Un hombre joven, moderno, que ha viajado, que es educado, que alterna con las mentes más poderosas del país, no puede pensar contra lo que es legal, es una decisión de millones de mexicanos: el matrimonio igualitario.
Y eso fue lo que hizo Alfredo del Mazo.
Supongo que, aleccionado por sus consejeros de mercadotecnia electoral, donde debe estar la empresa Bypower que, además de enriquecerse, es responsable de la pésima imagen del gobierno federal.
Como en la elección pasada el tema de la iniciativa de Ley de Peña Nieto, que terminó por retirar, a ese respecto habría restado votos, algún “brillante” como las sardinas en el mar que, justamente, “brillan”, debe haberle aconsejado que se pronunciase en contra.
Lo que no es ni siquiera lógico. La gran conurbación del Estado de México con la Ciudad de México hace totalmente innecesario el tema. Los que quieren casarse lo hacen sin ningún problema a pocas cuadras de distancia de su casa. Y en las poblaciones indígenas, campesinas, de esa entidad el tema no tiene trascendencia.
¿A quién le está hablando? ¿A jerarcas de la Iglesia para que no se le opongan? Incluso, si así fuese, el costo es elevadísimo de cara a la población urbana.
Sobre todo, este es el gran riesgo, están creando un “fake” candidato.
En contraste con una candidata totalmente auténtica, como es Delfina Gómez, hija de un albañil, que viaja en Metro, y es totalmente congruente en expresión con su historia.
¿A quién le creemos? ¿Cómo puede existir la mínima empatía frente a un mensaje incoherente, oportunista?
Que además es inútil, porque la Suprema Corte ya sentó jurisprudencia al respecto y por lo tanto cualquier pareja del mismo sexo puede contraer matrimonio, legalmente, en cualquier parte del país.
Sus consejeros son los mismos, supongo que incluida Alejandra de la Sota, que le dicen que se maquilla como lo vimos en el debate. ¿El rímel ayuda o estorba a la credibilidad? Esos son los temas a entender que no entienden.
¿Va a ganar Alfredo del Mazo?
Diría que el tema es si va a perder el gobierno de la República. Que va a resultar inútil la gran danza de los millones en “apoyos”.
¿Es Alfredo del Mazo un buen candidato? Es alguien que está enviando los mensajes incorrectos. Y los ciudadanos agraviados, hartos del gobierno, no van a creerle ninguna de sus ofertas. Y tal vez, se dan casos, sea un hombre lleno de cualidades.
¿Por qué, pase lo que pase, exhiban lo que exhiban, no disminuye la popularidad de Andrés Manuel López Obrador? Porque tiene muchos años construyendo su credibilidad. El tema es confianza. Y el índice de aceptación del Presidente Peña nos dice que la gente no confía ni en él, ni en su gobierno, ni en sus colaboradores ni en el PRI.
¿Cómo remontar esa montaña de negativos? Parece que la señora Alejandra Sota, los de Bypower y los demás “cerebros” han decidido construir un “fake” candidato. Y lo único que van a conseguir es perder, todavía, más votos.
En Estados Unidos millones votaron por Donald Trump porque era de verdad, lo que decía era lo que pensaba, y ha resultado ser lo que hace. Su decisión puede ser correcta o equivocada, pero el voto que recibió vino de la empatía hacía alguien que “no era político”, alguien que no decía rollos políticos, alguien que hablaba de lo que muchos hablaban.
La fotografía que Delfina subió a Twitter por motivo del Día de la Santa Cruz define sus verdades: su padre era albañil. ¿Van a creer en la historia de superación de una maestra que tiene esos orígenes? O, alguien apuesta por esto, ¿van a creer en la historia de una familia que ha gobernado al Estado de México, que ha intervenido en los gobiernos de esa entidad por muchos años? La hija de un albañil que viaja en Metro versus el primo del Presidente de la República que es hijo y nieto de gobernadores.
Lo único positivo de todo esto va a ser el gran fracaso de los expertos en “comunicación política” que han ganado millones de pesos este sexenio…
Fuente.-Isabel Arvide
@isabelarvide
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