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viernes, 9 de octubre de 2015

"PGR PRESENTO PRUEBAS solo CONTRA 3 de 8 MILITARES "DETENIDOS por CASO TLATLAYA"...se hizo "bolas" el engrudo.


A pesar de que la PGR detuvo a ocho elementos del Ejército por su presunta responsabilidad en la ejecución de al menos ocho supuestos criminales en Tlatlaya, Estado de México, la dependencia en realidad sólo presentó pruebas contra tres de ellos y permitió la liberación de los cinco restantes.
De acuerdo con la resolución del juez que liberó a cuatro soldados este martes 6 de octubre –el otro fue liberado desde el inicio del proceso-, laPGR presentó peritajes y testimonios de tres víctimas, los cuales indican que sólo tres soldados estuvieron al interior de la bodega durante “un segundo evento de disparos”, en el que murieron ocho de las 22 personas.
El peritaje y los testimonios también indican que los cinco militares restantes permanecieron en el vehículo en que viajaban y en el cual, narraron, fueron agredidos por las personas que se encontraban dentro de la bodega.
De acuerdo con los partes militares, a las 5 de la mañana ocho soldados fueron agredidos por varios sujetos que se encontraban al interior de una bodega. Tras ocho minutos de disparos, tres militares decidieron ingresar, mientras que los otros cinco permanecieron afuera atendiendo a uno de sus compañeros heridos.
En su resolución, el juez expone que de acuerdo con los peritajes no hay elementos para suponer que alguno de los militares que permaneció afuera de la bodega participó en delitos como encubrimiento, abuso de autoridad, alteración ilícita del lugar ni homicidio, y documenta que la PGR nunca acusó de este delito a todos los soldados.
El juez explicó el caso del teniente de Infantería, Ezequiel Rodríguez Martínez. La PGR lo identificó como la persona que iba al mando del grupo y en un principio lo culpó de no haber impedido el delito que se cometía en la bodega.
En este caso, la PGR nunca presentó pruebas de que el teniente Rodríguez Martínez sabía lo que sucedería en la bodega.
Así se detalla en el expediente, al cual Animal Político tuvo acceso:
Cierto, que de las declaraciones de cinco militares se infiere que el inculpado Ezequiel Rodríguez, con grado de Teniente de Infantería, es la persona que el día de los hechos iba al mando de los elementos del ejército; sin embargo, de la mecánica de los hechos narrados por los propios testigos, no se advierte que el inculpado haya tenido conocimiento de que se perpetraría la conducta de homicidio, o bien, que ésta se estaba perpetrando.
Al margen de que como lo menciona la Representación Social de la Federación en su pliego de consignación en el sentido de que el inculpado no sólo tenía la facultad, sino la obligación de ordenar a su personal el adecuado proceder, e incluso de supervisar que así fuera, por el grado jerárquico que ostenta respecto a los demás; lo cierto es que no existe constancia que ponga de relieve que el inculpado Ezequiel Rodríguez, se haya percatado de que al culminar el llamado primer evento, los tres elementos militares que estuvieron al interior de la bodega, hayan tenido la intención de cometer homicidio en contra de los sujetos que se encontraban dentro de dicho lugar, puesto que la posición jerárquica que guardaba delante de los restantes elementos militares, no es suficiente para inferir que dicho inculpado no haya evitado la consumación de la comisión del delito de homicidio, pues en primer término debía saber que se cometería dicho injusto, o bien, al estarse cometiendo haya sido omiso en evitar su consumación.
Aclara además, que cuando ya habían cesado los disparos, como 3 ó 4 minutos después, el Sargento Roberto Acevedo López, junto con los soldados Fernando Quintero Millán y Leobardo Hernández Leónides, ingresaron a la bodega, en tanto él fue a revisar el estado de salud del soldado Roni y en esos momentos escuchó más disparos que duraron como 5 minutos.
De lo anterior, se obtiene que el inculpado ni siquiera se encontraba dentro de la bodega en comento, con los tres elementos aprehensores, puesto que ni de las declaraciones de las víctimas sobrevivientes, se desprende que este haya permanecido cerca del lugar o dentro del mismo [bodega]; por el contrario, dicho inculpado señaló que únicamente dio la instrucción de que dichos elementos realizaran una revisión de la bodega, en tanto, él acudió a revisar el estado de salud del soldado “Roni”, de lo que se sigue, que no se encontraba en posibilidad de impedir la consumación de la conducta de homicidio, si precisamente se encontraba fuera de la bodega, a lo que se suma que el hecho de que escuchara las detonaciones [al igual que los demás militares], no implica que tuviera conocimiento de las conductas que se actualizaban en ese momento en el interior de dicho lugar, mucho menos que no haya evitado su consumación, si precisamente no tenía conocimiento de lo que ocurría dentro del mismo.
Además, el juez señaló que los militares liberados coincidieron en relatar que ninguno de ellos se encontraba dentro de la bodega.
Fuente.-

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