Mientras
los oficiales de Policía se apresuran a atender una reciente llamada al 911
sobre un hombre amenazando a su ex novia, un operador de la Policía en la
jefatura consulta un software que le entrega el potencial violento del
sospechoso de la misma forma en que un banco puede ejecutar un informe de
crédito.
El
software policiaco analizó miles de millones de puntos de data, incluidos
informes de arresto, registros de propiedad, bases de datos comerciales,
búsquedas en la deep web y mensajes en las redes sociales del atacante. Se
calculó su nivel de amenaza como el más alto de tres puntuaciones de un código
de colores: una advertencia de color rojo brillante.
El
hombre tenía una condena por arma de fuego y asociaciones con pandillas, así
que, por precaución, la Policía llamó a un negociador. El sospechoso se rindió,
y la Policía dijo que la inteligencia ayudó a tomar la decisión correcta
-resultó que el hombre tenía una pistola.
Actualmente
se ha llevado a cabo un debate nacional sobre la vigilancia masiva de la
Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés), pero una nueva
generación de tecnologías como el software Beware, que se utiliza en Fresno, ha
dado a los agentes del orden locales un poder sin precedentes para hurgar en la
vida de los ciudadanos.
Funcionarios
de la Policía dicen que tales herramientas proporcionan información crítica que
puede ayudar a descubrir terroristas o frustrar tiroteos en masa, garantizando
la seguridad de los funcionarios y los ciudadanos, encontrando sospechosos y
resolviendo casos abiertos. Ellos insisten en que los ataques del año pasado en
París y San Bernardino, California, sólo han puesto de relieve la necesidad de
tales medidas.
Pero
los sistemas de gran alcance también se han convertido en puntos de repudio de
los libertarios y activistas civiles, que dicen que representan una intrusión
preocupante a la privacidad, se han desplegado con poca supervisión pública y
tienen potencial para el abuso o el error. Algunos dicen que se necesitan leyes
para proteger a los ciudadanos.
En
muchos casos, las personas no han sido conscientes de que la Policía a su
alrededor está barriendo información, y que ello ha generado controversia.
Aviones equipados con cámaras filmaron las protestas y disturbios en Baltimore,
Maryland, y Ferguson, Missouri. Durante años, docenas de departamentos han
utilizado dispositivos de seguridad que pueden recabar todos los datos de un teléfono
móvil en un lugar sin órdenes de cateo. Las autoridades de Oregon se enfrentan
a una investigación federal después de usar un software de monitoreo de medios
sociales para vigilar hashtags como #BlackLivesMatter.
“Esto
es algo que se ha estado construyendo desde el 11 de septiembre”, dijo Jennifer
Lynch, abogada senior de la Electronic Frontier Foundation. “En primer lugar
llegó la financiación a los militares para desarrollar esta tecnología, y ahora
ha vuelto a la aplicación de la ley nacional. Es la tormenta perfecta de las
tecnologías más baratas y más fáciles de usar y el dinero de los gobiernos
estatal y federal para comprarlas”.
Pocos
departamentos discutirán cómo -o, a veces, si- están usando estas herramientas,
pero la Policía de Fresno ofreció una inusual mirada al centro neurálgico de
vanguardia con un costo de 600,000 dólares, aun mientras se lleva a cabo un
acalorado debate en la ciudad sobre los estragos de esta tecnología.
Un
arsenal de herramientas de alta tecnología
El Real
Time Crime Center de Fresno es el tipo de instalación que se ha convertido en
el modelo para la vigilancia de alta tecnología a escala nacional. Centros
similares se han abierto en Nueva York, Houston y Seattle en la última década.
La sala
de control futurista de Fresno, que funciona durante todo el día, se encuentra
instalada en las profundidades de su sede y reúne un puñado de tecnologías que
permiten al departamento ver, analizar y responder a los incidentes que se
desarrollan en esta ciudad de más de 500,000 habitantes en el Valle de San
Joaquín.
En una
reciente tarde de lunes, el centro era un hervidero de actividad. La radio de
la Policía crujió por los altavoces -“Sujetos armados con varilla de acero”-
mientras cinco operadores se sentaron detrás de los bancos de pantallas para
marcar una gran cantidad de información y ayudar a las unidades que responden a
las más de 1,200 llamadas al 911 que el departamento recibe todos los días
En 57
monitores que cubren las paredes del centro, los operadores hacen zoom y panean
un conjunto de aproximadamente 200 cámaras de la Policía encaramadas en toda la
ciudad. Podrían marcar hasta 800 fuentes de información más de las escuelas y
las cámaras de tráfico, y pronto esperan añadir 400 puntos de alimentación, con
las cámaras usadas en los cuerpos de oficiales y de miles de empresas locales
que cuentan con sistemas de vigilancia.
Las
cámaras son sólo una herramienta. Los oficiales podrían acceder a una base de
datos privada que ha grabado más de 2,000 millones de exploraciones de placas
de autos y lugares en todo el país. Si hay disparos, un sistema llamado
ShotSpotter podía triangular la ubicación utilizando micrófonos colgados
alrededor de la ciudad. Otro programa, llamado Media Sonar, se arrastra por las
redes sociales en busca de actividad ilícita. La Policía lo usa para monitorear
individuos, amenazas a escuelas y hashtags relacionados con pandillas.
La
Policía de Fresno dice que tener la posibilidad de acceder a toda esa
información en tiempo real es crucial para resolver crímenes. Recientemente
utilizaron las cámaras para el seguimiento de un sospechoso de robo mientras
huía de un negocio y luego saltó a un canal para ocultarse. Fue detenido
rápidamente.
La base
de datos de las matrículas fue fundamental en la resolución de un caso de
asesinato en septiembre, en el que la Policía tuvo una descripción del vehículo
del sospechoso y tres números de la matrícula. Pero tal vez la tecnología más
polémica y reveladora es el software de puntuación de amenaza Beware. Fresno es
uno de los primeros departamentos de la nación en probar el programa.
Mientras
los oficiales responden a los llamados, Beware corre automáticamente la
dirección. La búsqueda entrega los nombres de los residentes y los escanea
contra una serie de datos disponibles públicamente para generar un nivel de
amenaza con código de color para cada persona o dirección: verde, amarillo o
rojo.
Exactamente
cómo Beware calcula las puntuaciones de amenaza es algo que su creador,
Intrado, considera un secreto comercial, por lo que no está claro cuánto peso
se le da a un delito menor, delito grave o un comentario amenazante en
Facebook. Sin embargo, el programa ubica puntos conflictivos y proporciona un
informe al usuario.
En los
materiales de promoción, Intrado escribe que Beware podría revelar que el
residente de un domicilio particular es un veterano de guerra que sufre de
trastorno de estrés postraumático, con condenas penales por asalto y que ha
publicado mensajes preocupantes sobre sus experiencias de batalla en los medios
sociales. El big data que ha transformado el marketing y otras industrias ha
llegado ahora a la Policía.
El jefe
de Policía de Fesno, Jerry Dyer, dijo que los oficiales a menudo trabajan con información
escasa o incluso inexacta cuando responden a las llamadas, así que Beware y el
Real Time Crime Center les dan una idea de lo que puede estar detrás de la
puerta de al lado.
“Se
espera que nuestros oficiales conozcan lo desconocido y vean lo invisible”,
dijo Dyer. “Ellos están tomando decisiones en fracciones de segundo basados en
hechos limitados. Cuanto más se pueda ofrecer en términos de inteligencia y de
video, más segura puede ser la respuesta a la llamada”.
Pero
algunos en Fresno dicen que el poder y la gran concentración de vigilancia en
el Real Time Crime Center es preocupante. Las reflexiones sobre el tema se han
planteado en otros lugares -el año pasado, funcionarios de la ciudad de Oakland
redujeron sus planes para un centro de este tipo después de que los residentes
protestaron, alegando motivos de privacidad.
Rob
Nabarro, abogado de derechos civiles de Fresno, dijo que le preocupa
especialmente Beware. Él dijo que las decisiones de outsourcing sobre la
amenaza que representa una persona para el software es un problema a punto de
ocurrir.
Nabarro
dijo que el hecho de que sólo Intrado —ni la Policía ni los ciudadanos— sepa
cómo Beware realiza sus puntajes es desconcertante. También le preocupa que el
sistema podría aumentar erróneamente el nivel de amenaza de alguien al
interpretar erróneamente la actividad inocua en medios sociales, como criticar
a la Policía, y desencadenar una respuesta más estricta por parte de los
oficiales.
“Es una
técnica muy bruta, poco refinada”, dijo Nabarro sobre Beware y sus códigos de
colores. “Una llamada de la Policía es algo que puede ser muy peligroso para un
ciudadano”.
Dyer
dijo que tales preocupaciones son exageradas, argumentando que los puntajes no
desencadenan una respuesta de la Policía en particular. Él dijo que los
operadores lo utilizan como guías para profundizar en los antecedentes de una
persona. Dijo que los oficiales en la calle nunca ven los resultados. Aun así,
Nabarro no es el único preocupado.
El
Ayuntamiento de Fresno llamó a una audiencia sobre Beware en noviembre pasado,
después de que los electores expresaron su preocupación. Un miembro del Consejo
hizo referencia a un informe de la prensa local diciendo que el nivel de
amenaza de una mujer fue elevado porque estaba tuiteando acerca de un juego de
cartas llamado Rage, que podría ser una palabra clave en la evaluación de los
medios sociales de Beware.
El
concejal Clinton J. Olivier, un republicano con inclinaciones liberales, dijo
que Beware era como algo salido de una novela de ciencia ficción distópica e
hizo a Dyer una simple pregunta: “¿Podría usted obtener mi nivel de amenaza
ahora”.
Dyer
estuvo de acuerdo. El escaneo de Olivier resultó verde, pero su casa dio
resultado amarillo, posiblemente a causa de alguien que anteriormente vivió en
su dirección, dijo un funcionario policial.
“A
pesar de que yo no soy ese tipo de amarillo, sus funcionarios van a tratar a
todo aquel que salga de mi casa en calzoncillos como el ‘tipo de amarillo’”,
dijo Olivier. “Eso no puede ser justo”. Y agregó después: “[Beware] ha fallado
aquí con un miembro del Consejo como ejemplo.”
Debates
similares sobre la vigilancia de la Policía se han estado realizando por todo
Estados Unidos, ya que las nuevas tecnologías han proliferado y su uso en el
orden público se ha disparado.
El
número de los departamentos locales de Policía que emplean algún tipo de
vigilancia tecnológica aumentó de 20% en 1997 a más de 90% en el 2013, según la
información más reciente de la Oficina de Estadísticas de Justicia.
Las
formas más comunes de vigilancia son cámaras y lectores automáticos de
matrículas, pero el uso de los escáneres biométricos de mano, el software de
monitoreo de medios sociales, los dispositivos que recopilan datos de teléfonos
celulares y los drones va en aumento.
La
vigilancia crea grandes cantidades de datos, que se recopilan cada vez con más
regularidad en las bases de datos locales, regionales y nacionales. El más
grande de estos proyectos es el proyecto identificado como Next Generation
Identification, del FBI, que está creando un tesoro de huellas digitales,
escaneos de iris, datos de software de reconocimiento facial y de otras fuentes
que ayudarán a los departamentos locales en la identificación de sospechosos.
Pero
esos beneficios a veces han llegado con un costo para la privacidad. La
aplicación de la ley ha utilizado accesos de telefonía móviles simulados
durante años sin obtener el consentimiento explícito de un juez. Pero tras las
críticas por la American Civil Liberties Union (ACLU, por su sigla en inglés) y
otros grupos, el Departamento de Justicia anunció en septiembre pasado que
exigirá a todas las agencias federales obtener una orden de registro.
El
hecho de que la discusión pública sobre las tecnologías de vigilancia se
produzca después de que estén en uso es contrario a como debería ser, dijo Matt
Cagle, abogado de la ACLU del Norte de California. “Creemos que siempre que
estas tecnologías de vigilancia estén sobre la mesa, es necesario que haya un
debate significativo”, dijo Cagle. “Es necesario que haya salvaguardas y
supervisión”.
Después
de la audiencia contenciosa ante el Ayuntamiento de Fresno sobre Beware, Dyer
dijo que ahora quiere hacer cambios para hacer frente a las preocupaciones de
los residentes. El jefe de la Policía dijo que está trabajando con Intrado para
apagar el sistema de calificación por colores y el monitoreo de medios sociales
de Beware.
“Es un
acto de equilibrio”, dijo Dyer.
fuente.-
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