Guillermo Quijado Marín fue localizado sin vida en agosto del 2015, tres años después de su desaparición forzada en Tlapacoyan.
Minerva Espinosa Ramos, esposa del varón reportado como secuestrado en 2012, espera que la Fiscalía General del Estado (FGE) le entregue el acta de defunción de su marido, para darle cristiana sepultura.
Guillermo no ha sido entregado a su esposa, ni a sus padres, la ineficiencia de la Unidad de Combate al Secuestro y la FGE confundió restos y los entregó a otra familia, quienes incineraron el cuerpo.
El error sigue costando que los restos de Guillermo Quijano estén en análisis de ADN, estudios actualizados donde corroboren nuevamente el parentesco con Minerva.
Un equipo de Francia analiza las cenizas de Guillermo, a través de las pruebas gratuitas que consiguió el Colectivo por la Paz, en Xalapa. La FGE que dirige Jorge Wínckler Ortiz se escudó diciendo que no tienen dinero, que no pueden actualizar pruebas o realizar más en los próximos días.
Durante este jueves 23 de febrero, familiares en busca de sus desaparecidos y personal de ADN México, se reunieron en Servicios Periciales de Xalapa, para actualizar la base de datos genéticos.
La empresa de biotecnología donará de inicio diez pruebas de ADN, pero analizan obsequiar más a personas de colectivos, a casos ya casi ubicados en Servicios Médicos Forenses (SEMEFO) o fosas clandestinas.
Mariana Sosa, integrante de la empresa de biotecnología señaló que es el primer estado del país en acceder a actualizar los datos genéticos de personas reportadas como desaparecidas.
“De nada sirve tener perfiles genéticos dormidos. No importa quién es, de donde es y qué hizo. Ahorita vemos que si hay rezago en la FGE, si faltan reactivos pero tienen la esperanza de que va a suceder”, exclamó.
Minerva espera el trabajo de Mariana Sosa y la coordinadora de Peritos Forenses en ADN México, Fabiola Hernández, así como del grupo francés que continúa analizando los restos convertidos ceniza de su marido Guillermo.
Las tres mujeres entran, salen y regresan a Servicios Periciales, ubicado a unas cuadras de la Fiscalía General del Estado (FGE) en Xalapa.
Minerva carga folder y libretas con apuntes de pistas sobre su esposo.
“Necesito tener el acta de defunción, tengo entendido que fiscalía debe entregarlo, es su responsabilidad. Hay un desorden generalizado en torno a esto, es la situación que dejó la guerra donde nos estamos enfrentando con desaparecidos, secuestros, extorsiones, muchas situaciones de esta naturaleza”, criticó Minerva.
Ella relató que ya puede contar lo que pasa, lo que vive en los últimos dos años desde que localizó los restos óseos de su esposo.
Sus ojos se ven cansados, no derraman lágrimas y reflejan esperanza para pronto terminar este largo tormento que inició en el sexenio anterior, encabezado por un prófugo de la justicia, Javier Duarte de Ochoa.
La tragedia comenzó en 2012, cuando Guillermo Quijado Marín, esposo de Minerva Espinosa, transitaba por las calles de Tlapacoyan, manejando su camioneta regreso a casa.
Por tres años lo busco sola y con ayuda de colectivos. Lo ubicó tres años después, muerto y entregado a otra familia.
El error se detectó cuando los suegros de Minera; María del Carmen Marín y Marino Quijano Aguilera, papás de Guillermo, aportaron pruebas de ADN con un esternón.
Las pruebas arrojaron que entregaron un cuerpo incorrecto a otra familia. En esas fechas, los funcionarios estatales eran Amadeo Flores Espinosa como titular de la FGE y Crosby González Montiel como director de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ).
Su esposa lo volvió a buscar, ubicándolo a través de los registros de la Unidad Especializada de Combate al Secuestro y Procuraduría General de la República (PGR).
El coraje se contiene por esperar el acta de defunción, pero Minerva si analiza tramitar acciones legales contra los funcionarios que en su turno, no laboraron correctamente.
Las anomalías se extienden hasta la actual situación de la investigación por desaparición forzada de Guillermo Quijano Marín.
Su esposa poco relata, da el último “voto de confianza” para que detengan a los responsables de la desaparición, muerte y entrega incorrecta de sus restos óseos.
“Deben ser sancionados pero eso es a criterio de la fiscalía y los propios jueces, en este caso, la carpeta de investigación debe ser analizada porque no se puede quedar impune el delito. Eso no me toca a mí, lo debe hacer un juez”.
Al igual que Guillermo, otros restos están en análisis por ADN México, un tercer organismo autónomo que por el momento, se mantiene en la Dirección General de Servicios Periciales en Xalapa.
Las personas en análisis de los restos humanos, pueden estudiar cenizas o fragmentos en condiciones deplorables, aumentando la esperanza de decenas de familiares en busca de sus desaparecidos.
“Se puede lo más calcinado, se puede procesar, que es algo que se tiene que entender en México, todo se puede procesar, que no dé resultados es otra cosa, sin embargo, ya hemos trabajado con cuerpos muy calcinados y obtenido resultados en otros estados que no se habían obtenido”, agregó Mariana Sosa, integrante de ADN México.
Fuente.-BlogExpedienteveracruz
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