Gustavo Rodríguez Costilla, un ex miembro del cártel de los Zetas, preso en San Antonio, declaró que la organización criminal reclutó por la fuerza a los 130 reos que se fugaron en septiembre del 2012 del penal de Piedras Negras.
Al testificar en el juicio que se sigue a Marciano Millán Vázquez, alias "Chano" u "Orejón", detalló cómo los internos fueron obligados a fugarse y posteriormente a trabajar para los Zetas.
"No había elección, o te unías a ellos o te morías", dijo Rodríguez.
Explicó que el día de la fuga, un grupo armado entró al penal y sacaron por la fuerza a los 130 internos.
"Nos llevaron a un terreno baldío y ahí nos dijeron que teníamos que trabajar para ellos", precisó.
Rodríguez dijo ante el Jurado que después de la fuga, todos fueron llevados a un campo de entrenamiento, donde permanecieron tres meses.
"Graduados" como sicarios, los nuevos reclutas combatieron contra sus rivales del Cártel del Golfo, que pretendían apoderarse de la plaza.
El testigo dijo que él estuvo encargado de vigilar y proteger el trasiego de drogas a Estados Unidos. Detalló que estuvo nueve meses dentro de un grupo de sicarios que cometió al menos 80 ejecuciones.
Su juicio inició el pasado martes y continuará esta semana.
En la primera semana desfilaron testigos de los fiscales, quienes describieron la forma de operar de los Zetas en Coahuila, la participación de Millán en el cártel y el apoyo que el Gobierno del Estado les dio tras recibir sobornos.
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