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martes, 14 de marzo de 2017

VERACRUZ 'DESBORDA VIOLENCIA" y el "GOBER" que "IBA" RESCATARLO QUIERE "POLICIA MILITAR"...otro lastre de gobernador.


La situación de seguridad en Veracruz empeora cada día que pasa, no solo son los asesinatos, extorsiones y secuestros que se convierten en desapariciones, es también la estructura criminal “intacta” que opera en la policía estatal y municipal. 

El golpe “mediático” del encarcelamiento del ex mandatario interino Flavino Ríos, no significó gran cosa ante la afrenta a la sociedad que significa que Javier Duarte de Ochoa, el sátrapa de moda, siga prófugo. Ante la incompetencia de los políticos, de nuevo la alternativa se fija en el despliegue militar como último recurso.

Los primeros análisis que tuvo en su escritorio el general de brigada German Antonio Bautista, cuando en enero pasado asumió el mando de la 26 zona militar en el Lencero, Veracruz, eran sobre tres grupos criminales que se disputaban a gran escala el centro de la entidad. Las organizaciones denominadas Cartel del Golfo, Sinaloa y Jalisco Nueva Generación aparecían con células enfrentadas entre sí en algunos puntos del corredor Orizaba, Córdoba, Ciudad Mendoza, Jalapa, y en otros sitios contra ramificaciones de los Zetas como el área Veracruz-Boca del Río.

En diciembre del 2016, un par de semanas antes de que el general Bautista llegara a Veracruz, su colega de rango Francisco de Jesús Leana Ojeda tomó posesión de la comandancia de la 19 zona militar en Pánuco, al norte de la entidad. Leana venía de la 35 zona militar en Guerrero, mientras que Antonio Bautista llegó de la 12 zona en San Luis Potosí.

En el norte de Veracruz la zona 19 al mando del general Leana cuenta con el 39 batallón de infantería, con sede en Tuxpan, y la sexta Compañía de Infantería No Encuadrada (C.I.N.E.) con cuartel en Poza Rica, ambas unidades son las encargadas de apoyar a las fuerzas federales con despliegues y patrullajes derivados de las disputas territoriales que en el área de Pánuco mantienen las facciones del Cartel del Golfo, al mando de un individuo identificado por el alias de “la Sombra”, el grupo 35-Zetas, y bandas locales afiliados al Cartel de Sinaloa.

Estas tres organizaciones más Jalisco Nueva Generación sostienen disputas territoriales en Tuxpan, Tihuatlán, Poza Rica, Coatzintla y Tlapacoyan y Martínez de la Torre, según se desprende de un informe sobre la situación de la seguridad en entidad elaborador por el gobierno federal al que este blog tuvo acceso.

En el área que le corresponde a la 26 zona militar, al mando del general Antonio Bautista desde hace un par de meses, entre los grupos con presencia creciente y que muestran hegemonía solo Jalisco Nueva Generación aparece con mayor presencia después de dos años de sangrientas disputas. La tiene en Coatepec, Jalapa, Emiliano Zapata y La Antigua-Cardel. Y predomina sobre células de los Zetas en el puerto de Veracruz, Boca del Río y Alvarado.

Al Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), se le atribuyó la autoría de los 11 muertos que aparecieron a principio de marzo en Boca del Río, a unas horas del arribo de la Gendarmería, como un mensaje al gobierno local y federal de que su beligerancia iría en aumento.

Al cumplirse 100 días del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, la situación de la inseguridad ha empeorado en la entidad. De acuerdo a cifras oficiales, en enero del 2017 Veracruz registró 102 asesinatos, 22 más que enero del 2016 cuando se contabilizaron 80. Y en febrero pasado, fueron alrededor de 100 los muertos de manera violenta en la entidad, según un recuento del Diario de Xalapa, que contabilizó también 12 asaltos bancarios, seis personas desaparecidas probables víctimas de secuestro entre las que estaban tres efectivos de la Armada y el delegado de la Comisión Nacional Forestal.

A estas cifras se le sumaron los 240 osamentas que de acuerdo a organizaciones civiles, han sido exhumadas hasta los primeros días de marzo en el predio Colinas de Santa Fe, una zona rural a las afueras de Boca del Rio donde los Zetas y el CJNG solían sepultar a personas que plagiaban en el área del puerto y municipios vecinos.

Mandos militares a la expectativa
Cuando el pasado martes 7 de marzo Miguel Ángel Yunes Linares declaró en una estación de radio que le había pedido al secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, su intervención para el envío de unidades de la Policía Militar, era porque los indicadores de violencia en Veracruz se habían desbordado.

Para el gobernador panista resultan insuficiente las tropas que bajo el mando del general de división Juan Manuel Rico Gámez, comandante de la sexta región militar, están desplegadas en las tres zonas militares de la geografía veracruzana. Al norte la 19 al mando del general Leana, al centro la 26 comandada por el general Antonio Bautista, y al sur la 29 zona en Minatitlán, encabezada por el general Cruz Eduardo Vega Rivera, un oficial de infantería que llegó a este lugar en enero del 2016 tras su paso como comandante de la Guarnición Militar de Cancún, Quintana Roo.

De la 29 zona militar depende el primer batallón de infantería con sede en San Andrés Tuxtla, el tercero de Minatitlán, el 45 que también tiene su sede en esta ciudad, y el 44 con cuartel en Ixhuatlán del sureste.

En la zona sur de Veracruz, de acuerdo al informe del gobierno federal sobre la situación de la seguridad, los Zetas, el Cartel del Golfo, células del CJNG y de Sinaloa, mantienen sangrientas disputas en los municipios de Tierra Blanca, Santiago Tuxtla, Acayucan, Coatzacoalcos, Minatitlán y Las Choapas. En esta zona los secuestros, desapariciones, asesinatos y extorsiones se han disparado en comparación con años anteriores.

Al ser área de colindancia con Tabasco, parte de los operadores de los grupos armados se desplazan de una a otra entidad sin que las policías locales, la mayoría infiltradas por el crimen, hayan desarticulado o detenido a miembros de estas organizaciones.

Toda esta región con Tierra Blanca como botón de muestra, ha vivido episodios de terror de tiempo atrás por lo que las corridas de autobuses foráneos como ADO, dejaron de circular por carreteras de la zona durante la noche debido a los asaltos, secuestros y asesinatos.

¿Será suficiente la Policía Militar?
Hasta el lunes 13 de marzo no se sabía con precisión si la secretaría de la Defensa Nacional autorizaría el envío de unidades de Policía Militar a Veracruz. Desde finales del año pasado en el Mando Especial Iguala, en Guerrero, a cargo del general de brigada Raúl Güereca Valenzuela, operan varias unidades provenientes de otras zonas militares, como el segundo batallón de Policía Militar, desplegado en municipios del norte de la entidad.

A finales del 2015 le tocó al 12 batallón de Policía Militar estar en el ojo del huracán, después de que cuatro de sus integrantes, dos oficiales y dos soldados mujeres, fueran encarcelados tras difundirse el video de tortura a una mujer detenida en Ajuchitlán del Progreso, en la Tierra Caliente de Guerrero. Esta unidad forma parte de la segunda brigada de Policía Militar con sede en San Miguel de los Jagüeyes, Estado de México, que participó durante un mes en el Operativo Especial lanzado en esa zona de la entidad.

De acuerdo a datos oficiales de la Sedena, la Policía Militar es una de las unidades que más ha crecido en este sexenio. El año pasado durante la conmemoración del día del Ejército, fue inaugurado el cuartel de la cuarta brigada de Policía Militar en Monterrey, y que podrá desplegar a algunos de sus batallones que la integran en operaciones especiales en Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí y Coahuila. Con alrededor de tres mil 200 efectivos, los integrantes de la brigada están capacitados en derechos humanos y en el nuevo sistema de justicia penal, dijo en el evento el entonces comandante de la cuarta región militar, el general de división Miguel Ángel Patiño Cancho.

El miércoles 8 de marzo el general Salvador Cienfuegos Zepeda, hizo una visita a San Pedro de las Colonias, en la comarca lagunera, donde supervisó la construcción del que será un nuevo cuartel para una brigada de Policía Militar, que como en Nuevo León, bridará apoyo a municipios de Coahuila, Chihuahua y Durango. Su primer objetivo será contar con mayor celeridad en despliegues además de realizar labores de levantamiento de información en campo.

Este factor, el arraigo y el conocer el terreno, es uno de los puntos débiles de las unidades que son llevadas de una zona militar a una entidad ajena a donde pertenecen, consideraron fuentes militares consultadas al respecto. Es el caso de las unidades que operan en el norte de Guerrero, dentro del Mando Especial Iguala, que no tienen información de inteligencia propia, no conocen a fondo las comunidades y su presencia es meramente de disuasión sin que su trabajo se refleje en la disminución de la incidencia delictiva.

Algo similar podría ocurrir en Veracruz de concretarse el envío de Policía Militar como lo pidió el gobernador Yunes. Llegarán de otros lados, sin conocer el terreno ni a los actores, con información proporcionada por otras unidades militares, y con un despliegue que podría ser solo para la foto.

Fuente.-Juan Veledíaz
@velediaz424

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