lunes, 19 de septiembre de 2016

LAS "TRANSAS de BUENA FE" de COLABORADOR del "BRONCO y CABEZA de VACA"...la "mala leche" de resolución los dibuja de "puerco completo"

Imagen.-Internet


Es mala leche desconfiar de una resolución, ni siquiera judicial sino sólo de la Subprocuraduría estatal Anticorrupción, que perdona los delitos vinculados al "cobijagate", atribuyéndolos a errores que no fueron de mala fe. Eso según el Gobernador Jaime Rodríguez, jefe en su momento de los "equivocados de buena fe" Rogelio Benavides, ex Subsecretario de Administración, y el aún director de Adquisiciones, Gonzalo Padilla Orozco.


Ambos personajes fueron castigados por sus transas de "buena fe" con multas de 7 mil pesos y una severa mirada de reprobación de Jaime, quien afirmó el jueves que el caso ya quedó cerrado y tronó al cuestionársele por detalles de la investigación y su ofrecimiento de acabar con la impunidad.

"La única desconfianza es de tu medio (EL NORTE)", le dijo airado el funcionario a un reportero. "Solamente es mala leche de tu medio", sostuvo, "porque tienen siete meses de estar con el mismo tema y finalmente, cuando se da una resolución, no están satisfechos.

"Nadie puede torcer la ley". Yo confío en la resolución de la Fiscalía Anticorrupción", añadió.

Sin embargo, la confianza de Rodríguez Calderón en las resoluciones absolutorias y en que nadie puede torcer la ley se derrumba cuando el acusado o los acusados no son de casa, como Benavides y Padilla, ambos del equipo original de Jaime, prestado ahora el primero al Gobernador electo de Tamaulipas, a quien pareciera que hubo que entregárselo lavado y planchado.
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Se lo digo porque para nada confía Rodríguez Calderón en las resoluciones judiciales, esas sí, que no vincularon a delitos graves de verdad a su odiado antecesor Rodrigo Medina, a quien Jaime y su equipo anticorrupción le siguen proceso, en el que, quizás, han cometido "errores de buena fe" a la hora de integrar los expedientes que han provocado resoluciones desfavorables al demandante, el actual Gobierno estatal, y favorables al demandado y su equipo, el Gobierno estatal anterior.

No pretendo defender irracionalmente a Medina, pero tampoco estoy de acuerdo en defender irracionalmente al autor de la transa de las cobijas, más clara en su autoría y ejecución, al menos en expedientes, que cualquiera de las transas atribuidas al Gobierno anterior con respecto a la armadora Kia y los privilegios y tratos fraudulentos que presuntamente recibió la empresa coreana, como los recibió el pasado invierno la empresa Mirof, comercializadora de las cobijas en entredicho.

Pero si confiamos en el aparato judicial, informal como la Subprocuraduría de Jaime que le da a éste por su lado, o formal como el que integran los jueces aunque no le dan al Gobernador por su lado, confiamos siempre, aunque sus resoluciones y fallos nos contraríen. Es muy mal síntoma que el Gobierno legalmente establecido critique, enojado su líder, las decisiones judiciales en su contra y aplauda las que son a su favor, regañando de pasada a un periódico por preguntar ¿qué pasó?, lo que es su trabajo.

Especialmente si la resolución de castigar a los autores del "cobijagate" con una multa más barata que las de manejar borracho y una mirada de reprobación de Rodríguez Calderón puso en evidencia la parcialidad hacia el interior de la Subprocuraduría anticorrupción que pide dos miradas de reprobación de Jaime para Rodrigo y ahora está apelando la sentencia de una nada más y sin multa.

Ellos solos, Ernesto Canales y el Gobernador independiente de la mirada que castiga, están matando el proceso judicial de Kia y Medina con errores que no creo que sean de buena fe, como los que el mandilón Gobernador le atribuye a su ex "cobijero" en residencia, que claramente se ve que se fue al baño. 


Fuente.-diazgarza@gmail.com

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