¡Puesto de mando nos están atacando, manden refuerzos!”, gritó por radio el sargento del Ejército entre el intenso tiroteo que desataron Los Zetas cuando su unidad patrullaba por una brecha en Tamaulipas.
En la actual administración, al menos 300 elementos de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina han resultado lesionados por agresiones con arma de fuego durante enfrentamientos con delincuentes, de los cuales —hasta mayo de 2015— nueve pasaron a “situación de retiro” a consecuencia de sus heridas.
La mayor parte de los dos mil 967 elementos de las fuerzas armadas que permanecen con el estatus de “no aptos” para el servicio causaron baja “derivado de los riesgos que conlleva su profesión, observándose que son los accidentes, entre éstos los automovilísticos, los que con mayor frecuencia suceden”, señala el ISSFAM.
Los militares mexicanos, a diferencia de los estadunidenses, no reciben una indemnización a partir del daño físico que sufren en cumplimiento de su deber. Según sea la gravedad o secuelas de sus lesiones, su “incapacidad” se clasifica en primera (total y permanente, los casos más graves), segunda (graves pero que les permiten desarrollar otras actividades) y tercera (con la opción de cambio de arma, cuerpo o servicio).
Entre los beneficios que otorga el ISSFAM, además de las compensaciones mensuales vitalicias, destaca que al militar que pasa a primera o segunda categoría se le finiquita el monto de su crédito hipotecario ante el instituto, y a todos se les paga un seguro de vida y un seguro colectivo de retiro.
A los soldados de Estados Unidos se les otorgan compensaciones mensuales que pueden ir desde 100 dólares (mil 700 pesos al tipo de cambio promedio) hasta cinco mil 300 dólares (90 mil 100 pesos), según una investigación de The Washington Post.
De acuerdo con el diario estadunidense, un militar recibe una indemnización de 100 dólares por pérdida de mano o ambos oídos; entre 700 y 900 por pérdida de una mano y un pie; de mil a mil 300 dólares por las dos piernas; mil 600 a mil 900 por ambos brazos hasta el codo, dos mil 100 si son los brazos completos, dos mil 100 dólares las piernas y cinco mil 300 si hay discapacidad total.
El pago
En México la situación es distinta. El ISSFAM cuenta con un presupuesto de 457 millones de pesos para el pago de seguro de vida en primera, segunda o tercera categoría.
De acuerdo con un simulador de haber de retiro por incapacidad en actos de servicio, o como consecuencia de éstos, un soldado mexicano con siete años de servicio en el Ejército, incapacitado en primera categoría, recibirá una compensación de cinco mil 540 pesos.
Si es incapacitado en segunda o tercera categoría, 4 mil 432 pesos.
Un cabo con ocho años tendrá derecho a seis mil 129 pesos en primera categoría y cuatro mil 903 en segunda o tercera; un subteniente con 10 años de servicio obtendrá nueve mil 302 pesos en primera categoría y siete mil 442 en segunda o tercera.
Mientras que un capitán segundo con 14 años de servicio en primera categoría recibirá 11 mil 428 pesos y un teniente nueve mil 223.
Los funcionarios ya no precisaron los montos para los militares de mayor rango.
El ISSFAM es un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio, que tiene la misión de otorgar las prestaciones de carácter social, económico y de salud a miembros del Ejército, Marina y Fuerza Aérea en activo o en situación de retiro, al personal pensionado y sus derechohabientes.
Atiende también los casos de quienes son colocados en situación de retiro tras sufrir incapacidad permanente, que los imposibilita para continuar en el servicio activo de las armas.
Los montos de las indemnizaciones varían de acuerdo con la categoría en la que sean clasificados.
El ISSFAM reveló que en la actualidad son casi tres mil elementos de las fuerzas armadas quienes permanecen con el estatus de no aptos para el servicio activo debido a las heridas que sufrieron en el cumplimiento de sus misiones y actividades, ya sea enfrentamientos armados, accidentes o enfermedades.
De éstos, dos mil 502 pertenecen al Ejército y Fuerza Aérea y 465 a la Secretaría de Marina. En tanto que dos mil 482 prestaron menos de 20 años de servicio, dos mil 82 en la Sedena y 400 en la Semar.
Según la información del ISSFAM, 485 superaron los 20 años de servicio; 420 estuvieron adscritos a la Defensa Nacional y 65 a la Armada de México.
La población del personal retirado de las tres fuerzas armadas por cualquier causa, ya sea por acción voluntaria o no, es de alrededor de 68 mil 700 elementos.
El saldo del sexenio
En la presente administración han resultado lesionados por agresiones con arma de fuego 300 militares, de los que siete han pasado a situación de retiro por incapacidad en primera categoría y dos en segunda categoría.
El presupuesto autorizado por la Secretaría de Hacienda en el ejercicio fiscal 2015 para el seguro de vida militar es de 660 millones de pesos.
El artículo 33 de la Ley del ISSFAM establece que tienen derecho a ciento por ciento del haber de la jerarquía los militares incapacitados en acción de armas o a consecuencia de lesiones recibidas en ella.
Los niveles
Funcionarios del ISSFAM explicaron que hay tres categorías establecidas para el retiro; la primera es cuando el individuo resulta con una incapacidad total y permanente para desarrollar sus actividades tanto militares como de vida diaria.
La segunda es donde el militar tiene incapacidad, sin embargo a diferencia de la primera tiene mejores condiciones de vida, mientras que en la tercera tanto la Sedena como la Semar pueden determinar si el sujeto es cambiado de unidad, de cuerpo o de especialidad.
En las tres categorías se incluyen accidentes dentro de las operaciones militares y navales, así como lesiones en el cumplimiento de sus misiones o durante el adiestramiento. “Todas las actividades castrenses conllevan un alto riesgo en su ejecución, sin embargo por cuestiones naturales los accidentes automovilísticos durante el transporte de personal y por la gran dinámica de unidades en movimiento son las causas más recurrentes de bajas”, señalaron.
Dos médicos especialistas, uno del Ejército y otro de la Armada, son los que determinan en qué categoría encuadra el incapacitado.
La ley del ISSFAM establece 121 causas en primera categoría, por ejemplo la pérdida anatómica o funcional total de ambos globos oculares, de un pulmón, de una mano, de un pie, así como trastornos mentales.
“Aquí están los casos más graves, que impiden al individuo desarrollar tanto sus actividades militares como de su vida diaria con una buena calidad”, precisaron.
“En segunda categoría están casos graves, pero un poco más favorables para el elemento”. El ISSFAM tiene vigentes 44 causas en este nivel, como la pérdida de un ojo, insuficiencia respiratoria irreversible, sinusitis crónica que incapacite severamente para el desempeño de la vida militar, pérdida de todos o algunos dedos de mano o pie.
En la tercera categoría se incluyen 53 causales, entre éstas pérdida del pulgar, lesiones de la rodilla o de la cadera, parálisis facial completa “rebelde a tratamiento y las alteraciones permanentes anatómicas o funcionales de los diversos aparatos o sistemas.
La Sedena explicó que en esta etapa los militares pueden seguir desarrollando algunas actividades en el ámbito castrense, por ejemplo de orden administrativo.
Requiere semar 441 mdp para equipos y sistemas
La Secretaría de Marina requiere de 441 millones 786 mil 466 pesos para la adquisición de equipos y sistemas de tecnología de vanguardia para eficientar la ejecución de operaciones navales para el ejercicio 2016; sumado a los costos de mantenimiento, 88 millones 454 mil 729 pesos, exceden por poco más de 30 millones al presupuesto solicitado en 2014.
De acuerdo con los Programas y Proyectos de Inversión, también se plantea la posibilidad de arrendamiento o renta de equipos técnicos con un costo anual de mil 503 millones 949 mil 899 pesos.
El incremento de actividades y compromisos de la Semar requiere del fortalecimiento de las capacidades operativas y la modernización de la infraestructura institucional con la finalidad de obtener información que eficiente el desarrollo de las operaciones navales.
Actualmente la Semar opera en un entorno marítimo nacional que presenta un incremento considerable de actividades diversas. La premisa de contar con equipos adecuados es para cumplir con sus funciones y atender las problemáticas existentes en el país, como el despliegue de personal y equipo para contribuir al fortalecimiento de la ley y las instituciones encargadas del orden público.
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