Guanajuato, la entidad mexicana donde más se cometieron asesinatos en 2019, ha sido gobernada por el Partido Acción Nacional (PAN) desde hace casi 30 años.
Y NO ES SECRETA:
Los gobernantes de la última década han dejado crecer los índices de criminalidad y corrupción hasta llegar al escenario actual: balaceras, ejecuciones, bloqueos carreteros, ataques con granadas, autos incendiados, secuestros y masacres a la población civil. Unas 13 personas mueren al día en la entidad.
Probablemente también influyó el golpe que dio el gobierno federal a la estructura del “huachicol” en enero de 2019. Guanajuato es un punto clave porque en Salamanca se encuentra una de las refinerías más importantes de Petróleos Mexicanos (Pemex), y las personas que viven en sus alrededores han vivido del robo de combustible durante mucho tiempo.
Sin embargo, su territorio es disputado actualmente por dos organizaciones importantes: el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG); ambos han ensangrentado a la entidad gobernada por Diego Sinhué Rodríguez, el octavo en una línea ininterrumpida de gobernadores emanados del Partido Acción Nacional.
REUTERS/Sergio Maldonado/File Photo
En otro tiempo Guanajuato podría haber sido tomado como un caso ejemplar para el país: durante la última década el PIB del estado creció 4% anual en promedio. Y en ese mismo período la economía en el resto del país aumentó solo el 2,5%.
Guanajuato es además uno de los estados más beneficiados por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Ahí están las mayores plantas armadoras que exportan miles de automóviles a Estados Unidos con marcas como General Motors, Honda, Mazda o Toyota, por mencionar algunas.
También hay empresas que envían vegetales y otros alimentos al mercado estadounidense. Antes de la pandemia, Guanajuato recibía además fuertes contribuciones por el turismo. San Miguel de Allende, considerada por la revista Travel + Leisure como la segunda mejor ciudad del mundo para vivir, se encuentra en Guanajuato.
De ahí emanó Vicente Fox, el primer candidato del PAN en ganar la presidencia.
Vicente Fox (Foto: Archivo)
Alguna vez incluso se llegó a decir que la democratización y desarrollo nacional pasarían por “guanajuatizar” al país entero. Así lo dijo en la campaña electoral de 2009 el entonces dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, quien actualmente representa a Morena en el Senado de la República. “Hoy, si quisiera hacerse algo ejemplar, habría que empezar por ‘guanajuatizar’ al país”.
Después de que el PAN perdió a Baja California en 2019, Guanajuato quedó como el bastión panista por excelencia. Es el único estado que no ha perdido desde que se lo arrebató al PRI. En los últimos 30 años, Guanajuato se ha desarrollado y moldeado de acuerdo al proyecto de Acción Nacional. Al menos la mitad de los 46 ayuntamientos están a cargo de administraciones panistas.
El primero gobernador panista fue Carlos Medina Plascencia, quien llegó al poder en 1991 fruto de la “concertacesión” negociada entre la cúpula nacional del PAN y Carlos Salinas de Gortari, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El segundo gobernador del estado fue Vicente Fox y más tarde, cuando fue presidente, aseguró que Guanajuato era el “proyecto” que debía guiar el destino de la patria.
Después de él siguieron los mandatos de Ramón Martín Huerta (interinato de 1999 a 2000); Juan Carlos Romero Hicks (2000-2006), Juan Manuel Oliva (2006-2012), Héctor López Santillana (interino en 2012), Miguel Márquez (2012-2018) y Diego Sinhué Rodríguez Vallejo (2018 a la fecha).
La familiar de uno de los jóvenes asesinados en el centro de rehabilitación de Irapuato (Foto: MARIO ARMAS)
Los problemas graves de inseguridad y violencia comenzaron en 2013. Y a día de hoy es un enclave de corrupción y colusión entre criminales y autoridades del gobierno.
Si en 2017 se registraron 2,242 homicidios, 2018 cerró con la cifra histórica de 3,412 asesinatos.
En 2018, Miguel Márquez entregó un estado asediado por la violencia y con varios municipios tomados por grupos delincuenciales, principalmente en el sur del estado. Aún así, el PAN logró mantener la gubernatura y 25 de los 46 municipios.
La tarde del 1 de julio de 2020, 26 jóvenes fueron asesinados en un centro de rehabilitación en Irapuato y se convirtió en la masacre más sangrienta en la historia reciente del estado.
Guanajuato, conocido antes como un estado tranquilo, conservador e industrial, es sin lugar a duda la región más violenta de México, país que contabilizó 34.608 homicidios y 1.012 feminicidios en 2019, la cifra más alta desde que se tienen registros.
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