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| Imagen.-Internet/ |
Las dos últimas veces que pasé por ese sitio estaban construyendo la magna obra. Para cruzar Cuernavaca, hice hora y media, a vuelta de rueda, de ida al puerto de Acapulco y otro tanto de regreso a la Ciudad de México.
Fue por eso que me entusiasmé cuando el 4 de abril pasado, el presidente Enrique Peña Nieto, acompañado de los gobernadores Graco Ramírez de Morelos, Eruviel Ávila del Edomex y Héctor Astudillo de Guerrero; así como del titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza y del alcalde de Cuernavaca, el mediocampista Cuauhtémoc Blanco, inauguró lo que se bautizó como la Ampliación y Modernización del Libramiento Cuernavaca Paso Express, Tlahuica.
La obra que se comenzó a construir en noviembre del 2014 por la empresa española (¿qué en México no hay constructoras capaces?) Constructora Aldesa, estaba proyectada para entregarse en julio del 2016, pero surgieron contratiempos, como los que tuvieron los constructores con los dueños de las casas situadas a los lados de la autopista, entre otros, que retrasaron la entrega de la obra hasta el pasado mes de abril.
El proyecto original cotizado por Aldesa fue de 1,050 millones de pesos, pero la Secretaría de Comunicaciones y Transportes terminó pagando 2,213 millones de pesos. Es decir, costó 1,163 millones de pesos más de lo calculado. (Al parecer los españoles presupuestaron espejitos para negociar con los propietarios de las casas situadas a la orilla de la carretera, pero éstos exigieron dinero en efectivo).
El libramiento es una vía de asfalto y cemento con una extensión de 14 y medio kilómetros con 10 carriles —4 de largo itinerario, sin ninguna desviación, hasta entroncar con la Súper del Sol y seis más para los vehículos que transitan por la capital de Morelos—.
Recuerdo los anuncios donde el gobierno federal nos comunicaba con la melodiosa voz de un locutor la feliz nueva: “Antes cruzar la ciudad de Cuernavaca hacia Acapulco era muy tardado. Ahora con la ampliación del Libramiento de Cuernavaca, Paso Express, Tlahuica, mejoramos la calidad de vida de los que transitan en la región. ¡Lo bueno cuenta y cuenta mucho!
Ayer, 12 de julio, a sólo tres meses nueve días de su pomposa inauguración, la flamante Ampliación, el moderno Libramiento, el nuevo Paso Express, sufrió un colapso. En el kilómetro 93, a las 6:55 horas, se abrió la tierra: un socavón tremendo de cinco metros de profundidad y dos carriles y medio de ancho —aproximadamente 12 metros y medio—. En ese momento circulaba por el lugar un automóvil Jetta con dos personas a bordo que cayeron en la hondonada. Al filo del mediodía se supo que los ocupantes del vehículo, Juan Mena López y Juan Mena Romero, padre e hijo, habían fallecido. En un principio se habló de que también había caído una motocicleta. Al parecer, hasta el momento de redactar lo que usted lee, no se ha comprobado que fuera así.
Según supimos por una entrevista que le hizo la conductora del Noticiero Milenio Digital, Magda González, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, estuvo toda la mañana en el lugar de los hechos hasta que encontraron a las dos personas fallecidas y sacaron el vehículo en el que viajaban. Al referirse a los muertos dijo: “Bueno, pues ya, este triste episodio pasó. Vamos a atender a la familia, a las familias, a las familias de los dos que serán la misma familia, supongo yo. Ya les hablamos de una indemnización por parte de la carretera, de la autopista; de una indemnización por parte del constructor que ofrece, también, una cantidad similar a la autopista, que son un millón de pesos en total, de los dos que son 500,000 pesos cada uno (francamente me parece muy pinche la indemnización por parte de los empresarios españoles ‘¡socab(r)ones!’) y yo les ofrecí también a los familiares que estaban ahí (nomás de curiosos) que abogaría por que hubiera una cantidad adicional también para resarcir esto (¡qué amable! ¿Ante quién va a abogar? Sólo existe una persona de mayor jerarquía que él, el presidente de la República) que no tiene precio, pero que, al menos, indemnice de acuerdo con la ley de la mejor manera y veré, personalmente, que sea de la manera más rápida posible (ojalá y no se retrasen en el pago como se retrasaron en construir el libramiento)”.
Aquí cabe recordar que el señor secretario de Comunicaciones y Transportes hace casi tres meses, cuando entregó la obra, aseguró: “Por las especificaciones de la construcción y los materiales usados en ella, se garantiza una durabilidad de 40 años”. Al parecer a don Gerardo ya se le olvidó su aseveración porque muy temprano, apenas se supo lo ocurrido, tuiteó: @gruizesp “Debido a falla en el drenaje que cruza el Paso Express de Cuernavaca se reblandeció el subsuelo y provocó un socavón en Km.93. Precaución”. En otro país el tuit hubiera contenido el siguiente texto: @gruizesp “Debido a la falla que tuve cuando aseguré que el Paso Express de Cuernavaca duraría 40 años, en este momento me voy por el drenaje”.
Fuente.-Manuel Ajenjo/
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