Visitanos tambien en:

domingo, 13 de mayo de 2018

"LOPEZ OBRADOR la POSIBILIDAD de ROMPER el CIRCULO VICIOSO",DICE ESCRITOR...entre el resto,un tecnocrata y un delfín de plutócratas.

Entre la preparación de su nuevo libro, el relato histórico El incendio de la mina El Bordo, y los exámenes finales en la Universidad de Tulane (Nueva Orleans), donde imparte clases, Yuri Herrera (Actopán, 1970) ha encontrado un hueco para responder por correo electrónico al cuestionario de este periódico sobre las elecciones presidenciales de julio en México, unos comicios que, para el autor de Señales que precederán al fin del mundo o La transmigración de los cuerpos, son de cambio para el país norteamericano. 
Pregunta. ¿Cómo se ve desde fuera la campaña electoral?
Respuesta. No sé si cuando dices “desde fuera” te refieres a las personas que trabajamos fuera de México y que volvemos constantemente. Hay más maneras que la residencia permanente de estar vinculado con tus lugares. Por otro lado, ya no se puede estar “fuera” de los procesos políticos; aún si alguien se propone aislarse (sobre todo quien se propone aislarse o se llama a sí mismo “apolítico”), está cumpliendo un rol dentro de estos procesos. Ya no hay un “afuera” definitivo. Ahora, mi impresión es que buena parte de los medios más poderosos y convencionales no se toman el trabajo de analizar lo que está sucediendo más allá de las encuestas y de la repetición de ciertos términos intercambiables (moderados, reformistas, populistas, etc.) y que solo hablan de la violencia como algo inmanente, sin mucho análisis de sus brazos políticos y financieros, con contadas excepciones. Por fortuna, la información ya circula de muchas otras maneras.
P. ¿Por dónde debería empezar a cambiar México? ¿Cree que estas elecciones supondrán un cambio?
R. Eso espero, y creo que eso espera mucha gente, por eso los especuladores, propagandistas y traficantes de influencias que se han beneficiado de su cercanía con el Gobierno durante los últimos sexenios están en pánico y han comenzado a recurrir al mismo discurso de odio del 2006 y de 2012, las viejas amenazas de que si no gana PRI o PAN vendrá la inseguridad, la pobreza, el descrédito internacional, es decir, lo que ha sucedido con ellos en el poder. O quizá más que una campaña de odio se trate de una confesión de parte: describen lo que creen que va a pasar porque en verdad no entienden otra manera de ejercer el poder que no sea a través del contubernio y el desprecio hacia los ciudadanos.  Pero también tengo claro que los cambios más sustantivos ya han comenzado a suceder por fuera de la clase política: gracias a las comunidades que se están organizando para resistir la devastación de las compañías mineras, gracias a las madres que se han organizado para encontrar a sus hijos, por ejemplo.
P. ¿Cree que las últimas agresiones e insultos de Trump (TLC, muro) van a tener algún efecto?
R. Tienen efectos todos los días; para empezar, la legitimación de los grupos de odio que desde hace mucho están ahí pero que ahora han salido a la luz sin máscaras, y hostigan permanentemente a los migrantes, quienes tuvieron que soportar un tremendo acoso institucional durante los años de Obama, pero la diferencia es que ahora la xenofobia se ha normalizado dentro de la esfera pública estadounidense.
P. ¿Va a votar?
R. Sí, las elecciones no son la única herramienta política, pero no debemos desaprovecharlas. Porque además es una falacia eso de que “todos son iguales”, como si el candidato del PRI no hubiera administrado las arcas públicas mientras sucedieron monumentales estafas en los últimos años, o como si el candidato del PAN no estuviera involucrado en lavado de dinero. Solo un candidato, López Obrador, ha establecido como sus prioridades el combate a la pobreza y cambiar la desastrosa estrategia de seguridad pública. Y eso que AMLO no es un izquierdista; es —siempre lo ha sido—, un socialdemócrata con una faceta claramente conservadora, pero es un hombre honesto. No sé qué tanto pueda hacer contra el monstruo de corrupción que le están dejando, lo que sí me entusiasma es el impulso que en estas elecciones puedan recibir los militantes de Morena, no los aliados oportunos que se han sumado a última hora, sino los militantes de verdad, que desde hace tiempo han tenido claridad sobre ciertos asuntos, aún más que su candidato, en especial con relación al derecho al aborto y la legalización de las drogas.
P.  Como es escritor, ¿cómo definiría en una frase breve o corta a los tres candidatos?
R. Meade, el último pataleo de la tecnocracia; Anaya, el tétrico delfín de la plutocracia; AMLO, la posibilidad de romper el círculo vicioso.
P. Hay una cierta sensación de hartazgo en la sociedad mexicana ¿por qué cree que no se reclama más?
R. Se reclama mucho, pero ni hay respuestas institucionales expeditas y eficientes ni la prensa difunde lo suficiente esos reclamos. Creo que el Gobierno ha interpretado como apatía y como falta de memoria lo que más bien puede ser una población que está construyendo soluciones al margen de funcionarios incompetentes o corruptos. Además, creo que el desplome de los candidatos oficialistas es también una forma de reclamo y un intento de transformar al país por la vía pacífica.
P. ¿Por qué tantos mexicanos que alcanzan el éxito acaban viviendo fuera del país?
R. Creo que el fenómeno migratorio no puede limitarse a etiquetas simplonas, como el miserabilismo o el exitismo. Los migrantes se buscan una nueva vida por muchísimas razones: por trabajo, porque se han cansado de la violencia, porque quieren ir a ver si eso que les han contado es como les han contado. Pero además entre la gente que se queda hay mucha a la que no se le presta atención: deportistas ninguneados, científicos sin presupuesto, artistas sin espacios para compartir su trabajo, que sin embargo no dejan de enriquecer su entorno. Es cosa de poner atención a la gente que no se deja vencer por el cinismo o el desaliento.
P. ¿En qué México se reconoce?
R. En la gente que se pregunta cómo está su vecino, cómo está su compañero de trabajo, cómo pueden ayudar a los que son menos privilegiados. Los que saben que la calidad de vida es mucho más que una estadística. ¿Recuerdas a Peña Nieto regañando a sus críticos porque “estamos viviendo los mejores tiempos de los que haya registro en la historia de la humanidad”? Lo dijo el presidente de un país plagado de fosas comunes y donde el crimen organizado puede desaparecer estudiantes sin consecuencias. Y lo repiten sus propagandistas, sin moral o sin cerebro, para quienes los promedios son más importantes que las historias concretas de la gente de su comunidad.
Fuente.-Diario Español.

ANAYA "TRAIDOR y AMBICIOSO" PERDIO UNICA ELECCION del 2000 en QUE HA PARTICIPADO...el resto las prlurinominales se las han regalado.

Calificar de meteórica la trayectoria política de Ricardo Anaya (Naucalpan, Estado de México, 1979) sería quedarse corto. El expresidente del PAN y candidato de Por México al Frente, de 39 años, persigue a las carreras al líder de los sondeos, Andrés Manuel López Obrador rumbo a los comicios del 1 de julio. Todavía lejos de su adversario del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Anaya mantiene su mirada fija en la presidencia anclado en los rasgos que han marcado su breve carrera: una ambición profunda y un intenso tesón. Este carácter catapultó a un discreto pero astuto político de provincias con estudios de maestría en Derecho Fiscal y un doctorado en Ciencia Política a los principales reflectores de la política nacional.
Hace algunos días, Anaya contó una historia a sus simpatizantes en San Juan del Río, un municipio de Querétaro, el Estado al centro de México donde creció e inició su carrera política. El candidato relató en un mitin la fábula de un joven viajero que cargaba una pesada mochila. En un pueblo recomendaron al forastero visitar a un viejo sabio. Al llegar a su casa el joven se sorprendió al ver que este vivía sin muebles. Solo tenía una cama y libros. El viejo le explicó que esa forma de vida era porque él, como el viajero, también estaba de paso. “Todo lo que traemos puesto es prestado”, dijo el sabio. Lo importante es el conocimiento y, según Anaya, “la satisfacción de siempre poder ayudar a alguien”.
La anécdota motivacional no es nueva. Anaya la escuchó por primera vez hace 18 años, cuando realizó su primera campaña para convertirse en diputado local. El candidato tenía entonces 21 años. Aún no finalizaba la licenciatura en Derecho, pero se sintió capaz de ir a buscar un escaño a Pinal de Amoles, un remoto distrito serrano en el que no vivía y que se encontraba a 150 kilómetros de su casa. “Dame una oportunidad”, pidió Anaya al presidente local del PAN, Simón Guerrero y a Francisco Garrido, quien se convirtió en el padre político del hoy candidato presidencial.
Así es como Anaya, un enjuto hombre blanco de clase media hijo de una arquitecta y un ingeniero químico y empresario de zapaterías, llegó a una zona de alta marginación. “¿Y este de dónde es?”, preguntaban los habitantes a Jacob Morado, un panista local. “Yo decía que era mi sobrino y él me comenzó a decir ‘tío’”, cuenta el operador, un hombre cuya tez blanca permitió fingir el parentesco. Morado recuerda que Anaya repasaba los libros de sus clases de Derecho bajo la sombra de un árbol mientras llegaban los simpatizantes a sus mítines.






Ricardo Anaya durante su campaña a diputado local en Pinal de Amoles, en el año 2000.
Ricardo Anaya durante su campaña a diputado local en Pinal de Amoles, en el año 2000.


Solo un joven inexperto y quizá entonces algo iluso podía encarar con optimismo una misión destinada al fracaso. Pinal de Amoles, una bucólica localidad de la Sierra Gorda, era un bastión del PRI. En 1997 el PAN obtuvo solo 725 votos. “Ricardo pensaba que podía ganar”, cuenta Antonio Rangel, su actual operador político y una de las amistades más antiguas de un político que ha sido reiteradamente acusado de traicionar a sus cercanos. 
En las elecciones del 2 de julio de 2000, Ricardo Anaya perdió la diputación con 2.303 votos, un 25% de los sufragios. El PRI triunfó con 3.582. Aquella es la única elección a la que Anaya ha concurrido de forma directa. Su posterior carrera legislativa se formó a través de la vía plurinominal, que permite a los diputados llegar al Congreso por el voto indirecto. “Es algo del temperamento de Ricardo. A mí nunca se me habría ocurrido ir por la vía plurinominal”, cuenta Garrido, quien se convirtió en gobernador de Querétaro en 2003 y quien califica aquella aventura de Anaya como una “campaña testimonial”.
Los cuadros políticos de Pinal de Amoles recuerdan el poder de oratoria de Anaya. “Hacía hincapié en lo religioso y en la doctrina social cristiana”, dice Morado. El joven Anaya citaba la labor de Teresa de Calcuta y sembraba sus discursos con el “hágase tu voluntad” de Tomás de Aquino para apelar a un electorado conservador que hoy en día cuelga mantas en el pueblo para pedir a las mujeres no ponerse el DIU por ser abortivo.

La capacidad argumentativa de Anaya ha dejado huella en la actual campaña. Su elocuencia lo hizo triunfador en el primer debate presidencial, el 22 de abril. El hoy candidato comenzó a interesarse en la oratoria en el instituto San Javier, una preparatoria marista a la que llegó después de ser expulsado del Álamos, un colegio del Opus Dei. Anaya conoció allí a su grupo de amigos, autodenominado El Circo. 
Sus compañeros lo apodaron pronto El Cerillo(fósforo) por su corte a máquina y el color del pelo. En el San Javier aprendió a debatir del mejor tribuno, Toño Rangel. “Me llamaba por las noches para preguntarme por la entonación”, cuenta Rangel. Después de tres años de coaching, el alumno superó al maestro. Anaya quitó a Rangel el primer puesto del concurso de oratoria en el último año de la preparatoria.ue
Ese tesón, hay quienes lo llaman testarudez, fue determinante para que Anaya iniciara su camino político. Su carrera comenzó en 1997 cuando Francisco Garrido visitó su preparatoria para pedir el voto de los jóvenes y convertirse en el primer alcalde del PAN en Querétaro. Garrido triunfó. A los pocos días de su victoria se encontró sentado afuera de su oficina a un niño que le era familiar. Lo había visto en el Club Campestre, donde vivía la clase acomodada de la ciudad. El niño, Anaya, se presentó durante cuatro días consecutivos para pedir trabajo al alcalde electo. Un poco harto del pedigüeño y convencido por su entonces esposa, Garrido le ofreció el Instituto Municipal de la Juventud. Como única condición le exigió que no dejara los estudios universitarios. “Para mi sorpresa sacó puro 10”, cuenta Garrido en su oficina.
Anaya aprendió en su primer cargo a hacer políticas públicas. Viajó a Jalisco y a Ciudad de México para copiar modelos. Organizó conciertos con grupos de rock y ska como La Matatena y Panteón Rococó en las zonas populares de la ciudad. También combatió la propagación del grafiti imponiendo multas de 6.000 pesos (300 dólares al cambio de hoy). El cargo le permitió investigar lo suficiente para dedicar al tema su tesis de licenciatura. “Chacal es una de las palabras más típicas del vocabulario de los taggers del centro del país, y aunque no es del todo original, fue retomada con desenfreno en el marco del movimiento que engloba a taggersskaters y skaceros… Dicho vocablo es empleado con diversos significados y abarca casi todo lo que en el movimiento graffitero se considera negativo”, escribió Anaya en su tesis. Un conocido acercó el manuscrito de 228 páginas al escritor Carlos Monsiváis, quien terminó escribiendo el prólogo e incluyendo a Anaya en una “nueva generación de investigadores convencidos de la renovación perpetua de las ciudades”.

Propaganda de la campaña del 2000.
Propaganda de la campaña del 2000.


La estancia en el Ayuntamiento ayudó a Anaya, sobre todo, a conocer al equipo de colaboradores que aún hoy conforma su núcleo cercano: Edgar Mohar, Micaela Rubio, Sonia Rocha y Marcela Torres Peimbert, la exesposa de Garrido. “A Ricardo le quitaron los pañales para irse con Paco Garrido”, dice Agustín Alcocer, quien enseñó Teoría de las Obligaciones a Anaya en la universidad y quien lo recuerda como un atento alumno que pedía a sus compañeros apagar los teléfonos celulares en un gesto de deferencia al profesor.
Garrido halló valor en su pupilo. En 2003 lo hizo director de su campaña para el Gobierno de Querétaro. Garrido triunfó y convirtió a Anaya en su secretario particular. Su principal función era coordinar y preparar las juntas del Gabinete. También lo hizo administrador de un importante programa de ayuda comunitaria que tenía un millonario presupuesto con el que debía tejer una red clientelar en el Estado y asegurar la continuidad del PAN en el Gobierno. “Ricardo es muy bueno operando para que las cosas pasen”, cuenta el abogado y empresario. Anaya también hablaba del futuro con su mentor. “Su hoja de ruta era ser senador, gobernador de Querétaro y después quizá buscar la presidencia”, cuenta Garrido.
Anaya está casado desde 2005 con Carolina Martínez Franco. Ambos se conocen del Club Campestre de Querétaro y se hicieron novios desde jóvenes, cuando él tenía 18 años y ella 17. Martínez Franco es hija de Donino Martínez Diez, un importante empresario de origen español dueño de restaurantes, hoteles y negocios inmobiliarios en la capital de Querétaro. Esto permite a la familia Anaya Martínez tener una desahogada solvencia. En 2015 el presidente del PAN dijo en una entrevista que su esposa recibía unos 20.000 dólares mensuales por las empresas de su familia política. Los negocios de Donino, sin embargo, también sobrevuelan las polémicas del candidato. Entre ellas el supuesto lavado de dinero en la compraventa de una nave industrial. Anaya ha sido acusado de aprovecharse de su cargo en el Gobierno de Garrido, de 2003 a 2009. “Si hubiera tenido información privilegiada se la hubiera dado a mis hermanos, no al suegro de Ricardo”, bromea el exgobernador. “A mucha gente le ha ido muy bien con las bienes raíces en Querétaro, no solo a Donino”, asegura Garrido.

El prestigio de Anaya como operador recibió un duro golpe en las elecciones locales de 2009. Tras una desastrosa campaña, dirigida por él y lastrada por un mal candidato, el PAN perdió el poder después de 12 años. Él salvó el naufragio arropándose en una diputación local, asegurada nuevamente por la vía plurinominal, y haciéndose del control de un partido dividido y lastimado por la derrota.
Anaya no desaprovecha las oportunidades cuando se le presentan. Una puerta se le abrió en 2010 con el juego de la sucesión del PAN en Ciudad de México. Esa fue su irrupción en la política nacional. Se convirtió por tercera ocasión en coordinador de campaña. Ahora para Roberto Gil, un diputado cercano al presidente Felipe Calderón, quien quería convertirse en presidente del partido. El asalto fracasó y Calderón, en una operación para sanar heridas internas, compensó al equipo con puestos en el Gobierno. Gil se fue a Los Pinos para ser secretario particular y Anaya se convirtió en subsecretario de Turismo. En ese contexto se dio el desembarco de Anaya en la capital. Los hombres leales al mandatario Calderón veían a un aliado en el político queretano. 
El joven meteoro de la política mexicana aún tenía mucha de su ambición por mostrarles.
Fuente.-Diario Español/

LA "ELITE del PODER",el CONSEJO MEXICANO de los "TRANSAS"...financian campañas que luego les retribuyen mas negocio$ y mas riqueza$.

Es la élite de la iniciativa privada que domina los distintos sectores económicos del país y que durante décadas ha salvaguardado sus intereses financiando campañas presidenciales, recurriendo al chantaje e impulsando cercos publicitarios a medios de información. Se trata del Consejo Mexicano de Negocios, del que Proceso presenta un perfil e identifica a varios de sus miembros. Esta exclusiva cúpula empresarial, beneficiada (en parte) de las privatizaciones que han operado diversos presidentes, tiene su origen en 1962, cuando respondió al interés de frenar el desarrollo de la izquierda en México.
Como “cúpula de cúpulas”, está regido por algunas reglas básicas que cimentan la confianza entre sus miembros: el ingreso de un nuevo integrante debe ser aceptado por unanimidad, la membresía se hereda, las reuniones y su contenido se llevan a cabo a puerta cerrada.
Y, quizás la principal, aunque no haya una postura partidista, todos comparten el mismo objetivo: concretar el proyecto neoliberal en México mediante pactos con el presidente de la República.
Sus refrescos, panes, tortillas, latas, medicamentos, cervezas y licores surten todas las tiendas del país. Controlan los principales espacios de distribución (Soriana, Chedraui, La Comer y Oxxo, entre otros), tienen bancos y aseguradoras, manejan las telecomunicaciones y parte del contenido mediático, detentan las concesiones mineras más redituables, operan las principales empresas de transporte y producen la mayor parte del cemento, del acero y de la pintura.
Aunque sus integrantes se dejan ver cada vez más, aún no hay un registro público de su membresía. Mediante solicitudes de información a la Presidencia de la República y de búsquedas en terceras fuentes, Proceso identificó a por lo menos 52 miembros, entre ellos apenas tres mujeres.
Con excepción de Blanca Treviño de Vega, la primera mujer en ingresar al entonces llamado Consejo Mexicano de Hombres de Negocios –su nombre perdió la palabra “hombres” tras la integración de la regiomontana–, todos heredaron sus grupos o se beneficiaron de las privatizaciones, que el propio organismo –ahora llamado Consejo Mexicano de Negocios (CMN)– promovió durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Entre ellos destacan siete mexicanos que Forbes incluyó en su lista de multimillonarios globales de 2018: Carlos Slim Helú, Alberto Bailleres González, Emilio Azcárraga Jean, Germán Larrea Mota Velasco, María Asunción Aramburuzabala Larreguí, Roberto Hernández Ramírez y Juan Beckmann Vidal.
También lo forman nueve integrantes del “Grupo de los Diez” de Nuevo León: Armando Garza Sada, Rogelio Zambrano Lozano, Tomás González Sada, Sergio Gutiérrez Muguerza, José Antonio Fernández Carbajal, Eduardo Garza, Enrique Zambrano Benítez, Adrián Sada González y Eugenio Garza Herrera.
Acostumbrado a la discreción, el CMN suele expresarse mediante un único canal de comunicación: su presidente en turno, puesto ocupado actualmente por Alejandro Ramírez Magaña, dueño de Cinépolis.
De manera poco habitual, el jueves 3, el CMN publicó en varios periódicos un desplegado titulado “Así no”, en el que calificó de “injuriosas y calumniosas” las expresiones que empleó Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, cuando se refirió a la élite empresarial como “minoría rapaz”.
Proyecto neoliberal
La creación del CMN como grupo informal, en 1962, respondió a un interés urgente: impedir el desarrollo de la izquierda en México, apenas tres años después del triunfo de la Revolución Cubana, a la que el PRI de Adolfo López Mateos enviaba señales de solidaridad.
Para garantizar sus intereses, el CMN se valió de todo: varios de sus miembros financiaron las campañas de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo o Vicente Fox –aunque otros, como Juan Sánchez Navarro, denunciaron estas prácticas–, recurrieron al chantaje, fomentaron el boicot publicitario contra el periódico Excélsior de Julio Scherer, aplaudieron la represión de 1968 y orquestaron campañas sucias contra los candidatos de izquierda, ya fuera Cuauhtémoc Cárdenas o López Obrador.
El CMN impulsó la privatización de las empresas paraestatales y la disminución del gasto público, logró reducir los derechos laborales y contener los salarios y obtuvo la apertura de la economía a la inversión extranjera, como lo mostró la politóloga Marcela Briz Garizurieta en su tesis de doctorado El Consejo Mexicano de Hombres de Negocios en la transición hacia un nuevo modelo de desarrollo, presentada en mayo de 2006.
En los tiempos más decisivos para la élite del sector privado, el CMN colocó a uno de sus integrantes al frente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) –un órgano en el que el CMN tiene voz y voto, y del que Juan Sánchez Navarro, miembro del club, fue el primer presidente– y de la Asociación Mexicana de Banqueros, a las que utilizó para presionar al gobierno.
En 1986, por ejemplo, el empresario priista Claudio X. González, presidente del consejo de administración de Kimberly-Clark, utilizó su doble condición, como miembro del CMN y presidente del CCE, para presentar al entonces presidente Miguel de la Madrid una “propuesta” de política económica en 10 puntos para contener la inflación.
Fue precisamente durante el sexenio de De la Madrid que el CMN tomó fuerza –que culminó en el sexenio de su sucesor, Carlos Salinas de Gortari–: a raíz de la expropiación bancaria de 1982 “el (CMN) figuró como intermediario clave para recomponer las relaciones entre la administración de Miguel de la Madrid y el sector privado”, sostuvo la académica.
El entonces presidente necesitaba contener la inflación, pero no quería negociar con el CCE, demasiado afín al PAN. Al frente de sus grupos, los miembros del CMN tenían el control sobre los precios de los productos y una mayor disposición a negociar, como refirió el exmandatario en sus memorias.
Empresarios y gobierno acordaron en 1987 el Pacto de Solidaridad Económica, en el que la élite del sector privado consiguió, a cambio de controlar sus precios, que el gobierno federal iniciara la privatización de las empresas paraestatales y abriera las puertas a los capitales extranjeros.
El CMN tenía entonces por interlocutor a Carlos Salinas de Gortari, el secretario de Programación y Presupuesto, afecto al proyecto neoliberal. Ya instalado en Los Pinos –con la ayuda financiera de varios integrantes del Consejo–, Salinas reprivatizó la banca y aceleró la venta de paraestatales.
Cada año desde 1996, el presidente en turno del CMN protagoniza un ritual público: tras realizar un breve análisis de la situación económica del país, anuncia el monto –en dólares– de las inversiones que los integrantes del exclusivo club realizarán el año siguiente. El presidente, en respuesta, agradece a los empresarios sus esfuerzos y presume el monto de la inversión como un logro de su administración. En diciembre pasado, por ejemplo, Enrique Peña Nieto dio las gracias a la cúpula por invertir “más de 150 mil millones de dólares” durante su sexenio.
Las reuniones que el CMN celebraba cada año con el titular del Ejecutivo solían llevarse a cabo a puerta cerrada, hasta que en enero de 2016 Peña decidió abrir en parte a la prensa una reunión en el exclusivo Club de Empresarios Bosques. Ello generó molestia en la cúpula empresarial y desde esa fecha las reuniones están marcadas por un protocolo rígido.
En cada esquina
La herencia de los negocios familiares, así como la adquisición de bancos y empresas durante el periodo de privatización, instalaron a los integrantes actuales del CMN al frente de grupos que dominan los distintos sectores económicos del país.
Slim es dueño de las telecomunicaciones; Azcárraga controla la televisión abierta; Bailleres y Larrea, la minería –el segundo, con Grupo México, controla además el transporte ferroviario–; Ramírez Magaña posee la mayoría de las salas de cine, y Zambrano produce más de la mitad del cemento que se utiliza en el sector de la construcción del país.
José Antonio Fernández Carbajal y Juan Gallardo, presidentes de los consejos de administración de FEMSA y de la organización Cultiba, respectivamente, dominan el mercado mexicano de refrescos.
Eduardo Tricio Haro –presidente de Grupo Lala y Aeroméxico–, junto con Aramburuzabala y Valentín Díez Morodo, lideran los mercados de la leche y de la cerveza, mientras que el sector alimenticio del CMN también cuenta con los gigantes Bimbo y Herdez –dirigidos por las familias Servitje y Hernández-Pons Torres, respectivamente–, así como con Bachoco, el principal productor de pollo del país.
En el comercio minorista están Ricardo Martín Bringas, Antonio Chedraui Obeso o Carlos González Zabalegui, presidentes de los consejos de administración de Grupo Soriana, Chedraui y La Comer, respectivamente. Esos consorcios operan las cadenas de tiendas de autoservicio Soriana, Chedraui, La Comer, City Market y Mega, entre otras.
Por parte del sector bancario destacan Roberto Hernández Ramírez, el presidente de Grupo Financiero Banamex, quien se enriqueció vertiginosamente cuando se privatizó de la banca, así como Antonio del Valle Ruiz, quien vendió su grupo Bital a HSBC en 2002 y dirige actualmente la química Mexichem.
Si bien el Grupo Financiero BBVA Bancomer no está presidido por un integrante del CMN, en su consejo de administración se mezclan los intereses de algunos grupos del exclusivo club de empresarios: en él se encuentran Bailleres y Ramírez Magaña, así como Carlos Vicente Salazar Lomelín, quien hasta diciembre de 2017 fue director general de FEMSA.
Aunque la mayor parte de los grupos no tienen negocios al amparo directo del poder, algunos de ellos destacaron entre los grandes beneficiarios de contratos gubernamentales durante la administración de Peña Nieto.
Grupo Carso, de Carlos Slim, obtuvo contratos por más de 123 mil millones de pesos durante el sexenio; encabezó el consorcio que obtuvo el principal del Nuevo Aeropuerto Internacional de México para la construcción del edificio de la terminal, por 84 mil millones de pesos.
Y no es el único: Aramburuzabala (Sixsigma Networks), Azcárraga (Televisa), Bailleres (Grupo Nacional Provincial), Agustín Franco Macías (Grupo Infra), Bernardo Quintana Isaac (ICA) y Luis Orvañanos Lascuráin (Corporación GEO), entre otros, también obtuvieron jugosos contratos durante la administración de Peña Nieto (Proceso 2160).
El operador
Con el paso de las décadas creció la membresía del CMN: de seis fundadores llegó a 37 empresarios en 1989 y ahora lo integran por lo menos 52 personas. Veinte de los miembros –o sus herederos– de 1989 permanecen en el grupo y 32 se incorporaron después, lo que diluyó la cohesión y diversificó sus posturas, observó Briz en su tesis doctoral.
En el Consejo de Administración de Banamex, por ejemplo, ocho de los 15 consejeros pertenecen al CMN; en Grupo México se encuentran seis de sus miembros; en el de Grupo Televisa son cinco y el mismo número se encuentra en el grupo regiomontano Alfa.
El financiero Valentín Díez Morodo, presidente el Consejo de Administración de Grupo Modelo –comprado en 2015 por el gigante transnacional de origen holandés AB Inbev– es socio consejero de Kimberly-Clark, Banamex, Grupo KUO, Grupo DINE, Mexichem, todas presididas por miembros del CMN.
Claudio X. González Laporte, presidente de Kimberly-Clark de México y miembro de mayor antigüedad en el CMN, junto con Antonio del Valle Ruiz y Alberto Bailleres, se encuentra en los consejos de administración de los grupos de Slim –Carso, Inbursa y Sanborns–, de Armando Garza Sada –Grupo Alfa– y de Germán Larrea –Grupo México.
Desde su ingreso al club, en 1978, su estrategia no cambió: presente en los consejos de administración de los principales grupos, en las organizaciones empresariales –presidió el CMN y el CCE en tres ocasiones– y en las más altas esferas de la política, asumió el papel más protagónico en la defensa de los intereses de la élite.
En noviembre de 1997 el empresario regiomontano Juan Sánchez Navarro dijo a este semanario: “Claudio era del gobierno, asesor (de Salinas en materia de inversión extranjera). Su situación era equívoca. Es excelente empresario, pero como tal no podía pertenecer al Estado. Era casi una simbiosis que no es aceptable”.
En abril de 2002, al terminar su presidencia al frente del CCE, Claudio X. González denunció los “retrocesos en materia fiscal” de Vicente Fox y sostuvo que “siguen pendientes cambios que permitan la inversión privada en generación de electricidad y gas e, incluso, en la petroquímica”.
Con la doble batuta CMN-CCE, el empresario chantajeó al entonces presidente Fox, al advertirle que el sector empresarial no firmaría el acuerdo político sin el compromiso del gobierno federal de reformar el marco jurídico para abrir parte del sector energético a la inversión privada, ablandar la ley laboral para eliminar las “excesivas prestaciones” y desregular la educación privada.
Se convirtió en una de las voces más críticas contra López Obrador en las últimas dos décadas: en 2005 resultó el más firme promotor del desafuero al candidato y en octubre pasado apoyó abiertamente a José Antonio Meade Kuribreña, el candidato presidencial de la coalición encabezada por el PRI.
Fuente.-

"JUANA,BEATRIZ o CAROLINA": UNA SERA la PRIMERA DAMA de MEXICO...sin chance "primer damo" o esperanzas a la cónyuge del "Bronco".



Las primeras damas, esposas de los presidentes en México, asumen un "cargo" no oficial. Su rol no existe en la Constitución ni hay ley que regule su papel. Pero se las dota de privilegios y de dos responsabilidades, como el de ser acompañantes de sus esposos en actos protocolares y presidentas honorarias del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). A cambio, el Estado mexicano las provee de equipo a su servicio, presupuesto para gastos –discrecionales– y el permiso no escrito para cumplir las funciones que ellas decidan en la residencia oficial de Los Pinos.

Sara Sefchovich, investigadora de la UNAM, escribió sobre ellas en su libro La suerte de la consorte, que recorre 500 años de historia del papel que han desempeñado las primeras damas en México, desde la Malinche –la indígena traductora y amante de Hernán Cortés- hasta Angélica Rivera, esposa del actual presidente Enrique Peña Nieto.

"Estas mujeres han cumplido una serie de tareas que, nos gusten o no, han afectado a la sociedad", escribe la investigadora. "Desde encabezar la vida social hasta hacer negocios propios, desde intervenir en las relaciones institucionales, hasta dirigir los esfuerzos asistenciales, y solamente si conocemos lo que han hecho, lo que hacen o lo que pueden hacer, estaremos en condiciones de exigirles que cumplan adecuadamente y, sobre todo, podremos evitar los excesos y abusos".

De ese libro, la conclusión es una: nada hay que diga qué funciones deben o no cumplir las primeras damas, y cada una se ha desempeñado de acuerdo con su personalidad y su momento. Unas han pasado desapercibidas y otras han destacado por su personalidad, sus labores asistenciales o la controversia que las ha acompañado.

Es el caso, por ejemplo, de Martha Sahagún, la esposa del ex presidente Vicente Fox(2000-2006). Ella, que primero fue su vocera, ha sido el mejor ejemplo del poder y el amplio espacio que puede ocupar una primera dama si se lo propone.

Como esposa del presidente, Sahagún tuvo a su servicio a 19 personas y del presupuesto público llegó a pagar en un solo día hasta 84.000 pesos (como 4.400 dólares) por la compra de ropa y accesorios. Fox incluso se refería a él y su esposa como la "pareja presidencial".

Después tocó el turno a Margarita Zavala como esposa de Felipe Calderón, quien bajó su perfil y recortó gastos y personal a su disposición. No obstante, política ella misma, con una trayectoria propia en su partido (el PAN), nunca se separó de las actividades de la militancia que la llevaron a pelear la precandidatura presidencial con Ricardo Anaya, ahora candidato del PAN –en coalición con el PRD y el Movimiento Ciudadano–. La disputa devino ruptura y Margarita renunció al PAN para lanzar su candidatura independiente que hoy la tienen en la contienda por la Presidencia.

De Angélica Rivera, famosa como actriz de telenovelas en Televisa, se supo poco al principio del gobierno del priista Enrique Peña Nieto, pues le tomó casi tres meses revelarse ante el país como primera dama y asumir el cargo honorario de presidenta del DIF nacional. El mismo EPN fue el encargado de tomarle protesta.

Calificada por la revista Vanity Fair como una de las primeras damas mejor vestidas, el glamour de Rivera se vino abajo con el escándalo de la llamada "Casa Blanca", una propiedad que construyó un contratista muy cercano a Peña Nieto, valuada en 7 millones de dólares, que supuestamente había comprado la primera dama con sus ganancias como actriz de telenovelas. El escándalo tuvo que ser investigado por la Secretaría de la Función Pública, obligó al presidente a ofrecer disculpas a los mexicanos, y a la primera dama a aparecer en cadena nacional para dar una explicación. Desde entonces, la exposición mediática de Rivera se desplomó.

Ya enfilado hacia la elección presidencial del primero de julio próximo, el país sabrá quién será la primera dama que acompañará al siguiente presidente de México y cómo desempeñará ese ambiguo papel de primera dama.

En la terna están las esposas de los tres punteros en las encuestas: Beatriz Gutiérrez, esposa del candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador; Juana Cuevas, del candidato oficial del PRI, José Antonio Meade, y Carolina Martínez Franco, del panista Ricardo Anaya.

Juana Cuevas Rodríguez: el "imán" de Meade

José Antonio Meade y Juana Cuevas compartieron la foto de su boda en redes sociales.

Economista, pintora amateur, amante de la ropa confeccionada por artesanos, la esposa de José Antonio Mead ha sido un imán en la campaña del candidato, al atraer la atención de los medios desde el día que su marido se destapó como aspirante a la Presidencia, el 27 de noviembre de 2017, y declararlo el mejor para "sacar a México adelante".

Juana es una mujer de 50 años que en su perfil de Twitter se define como: "Madre de tres, voluntaria y promotora de arte popular". Ahora, además, su imagen es un "activo" en la campaña de Meade, a quien acompaña en todos los actos públicos y donde a veces llama más la atención que su marido.

Economista como Meade, compañeros de universidad en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Juana Cuevas se casó con el ahora candidato apenas graduada, en 1994. Ese mismo año, el 24 de junio, se casaron: ella con 27 años y él con 25.

Cuando Meade concluyó su segunda carrera en la UNAM, como licenciado en derecho, viajaron a Estados Unidos, donde él ingresó a la Universidad de Yale. Volvieron a Méxicoen 1997 y ese mismo año nació su primer hijo, Dionisio, hoy de 19 años, a quien le siguieron José Ángel, de 14 y Magdalena, de 13 años.

Dejó de lado su desempeño profesional para dedicarse a su familia, el arte y el altruismo. De ella, Meade ha destacado su labor como voluntaria del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de su pintura dice que sus cuadros retratan "escenas de nuestro maravilloso país, pero con diferentes historias de cómo nosotros vemos todos los días las cosas".

Juana Cuevas se ha convertido en una acompañante imprescindible en los actos de campaña de Meade.

Ha sido diseñadora del Instituto Feli de Barcelona y expuesto en el Museo Nacional de Historia de Atlanta, en Estados Unidos; en el Instituto Cultural Manuel Toussaint y el Centro Libanés de la Ciudad de México. Su obra ha sido reproducida para ilustrar juegos infantiles y ha estado a la venta en las exposiciones de la Cultura Egipcia y de la España Medieval en el Museo de Antropología e Historia. También diseñó un juego con el tema de los oficios para el Museo Interactivo de Economía (MIDE) y dos libros: uno sobre el xoloescuintle y otro sobre la Creación.

Quienes la conocen destacan de ella su sencillez, su gusto por la pintura, el arte popular y la filantropía, que atribuyen a su fuerte formación católica: dicen que es una feligrés constante en la iglesia Tlacopac, ubicada en San Angel, a donde acude con su familia, sus padres y sus suegros.

Los medios han destacado su estilo en el vestir, al usar atuendos mexicanos: huipiles, rebozos, blusas y chaquetas bordadas, elaboradas por artesanos. Como los que en su momento usaba Esther Zuno, esposa del ex presidente Luis Echeverría, y los que en ocasiones también vestía Margarita Zavala como primera dama del panista Felipe Calderón.

Beatriz Gutiérrez Müller: la #AMLOver del candidato

Beatriz Gutiérrez y Andrés Manuel López Obrador se casaron en 2006, durante la primera campaña presidencial del candidato.

Es la segunda esposa de Andrés Manuel López Obrador y la única –de las tres– con grado de doctorado.

De 49 años, es una mujer de temperamento, dicen, lectora voraz y muy involucrada en la campaña de su marido, aunque ella ha dicho que prefiere mantenerse al margen.

"La política no es lo mío… En lo personal no me dedicaría a eso ni remotamente", ha dicho.

Pero ella participa en la campaña, opina y defiende a López Obrador cuando lo considera necesario. Como aquella ocasión en que reclamó al poeta Javier Sicilia sus críticas al candidato presidencial en la contienda de 2012, cuando el poeta reclamó a López Obraador actitudes de "intolerancia", "resentimiento" y "mesianismo".

En su muro de Facebook publicó: "Has sido injusto al vapulear al único mexicano que ha dado la cara a favor de víctimas, desprotegidos y marginados, mucho antes incluso que tú. Andrés Manuel es lo mejor que tiene México (…) aquí te pongo mi otra mejilla", le dijo.

También lo hizo en 2015 frente a Margarita Zavala, cuando ésta expresó su deseo de contender por la Presidencia y López Obrador criticó sus aspiraciones por considerar que su esposo y ex presidente Felipe Calderón pretendía seguir gobernando a través de su esposa.

La ahora ex panista le reclamó al candidato de izquierda: "…pensar que somos la extensión de alguien no es justo, es una falta de respeto a todas las mujeres".

Entonces apareció Beatriz en su cuenta en Twitter (@BBeatrizGM) para responder a Zavala: "Una mujer no debería apelar al género para defenderse y atacar a sus contrincantes. Si buscamos, le entramos parejo. Valemos mucho".

Beatriz Gutiérrez se ha declarado #AMLOVER de López Obrador.

Aunque ha mantenido un perfil bajo en la vida pública de su esposo, tiene mucha influencia sobre él, dicen sus cercanos. La ha tenido desde que se desempeñó como su asesora en comunicación y asuntos internacionales del gobierno de la Ciudad de México. No obstante, defiende su propia carrera por méritos propios y su completa independencia de opiniones.

Es periodista y se empeñó en la literatura. En 2011 publicó su primera novela, "Larga vida al Sol" (2011), seguida por "Viejo siglo nuevo" (2012) y "Dos revolucionarios a la sombra de Madero: la historia de Solón Argüello Escobar y Rogelio Fernández Güell" (2016), con prólogo de su marido. También ha publicado cuentos y crónicas con temas históricos o filosóficos, como "Un día de noche", "Historia de un concilio y otros cuentos", "Manuscrito de secretos" y "Filipo o Giordano Bruno".

Se casó con López Obrador el 16 de octubre de 2006, tres años después de que falleciera a los 46 años Rocío Beltrán Medina, la primera esposa del político, a consecuencia de un padecimiento en el sistema inmunológico. A los seis meses, el 6 de abril de 2007, nació Jesús Ernesto, el más pequeño de los hijos del candidato.

Conforme avanza la campaña, su presencia ha sido cada vez más constante en mítines y actos públicos. Y hasta se dio la oportunidad de interpretar la canción de "El Necio", de Silvio Rodríguez, frente a la cámara de Epigmenio Ibarra en su documental "Esto soy", sobre la vida de López Obrador.

Carolina Martínez Franco: a la distancia

Carolina Martínez y Ricardo Anaya, el día de su boda.

La esposa del panista Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente que integran PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, es la más joven de las tres y de la que menos se sabe.

Ella no ha hecho una vida pública en la político o la cultura. Tampoco tiene cuentas en redes sociales y nunca ha dado una entrevista de manera personal. Tan sólo respondió un cuestionario a solicitud del periódico Reforma, en donde se describe como "una persona como todas, en cuanto a que tengo cualidades y defectos".

Además de declararse "una mujer feliz", dice de ella: "Mi mayor compromiso es sacar adelante a mi familia, estar al pendiente de la formación de mis hijos y apoyar incondicionalmente a mi esposo".

Nació en 1980, estudió en colegios confesionales maristas y es licenciada en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Querétaro. Su madre es Maribel Natalia Franco y su padre Donino Ángel Martínez Diez. Tiene dos hermanos: José Angel y Natalia, quien es militante del PAN desde 2011.

Su primer trabajo, recién graduada, fue en los negocios de su padre, empresario hotelero y restaurantero que se expandió después a la industria de la construcción y los bienes raíces.

A los 18 años conoció a Anaya cuando él era un joven político en Querétaro, y se casaron 8 años después. Tienen tres hijos: Santiago, de 9 años, Mateo, de 7, y Carmen, de 4, quienes estudian en Estados Unidos, en una exclusiva escuela privada de Atlanta que sólo admite a 378 alumnos al año, de acuerdo con investigaciones del dario El Universal.

Aunque Carolina Martínez comienza a aparecer en actos públicos con su esposo, ha mantenido un muy bajo perfil durante la campaña. A Reforma le dijo que su principal preocupación es la pobreza y el hambre que padecen millones de mexicanos, y que muchos de esos pobres sean niñas y niños de la edad de sus hijos.

De ella y su familia se habló sobre todo a partir de la información periodística que expuso el estilo de vida de los Anaya en Estados Unidos, los presuntos negocios inmobiliarios del panista y sus suegros, y sus propiedades. Pero de ella no hay más que decir.

Carolina Martínez tiene un bajo perfil en la campaña presidencial de Anaya.

Fuente.-

"JUSTICIA SELECTIVA y a la CARTA" de CABEZA de VACA DETIENE a PABLO ZARATE en TAMAULIPAS...castiga la corrupción de la que hoy vive.

De frente con la "justicia selectiva y a la carta" operada por el Gobernador Panista Francisco Javier Garcia Cabeza de Vaca,que castiga la corrupción de Tomas Yarrington y Eugenio Hernandez para dejar a salvo la de Egidio Torre en Tamaulipas,nuevamente la "venganza" camuflageada de acto de autoridad contra la corrupción puso en la carcel a Pablo Zarate Juarez,otro político cobijado por la corrupción priista en el sexenio de Tomas Yarrington,hoy preso en Estados Unidos.

TE RECOMENDAMOS:

De acuerdo a la información trascendida y publicada en su portal por el rotativo El mañana de Reynosa,un operativo realizado por la Fiscalía Estatal de Combate a la corrupción la tarde de ayer sábado detuvo en Matamoros a Pablo Zárate, ex director del Itavu durante la administración de  Tomás Yarrington Ruvalcaba.

TE PODRIA INTERESAR:

Segun las primeras versiones que se dieron a conocer, el ex funcionario estatal se le giro una orden de aprehensión por parte de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas por peculado cuando fue funcionario estatal yseriá trasladado a Ciudad Victoria en donde se le tomará su declaración como parte de la Averiguación Previa 14/2017 que se sigue en contra del también exgobernador Eugenio Javier Hernández Flores.

Fue el año del 2004 cuando fungía como director del ITAVU cuando Zárate Juárez participó en la enajenación indebida de un inmueble propiedad del Gobierno del Estado el cual estaba destinado para el desarrollo urbano del puerto industrial de Altamira.
Dicho predio cuenta con una superficie de 68 hectáreas el cual fue enajenado a favor de un tercero en un precio inferior a su valor real. Actualmente dicho predio tiene un valor estimado de los 40 millones 985 mil 119.20 pesos.

TE RECOMENDAMOS:
De esta forma Garcia Cabeza de Vaca sale al paso y distrae al conglomerado social hoy padeciendo de brutal inseguridad en la entidad, particularmente en Reynosa hoy sumida en la mas vergonzosa ausencia del gobierno.

Con información e imagen de:El Mañana de Reynosa.