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jueves, 13 de agosto de 2015

LA INTELIGENCIA NAVAL : "DOS MIL MARINOS contra el CHAPO",


La orden presidencial a los altos mandos de Marina y Sedena es clara: detener al Chapo Guzmán a la brevedad posible, integrando una fuerza de choque amplia, altamente capacitada y coordinada, que no deje espacio a más errores. Hoy, al menos cinco mil elementos cumplen con esta orden del Comandante Supremo.

 La Armada de México busca con todo a Joaquín Guzmán Loera. Desde el 11 de julio, la dependencia que encabeza el almirante Vidal Francisco Soberón Sanz mantiene desplegado un inusitado estado de fuerza para localizar y detener, por tercera ocasión, al jefe del cártel de Sinaloa.
Tres grupos de inteligencia naval operan desde la Ciudad de México y en varios puntos del país una estructura de búsqueda y seguimiento, cuya primera certeza es que el Chapo logró llegar a Sinaloa y es allá donde se oculta.
Este dato fue compartido con la DEA y el FBI, corporaciones que lo confirmaron. La DEA lo hizo público desde los Estados Unidos, señalando que el Chapo se ocultaría en lugares en los que la lealtad de los habitantes de la región es un factor clave para darle seguridad y entorpecer su captura.
Fuentes navales indicaron que el estado de fuerza integrado para dar con Guzmán Loera es de dos mil elementos, es decir, el equivalente a cuatro batallones de infantería de Marina distribuidos en forma estratégica en los puntos en donde se ha rastreado su paso.
Guzmán Loera fue detenido en Mazatlán, Sinaloa, por elementos de la Marina el 22 de febrero de 2014. Estuvo en prisión 16 meses antes de escapar de nuevo de otra prisión de máxima seguridad (primero lo hizo de Puente Grande, Jalisco, de donde se fugó el 19 de enero de 2001).
En su primera fuga, hace 14 años, salió del penal federal de Puente Grande aparentemente oculto en bolsas de ropa sucia que salió de la lavandería de la prisión.
Ahora lo hizo a través de un túnel de más de un kilómetro y medio de longitud, construido desde el piso de una casa particular en las inmediaciones del penal del Altiplano hacia las regaderas de una sección cercana a la celda del Chapo.
La construcción del túnel y del tiro de 10 metros de altura por el que bajó Guzmán Loera tomaron al menos seis meses, tiempo en el que ninguna autoridad, ni interna ni externa, se dio cuenta de lo que ocurría.
Desde el momento en que se confirmó la fuga del narcotraficante, la Marina concentró a un grupo especial de inteligencia para ubicar la posible ruta que el capo habría seguido y concentró a uno de sus batallones de infantería para desplazarse hacia la costa del Pacífico y hacia la frontera sur para ubicar redes de apoyo al Chapo.
El resto de la fuerza especial se fue integrando en los siguientes cinco días y está conformada por el equivalente a tres batallones más, sobresaliendo una unidad de especialistas en inteligencia pertenecientes a la generación más reciente graduada en el Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV) de la Marina a finales de 2014.
El documento Logros del Programa Sectorial de Marina 2014, indica que la SEMAR “capacitó a 500 elementos navales en materia de inteligencia, de los cuáles 429 lo hicieron en organismos nacionales y 71 en el extranjero”.
A este grupo pertenece parte de la fuerza de inteligencia que la Marina utiliza desde hace tres semanas para detectar y detener a Joaquín Guzmán Loera. Este grupo y varias células de la Unidad de Operaciones Especiales (UNOPES) de la Armada de México trabajan con el sistema de radio localización y escucha PR-100, de fabricación española, adquirido a finales de 2014 por la secretaría.
El sistema PR-100 es fabricado por la firma Rohde & Schwarz y está definido como el único receptor portátil desarrollado específicamente para cumplir con los requerimientos internacionales de radiomonitorización móvil”.
Este sistema puede localizar, guardar y ubicar señales de radiocomunicación que hayan dejado de emitirse en cualquier frecuencia.
La velocidad de barrido, localización e identificación de señales del PR-100 es de 2.0 GHz por segundo, lo que “permite a las autoridades reguladoras, a la industria o a las fuerzas armadas capturar incluso señales débiles de muy corta duración, señala el documento PDF en el que la empresa promociona este producto.
Junto con la Marina, alrededor de 10 mil efectivos de la Policía Federal están tras el Chapo Guzmán. El aproximado de elementos dedicados las 24 horas a esta misión es de 9 mil 678 integrantes; 1,250 integrantes de la División de Fuerzas Federales de la PF, así como 8,200 integrantes de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal y más de 180 elementos de grupos especiales de la Gendarmería.

Fuente.-
@JorgeMedellin95

1 comentario:

  1. Para que ahora señores del gobierno federal y Almirante Soberon Sáez los grupos de inteligencia o contra inteligencia tienen que estar en el anti plano o en los anti planos de México para que no estén sufriendo lo que hoy en día les 'paso PREVEMNCION PREVENCION CON INTELIGENCIA

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