país más peligroso para ejercer el periodismo en el mundo…
Si todo lo anterior es información pública, no entiendo por que el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray ha dedicado los últimos meses, tiempo, esfuerzo y dinero de los mexicanos, a denostar a Venezuela.
¿Qué intereses mueven al canciller Videgaray para convertirse en esbirro de Estados Unidos? Es evidente que su dura e inflexible postura contra Venezuela intenta suavizar su relación con el gobierno racista de Donald Trump.
Recordemos que en la pasada 47 Asamblea de la OEA, México con Videgaray como portavoz fue la posición más dura junto a otros 13 países, entre ellos, Colombia, Argentina o Brasil –con el respaldo de Estados Unidos–, buscaron una rotunda resolución de condena contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Para ello Videgaray contó con el apoyo del verdugo y azote de Venezuela, Luis Almagro, títere de Estados Unidos y secretario general de la OEA.
¿Y sabes ustedes por qué Videgaray critica a Venezuela? Porque dice que el Gobierno de Venezuela tiene rasgos autoritarios y que el país dejó de ser una democracia funcional.
Extraño que el canciller critique a nuestro país hermano por lo mismo que padecemos en México. ¿A poco el gobierno de México no tiene rasgos autoritarios? ¿No me digan que México es una democracia funcional?
Peor aún. Las declaraciones de Videgaray son sorprendentes. No se vaya a morder la lengua: “Hoy por hoy, Venezuela no es una democracia y estamos viendo rasgos, francamente autoritarios…el uso recurrente de tribunales militares para enjuiciar civiles, esto es el rasgo de un gobierno autoritario y es algo que a todos nos debe de preocupar y a todos nos puede involucrar”.
Vamos a ver. En México el fuero militar no ha permitido enjuiciar a miembros del ejército que han cometido graves crímenes como ejecuciones extrajudiciales en Tlatalaya, Tanhuato o Apatzingán. Ese mismo fuero militar no ha permitido que se investigue a los militares involucrados en la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Las más de 7 mil denuncias por graves violaciones de derechos humanos cometidas por miembros del Ejército que se han presentado ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) no hablan de que México sea una democracia funcional, incluso ni siquiera una democracia a secas.
Otra de las preocupaciones de Videgaray en torno a Venezuela es la cuestión electoral. El canciller está angustiado porque en aquel país no se respeta la voluntad popular.
Mira tú por donde que lo mismo pasa en México. Más le valdría a Videgaray echar un vistazo a las denuncias de fraude electoral cometidas en las últimas elecciones en el Estado de México o en Coahuila, por ejemplo, donde casualmente tampoco se respetó la voluntad popular y el partido en el poder, su partido, el PRI, se dedicó a comprar votos de manera descarada, alterar actas, manipular el padrón y hacer todo tipo de chanchullos para sabotear la voluntad popular. Eso tampoco habla de una democracia funcional en México, ni siquiera de una democracia.
El canciller se muestra igualmente angustiado porque en Venezuela no existen autoridades independientes en términos electorales. ¿Por qué no echa un vistazo al cochinero encabezado por Lorenzo Córdova Vianello en el Instituto Nacional Electoral (INE) una institución caricatura que simula imparcialidad a la hora de evaluar los conflictos poselectorales para sostener el poder del PRI.
Tal vez, Luis Videgaray no sabía que México está peor que Venezuela, gracias al gobierno de Enrique Peña Nieto del que forma parte.
Fuente.-@SanjuanaMtz
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