Diez años pasaron para que la justicia se consumara para Carlos López Valdez; el sacerdote recibió una condena de 63 años por abusar sexualmente de un menor de edad.
En 2008, Jesús Romero Colín presentó una denuncia contra el cura ante la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), donde lo acusaba de haber abusado sexualmente de él en múltiples ocasiones.
Un año antes, Jesús y su familia habían ya denunciado al cura ante la Arquidiócesis Primada de México, que lo inhabilitó formalmente como sacerdote. Pese a ello, siguió oficiando misas en la Ciudad de México.
Las más de seis décadas de prisión significó la sentencia más alta en contra de un sacerdote en México.
El abuso de Jesús comenzó a los 11 años
Romero Colín detalló que todo comenzó en 1994, cuando él tenía 11 años y López Valdez era el párroco de la iglesia de San Agustín de las Cuevas ubicada en Tlalpan, al sur de la Ciudad de México.
El caso de Jesús Romero Colín fue ampliamente abordado en la documental "Agnus Dei: Cordero de Dios" realizada por Alejandra Sánchez en 2010.
Por consejo de su madre, Jesús se inició como monaguillo y a los pocos meses su sueño ya era ser sacerdote, debido a ello comenzó a ir a las clases acólitos.
Carlos López Valdez le ofreció a la familia de Jesús que el menor pudiera estar en la parroquia para hacer tareas y hasta comer.
Con 11 años, Jesús realizaba sus tareas en la parroquia, al terminarlas pasaba a la recamara del sacerdote para ver televisión.
Romero Colín relata en el documental que llegaba el cura y comenzaba a jugar con él: López Valdez le hacía cosquillas a Jesús que pasaban a roces y nalgadas, hechos de los que el menor no se inmutaba, pues lo veía como parte del "juego".
Posteriormente, Carlos López Valdez les pidió permiso a los papás de Jesús para que él y su hermana fueran a una casa que el religioso tenía en Morelos.
Ya en la casa morelense del sacerdote, a la hora de dormir, López Valdez le dijo a Jesúsque ambos dormirían en la misma cama.
Para dormir, el menor se puso su pijama, sin embargo, el cura le dijo que no, que era antihigiénico, por lo que en su inocencia Jesús accedió y se lo quitó.
Al día siguiente, el imaginario de Jesús le decía que todo había sido un sueño, que estaba dormido, idea que se hizo sólida ante el silencio del religioso.
Nada más pasó, sino hasta la semana siguiente, cuando hurgando entre los libros del cura encontró una revista pornográfica homosexual.
Ahí comenzó la culpa y el miedo "a enfrentarlo, a decirle a que no, a contarle a mis papás, a que pensaran mal de mí, a que dijeran que yo lo había provocado".
La relación que el sacerdote tenía con la familia de Jesús era tal que Carlos López Valdez llegó a cenar en navidad con ellos.
Tras una de esas cenas, el sacerdote se llevó a Jesús a dormir con él, con el permiso de sus padres, abusando sexualmente de él otra vez.
Años después, Jesús decidió a denunciar al sacerdote.
El 27 de agosto de 2016, López Valdez fue arrestado en su casa de Jiutepec, Morelos, donde comenzó los abusos contra Romero Colín.
Acusado de violación, fue trasladado al Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, donde ya cuenta con una sentencia que lo mantendrá tras las rejas lo que le queda de vida.
Las 800 fotos de pornografía
Como parte de las pruebas contra Carlos López Valdez, la defensa de Jesús Romero Colín entregó a la PGJCDMX 800 fotografías.
Dichas imágenes muestran al sacerdote teniendo relaciones sexuales con Jesús y otros jóvenes.
Jesús busca que la iglesia le pague el daño, ya que la sentencia obliga al sacerdote a indemnizar a la víctima con sólo 75 mil pesos.
Además, exigirá a la PGJCDMX una disculpa pública del su titular Rodolfo Ríos por tardarse 10 años en resolver su caso.
Las trabas de las autoridades y de la iglesia
En 2013, Jesús envió una carta al Vaticano dirigida al Papa Francisco, en la cual detalló su caso, así como la impunidad de la que gozaba el sacerdote pederasta.
En respuesta, el pontífice le manifestó, en una carta escrita con su puño y letra, que sentía "dolor" y "vergüenza" por su caso, pidiéndole "perdón en nombre de la Iglesia".
Tras darse a conocer la sentencia del López Valdez, Jesús y sus abogados realizaron una conferencia de prensa en la sede del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos).
Ahí acusaron a autoridades eclesiásticas y capitalinas de entorpecer el proceso legal en contra del religioso.
Por su parte, Luis Ángel Salas, abogado de Jesús, relató: "íbamos al Ministerio Público y simplemente nos decía ´es que no tenemos el expediente´, otras veces nos decían ´vengan tal día´ llegábamos el día que nos citaban y nos decían ´miren, ¡qué creen! que el MP se fue de vacaciones así que no lo podemos atender´, en otro momento llegábamos y nos decían los diferentes servidores públicos en el momento de la averiguación que no habían leído el expediente".
David Peña, otro de los abogados de Jesús, acusó al ex arzobispo primado de México,Norberto Rivera, de interceder por Carlos López Valdez.
Salas agregó que Norberto Rivera le pidió perdón a Jesús y se comprometió cooperar, así como a entregar el expediente que tenía el tribunal eclesiástico en contra de López Valdez, sin embargo, dicha cooperación nunca llegó.
Romero Colín, además, señaló que el entorpecimiento en su caso se debió a la colusión de influencias entre la iglesia y las autoridades capitalinas, pues debido a la intervención de Armando Martínez, el abogado Rivera Carrera, la justicia tardó tanto en llegar.
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