Salvador Rangel Mendoza, Obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, afirmó que en Guerrero el Ejército vende armas a los delincuentes.
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El líder religioso expuso que los políticos y el Ejército son cómplices de la inseguridad que afecta la entidad.
"Una indiscreción que puedo cometer, también, es que el mismo Ejército es el que da la armas a los grupos criminales, se las vende", dijo.
"Una indiscreción que puedo cometer, también, es que el mismo Ejército es el que da la armas a los grupos criminales, se las vende", dijo.
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El Obispo dio estas declaraciones al participar en el panel Aportaciones de la Iglesia para Construir la Paz que se realizó hoy en el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc).
Rangel Mendoza resaltó que en Filo de Caballo, una comunidad de la Sierra de Guerrero donde se produce opio, instaló una iglesia y otra en Tlanicuilulco.
Reconoció que su apostolado es atender a los victimarios que viven en la zona.
Anunció que dialogando con los delincuentes y representantes del Gobierno federal preparan un proyecto de paz.
"Yo por experiencia se los digo como muchos capos de la droga quieren vivir en paz. Ellos ya no quieren más guerra", sostuvo.
"Los capos de la droga, por lo menos de Guerrero, tienen a sus hijos estudiando fuera, incluso en el extranjero".
Informó que por la violencia que se vive en la Sierra de Guerrero han sido abandonadas clínicas por la falta de médicos y escuelas por falta de maestros.
Por su parte, Carlos Garfias, el Arzobispo de Morelia, expuso que la violencia en nuestro País está alcanzando niveles inimaginables.
El Arzobispo resaltó la labor que hacen los centros de escucha en zonas con altos índices de violencia.
Explicó que para la jornada electoral del 1 de julio los obispos participarán convocando a la paz.
Rangel Mendoza resaltó que en Filo de Caballo, una comunidad de la Sierra de Guerrero donde se produce opio, instaló una iglesia y otra en Tlanicuilulco.
Reconoció que su apostolado es atender a los victimarios que viven en la zona.
Anunció que dialogando con los delincuentes y representantes del Gobierno federal preparan un proyecto de paz.
"Yo por experiencia se los digo como muchos capos de la droga quieren vivir en paz. Ellos ya no quieren más guerra", sostuvo.
"Los capos de la droga, por lo menos de Guerrero, tienen a sus hijos estudiando fuera, incluso en el extranjero".
Informó que por la violencia que se vive en la Sierra de Guerrero han sido abandonadas clínicas por la falta de médicos y escuelas por falta de maestros.
Por su parte, Carlos Garfias, el Arzobispo de Morelia, expuso que la violencia en nuestro País está alcanzando niveles inimaginables.
El Arzobispo resaltó la labor que hacen los centros de escucha en zonas con altos índices de violencia.
Explicó que para la jornada electoral del 1 de julio los obispos participarán convocando a la paz.
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