Por salvar a su hijo adolescente del ataque de un tigre de bengala, Roberto Lozano cayó en manos de la justicia.
El hombre, de 36 años, hace tiempo que había huido a un rancho de su propiedad, en el municipio de Baca, a 30 kilómetros de la ciudad de Mérida, en Yucatán, luego de enfrentar acusaciones de homicidio Nuevo León, su estado natal.
Las autoridades nada sabía de él hasta el pasado fin de semana que ingresó al área de urgencias de un hospital privado, herido de gravedad por el ataque de un tigre de su propiedad.
Todo ocurrió porque el fin de semana su hijo, que estaba con él de vacaciones, ingresó a la jaula de dos tigres de bengala para tomarse una foto con ellos. Los animales estaban comiendo y uno se lanzó contra el menor, de 15 años, encajándole la mandíbula en la cabeza.
Lozano entró a la jaula para salvar a su hijo y el animal también lo atacó provocándole heridas graves en la carótida.
Los dos fueron trasladados por personal de su rancho Santa María a un hospital privado de la ciudad de Mérida, que notificó del ataque a las autoridades.
Al investigar a la víctima descubrieron que Lozano tenía pendiente una orden de aprehensión desde 2005, como presunto responsable de matar de 8 puñaladas al dueño de un lote de autos a quien le debía 50.000 pesos y, ya muerto, le robó pertenencias y otros 7.000 pesos.
El homicidio ocurrió en el municipio de Guadalupe, en Nuevo León, donde Lozano había sido detenido y sentenciado a 25 años de cárcel. Sólo cumplió 5 tras las rejas, pues sus abogados lograron su libertad mediante distintos recursos.
Sin embargo, un tribunal de justicia revocó su auto de libertad y ordenó su reaprehensión, pero Lozano ya se había fugado.
Al cabo de 13 años, las autoridades por fin lo hallaron en el hospital privado de Mérida, donde permanece bajo arresto en tanto se recupera de las lesiones por el ataque de su propio tigre, que presumía en sus redes sociales, según fotografías dadas a conocer.
La Fiscalía del Estado de Nuevo León sólo espera su alta del hospital para ejecutar la orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado. Sin embargo, su estado de salud se reporta grave, igual que su hijo, y los dos permanecen en terapia intensiva.
Los tigres hallados en el rancho de Lozano, quien se presentaba como un exitoso empresario, ya fueron asegurados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, pues su adquisición al parecer no fue legal.
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