Un mensaje de texto enviado por el soldado suicida Aaron David Robinson a Vanessa Guillén antes de que fuera reportada desaparecida el 22 de abril en Fort Hood, Texas, por sus parientes sería pieza clave en la versión de las autoridades sobre el asesinato supuestamente a manos del militar.
CLAROS Y OSCUROS:
Documentos judiciales del caso indican que “SPC Robinson fue una de las últimas personas que se sabe vio a PFC Guilén”.
De acuerdo con la teoría que manejan las autoridades, el día en que se le perdió el rastro a la soldado, Robinson texteó a la joven de 20 años para informarle que estaba en la armería de la base militar.
“El dijo que ella le leyó el número de serie para un equipo y que después de eso, él le dio los documentos de trabajo y el número de serie de una ametralladora calibre .50 que necesitaba ser reparada. El dijo que ella abandonó la sala de armas y que pensaba que se iría a un almacén de autos (motor pool). Testigos en el almacén preparados para recibir el papeleo de Guillén declararon que no arribó con los documentos”, reza parte de los testimonios que manejan las autoridades que investigan el asesinato.
Fue en el interior de la armería donde, alegadamente, el Especialista -luego de una argumentación sobre su relación con Cecily Aguilar-, acusada por ayudar a disponer del cadáver, la emprendió a martillazos contra la soldado de origen mexicano hasta matarla.
“Spc. Robinson luego la puso en una caja y movió la caja a otro lugar cerca del río León”, agrega la denuncia.
El documento además plantea que dos testigos vieron a Robinson jalando una caja grande de almacenaje (“tough box”) fuera de la armería antes de colocarla en el auto y salir del lugar.
La abogada de la familia Guillén ya había mencionado previamente a Univision sobre un texto que Vanessa intercambió con superiores, aunque se desconoce si se refiere al mencionado en la querella criminal.
Natalie Khawam dijo que Vanessa le envío un mensaje de texto a uno de sus supervisores desde su celular el mismo día que desapareció.
“Del celular de Vanessa se mandó el número de serie de un arma de fuego. Este mensaje de texto nos resulta muy inusual porque no es algo que se envíe normalmente entre los soldados de la base, por eso pensamos que existe una posibilidad de que alguien más hubiera enviado el mensaje. Pero las autoridades militares no nos quieren decir el destinatario del mismo”, argumentó Khawam hace poco más de una semana a la cadena.
Cabe señalar que Damon Phelps, agente especial del Comando de Investigación del Ejército de Estados Unidos (CID) que lidera la pesquisa, dijo en conferencia de prensa la semana pasada que Robinson no era el supervisor de Vanessa, pero laboraba en un edificio adyacente al de Guillén.
La abogada y los parientes de la soldado han pedido a las autoridades que intervengan los teléfonos para poder tener más detalles sobre los últimos movimientos de la soldado y quiénes estuvieron con ella el pasado 22 de abril. Se desconoce el estatus de esa petición.
En esta discusión, la versión de Robinson se quedará corta en vista de que se suicidó cuando era intervenido por oficiales en una avenida en Killen, no muy lejos de la base.
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