El asesino habló por teléfono y luego entró como cualquier cliente a La Casa de Toño de la Verónica Anzures, Alcaldía Miguel Hidalgo en la CDMX.
Interactuó unos segundos con un empleado y se dirigió hacia una de las mesas del costado izquierdo del negocio.
No dio más de 10 pasos para acercarse a Sebastián, que estaba acompañado por dos personas y todos eran atendidos por una mesera.
El negocio estaba ocupado casi en su totalidad; las mesas tenían entre dos y cuatro comensales.
Eran las 21:16 horas del jueves cuando el asesino, vestido de negro con cubrebocas y gorra, le disparó Sebastián a unos centímetros de distancia.
El venezolano se desvaneció con medio cuerpo hacia el piso. El atacante salió del lugar y subió a una motocicleta que, algunos testigos dicen, era de color naranja.
Por las cámaras del C2 le dieron seguimiento hasta el perímetro del Estado de México.
Un acompañante de Sebastián, que quedó lesionado, fue atendido por paramédicos de la Cruz Roja al exterior de La Casa de Toño.
Ayer viernes, las manchas de su sangre aun permanecian en la banqueta de la Calle Bahía del Espíritu Santo como la única evidencia de que ahí se cometió un asesinato, pues por la mañana fueron removidas las cintas que prohibían el paso.
Afuera de La Casa de Toño hay dos vigilantes privados y sólo un policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Según cuentan, por la mañana llegó un equipo de forenses de la Fiscalía capitalina y esperaban a policías de Investigación que recopilarían más testimonios y videos de inmuebles cercanos.
Cada tanto arriban clientes que quieren consumir alimentos en esta sucursal, pero los vigilantes les explican que no hay servicio hasta nuevo aviso.
En tanto, los dos negocios de comida que se ubican al lado de Toño están repletos de oficinistas.
"La verdad todos están muy tranquilos. Sospechan que fue un tema de ajuste de cuentas entre ellos", comenta un empleado.
Sebastián Hernández tenía antecedentes penales.
En febrero de 2023 fue descubierto al ingresar a una casa en la Colonia Narvarte, Alcaldía Benito Juárez.
Dos mujeres lo persiguieron por las calles y policías lo arrestaron por robarse un celular y un extintor. En ese entonces dijo tener 18 años.
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