Autoridades judiciales y hacendarias aseguran contar con elementos suficientes para exhibir una trama de extorsiones a conocidos empresarios, con epicentro en la ex Procuraduría General de la República (PGR), en particular durante el tramo final de la administración Peña Nieto. Un periodo de escasos 11 meses en los que estuvo al frente Alberto Elías Beltrán, abogado de escasas credenciales profesionales, pero con una subordinación directa hacia altos mandos de la residencia presidencial de Los Pinos.
De acuerdo con indagatorias a las que tuvo acceso este espacio, un eje de esta operación gravita sobre el despacho “Kuchle y Asociados”, establecido en mayo de 2016 bajo el nombre de la esposa de Elías Beltrán, Marcela Kuchle López, y de la madre del funcionario, María Elena Beltrán Ferrara. La primera de ellas conduce este bufete en calidad de abogada, pero presumiblemente sin cédula profesional, según pesquisa practicada al efecto.
Elías Beltrán fue el quinto y último titular de la PGR en el pasado sexenio. Desde octubre de 2017 y hasta el último día de 2018 figuró solo como “encargado” porque no cubría los requisitos de ley, lo que impidió someter su nombramiento a la aprobación del Senado. De acuerdo con múltiples testimonios, su proyección se debió a la dependencia que guardó con el entonces consejero jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos, y con Alberto Bazbaz, procurador de Justicia en el Estado de México con Peña Nieto como gobernador, y siendo éste presidente, titular de dos áreas de altísima sensibilidad: la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y el Cisen.
La danza de facturas falsas con las que se lavaron, según hallazgos judiciales, cerca de 900 millones de pesos en la Cooperativa Cruz Azul, bajo la dirección de Guillermo “Billy” Álvarez Cuevas, y el despliegue de una legión de abogados con sueldos alucinantes, forma parte de este tipo de engranaje criminal, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Las pesquisas incluyen a Diego Ruiz, uno de los principales abogados de Cruz Azul, cuyo despacho se halla instalado en un inmueble propiedad del citado Humberto Castillejos. Las autoridades han detectado importantes transferencias financieras del abogado Ruiz a cuentas del bufete “Kuchle y Asociados”, que a su vez parece haberlas triangulado a diversos personajes y corporaciones.
Las fuentes consultadas aseguraron que es inminente que cuentas de Diego Ruiz sean congeladas por la UIF, a cargo de Santiago Nieto, al detectarse, adicionalmente, gastos millonarios con tarjetas de crédito por parte del propio abogado de Cruz Azul y de su entorno familiar, sin consistencia con los ingresos reportados fiscalmente.
Las pesquisas, se dijo a este espacio, sostienen un rastreo desde octubre de 2019 cuando se detectó que la esposa de Elías Beltrán, la señora Kuchle López, había adquirido, en agosto de 2016, un departamento con valor de 35 millones de pesos en el fraccionamiento Bosques de Santa Fe, al poniente de la capital mexicana, y que “Kuchle y Asociados” ingresó ese mismo 2016 casi 100 millones de pesos vía pagos de otros despachos de abogados.
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