Que el Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral en Michoacán culpe a otros de haber detonado la violencia y la inseguridad en esa entidad no se justifica. No ahora, que él cumple un año al frente de una dependencia que ni siquiera existía en el organigrama del gobierno federal y que se armó para él con poderes extraordinarios, incluso por encima de los del propio Gobernador del estado.
Mexico D.F 14/Ene/2015 Que Alfredo Castillo Cervantes culpe al ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa y su gobierno por los yerros cometidos en esa entidad, no lo exculpa de una actuación que, en 12 meses, ha desatado una ola de protestas que vienen lo mismo del Congreso local, que de los grupos defensores de derechos humanos, empresarios, pobladores de la región de Tierra Caliente –la más castigada por la violencia– e incluso por los combatientes en la zona.
Con Castillo Cervantes, la entidad lejos de pacificarse se ha armado y son ahora los grupos civiles, llámense Fuerzas Rurales, autodefensas, comunitarios e incluso cárteles del crimen organizado, los que combaten entre sí para hacerse de más poder y control.
Ayer, el Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral en el estado de Michoacán culpó durante su comparecencia ante diputados y senadores de la Comisión Permanente a la administración de Calderón Hinojosa por haber desatado la violencia en la entidad, esto en respuesta a las críticas de legisladores panistas, quienes afirmaron que existe un completo clima de ingobernabilidad en la entidad desde que, por decreto presidencial,Castillo fue nombrado Comisionado el 16 de enero de 2014.
En su defensa, el también ex Procurador en el gobierno de Enrique Peña Nieto en el Estado de México, acusó al gobierno calderonista de haber declarado muerto a Nazario Moreno González, alias “El Chayo”, y líder del cártel “La Familia Michoacana”, lo que le dio, dijo, más capacidad para operar desde el anonimato.
“Para mí hay un error, lo demás son consecuencias, y el gran error tiene que ver con que ustedes [los panistas] declararon muerto al principal líder templario que se llama Nazario Moreno y la señora Senadora que está a su lado [Luisa María Calderón Hinojosa] no me dejará mentir, era el verdadero líder del cártel”, expuso Castillo, mientras afuera del Palacio Legislativo de San Lázaro unos 600 michoacanos y miembros de grupos de la sociedad civil exigían a gritos la renuncia del Comisionado.
Alfredo Castillo fue más allá y mencionó que tanto los servicios de inteligencia del gobierno de Calderón como su aparato de justicia cometieron yerros consecutivos que terminaron por darle más fuerza a “El Chayo” y le dieron la posibilidad de continuar con su dominio desde el anonimato.
“Que sus áreas de inteligencia en esa investigación concretamente el Cisen, no les pudiera decir que estaba vivo, algo que en tres semanas yo ya sabía, es lo llevó a que esta situación se crecentara y él pudiera actuar prácticamente por su libre albedrío”, insistió.
También criticó la debilidad jurídica del calderonismo para consignar a diversos criminales detenidos durante el sexenio pasado, muchos de los cuales fueron arraigados para ser investigados y tuvieron que ser liberados por falta de pruebas en su contra: “Lo que más le ha afectado a Michoacán fue el error, el gran, gran, error de declarar muerto a Nazario Moreno, eso es lo que realmente desencadenó y una pésima investigación que dio con la libertad de estas personas, porque esto lo único que hizo es que les dio más fuerza y les dio el sentimiento de impunidad para poder seguir actuando”.
Pero, además, Alfredo Castillo ocupó una buena parte del tiempo para presumir que
el trabajo realizado por él había rescatado a la entidad, por lo que Michoacán pasó de ser un Estado fallido a un estado en vías de desarrollo. Y no tuvo en afirmar que, si las cosas se siguen haciendo como hasta ahora, ese estado bien podría ser la quinta economía a nivel nacional.
Sin embargo, entre su discurso recriminatorio y optimista el Comisionado no se refirió al motivo de las críticas que levanta a su paso en esa entidad. Tampoco de la violencia que se ha recrudecido en la región de Tierra Caliente ni de la aparición de nuevos grupos del crimen organizado, como es el caso de Los Viagras.
Como hemos comentado este espacio, en línea con el discurso oficial del actual gobierno,Castillo no menciona temas escabrosos, lo que no significa que en la realidad no estén presentes. Todos los michoacanos se dan cuenta, lo denuncia, pero él no los ve ni los oye.
La crisis en esa entidad sigue y es innegable. Aunque en el reporte oficial ante los legisladores lo haya negado y optara por culpar a otros, que si bien tienen parte de la responsabilidad deberían ser acusados formalmente en otras instancias, y no justificar con ello sus propios errores.
“Es de cobardes estar echando las culpas y de antiprofesionales estar culpando a tal o cual”, dijo a SinEmbargo la esposa del médico José Manuel Mireles Valverde, fundador de las autodefensas en Michoacán en 2013, enemigo de Castillo Cervantes y hoy recluido en el penal número 11 de Hermosillo, Sonora.
Y en esta opinión se resume lo que los la mayoría de los michoacanos piensan del papel desempeñado por el Comisionado.
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