Los medios de comunicación locales en la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas, han sido completamente silenciados por el Cartel del Golfo cuando se trata de asuntos relacionados con las actividades de las organizaciones delictivas, particularmente el robo de combustible. A pesar de un fuerte ataque y otros eventos de alto perfil, los medios de noticias en Matamoros han tenido que guardar silencio para evitar represalias y ataques por parte del cartel.
Durante años, la organización criminal conocida como Cartel del Golfo ha estado diversificando sus operaciones para no solo mover drogas e inmigrantes a los Estados Unidos, sino también secuestrar, extorsionar y robar combustible a gran escala de Petróleos Mexicanos (Pemex). El robo de combustible se realiza directamente desde las tuberías que mueven el producto hacia y desde las ciudades del norte. Los operadores del cartel hacen tomas clandestinas a estas tuberías para llenar grandes pipas con combustible robado que luego se vende en el mercado negro y, a veces también se vende en las calles con total impunidad.
El robo de combustible a gran escala generalmente se realiza con la ayuda de funcionarios mexicanos corruptos. Breitbart Texas ha informado sobre varios oficiales de la policía federal, incluida una unidad de inteligencia de la Policía Federal de Mexico que estaba al servicio del Cártel del Golfo para ayudar en el robo de combustible.
Recientemente, dos empleados de seguridad de Pemex habían estado llevando investigando tomas clandestinas en Matamoros, cuando un grupo de sicarios del Cartel del Golfo los ataco. Los sicarios dispararon más de 60 balas contra la camioneta de Pemex, donde Jaime Juárez Hernández y su compañero Fernando Gutiérrez fueron baleados múltiples veces.
Recientemente, dos empleados de seguridad de Pemex habían estado llevando investigando tomas clandestinas en Matamoros, cuando un grupo de sicarios del Cartel del Golfo los ataco. Los sicarios dispararon más de 60 balas contra la camioneta de Pemex, donde Jaime Juárez Hernández y su compañero Fernando Gutiérrez fueron baleados múltiples veces.
Hernández, que había sido empleado de Pemex durante más de 20 años, murió en el ataque mientras que Gutiérrez resultó gravemente herido. Poco después del ataque, el Director de Pemex, Carlos Treviño, emitió una breve declaración y también uso las redes sociales para confirmar el asesinato de Hernández y exigir que el sistema judicial de México investigue el caso y busque de los responsables.
A nombre de @Pemex, condeno el brutal ataque que sufrió nuestro personal de Seguridad Física en Matamoros, Tamaulipas. Derivado de dicho ataque lamentablemente perdió la vida Jaime Juárez Hernández. Mis mas sentidas condolencias a sus familiares y amigos.
Momentos después del ataque, los periodistas en Matamoros fueron contactados por un hombre conocido como el “enlace”, quien en nombre del Cartel del Golfo ordenó a los periodistas locales que no cubrieran la historia.
El enlace también les dijo que no tomaran fotografías de la camioneta de Pemex que quedo baleada y se encuentra en el estacionamiento de la Procuraduría General de la República en Matamoros. La historia no fue cubierta por los medios locales.
Menos de una semana después del ataque, una pipa que transportaba combustible robado para el Cartel del Golfo a lo largo de la carretera que conecta Reynosa y Matamoros perdió los frenos y volteó antes de estallar en llamas. A pesar de la gran explosión y el incendio que cerró la carretera, la noticia no fue reportada por los medios de comunicación locales en Matamoros.
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