POLICIAS en MEXICO,muchas "OBLIGACIONES y POCOS DERECHOS"...el estado responsable de esa POLICIA que la SOCIEDAD "NO MERECE"

De acuerdo con la Constitución todos tenemos los mismos derechos y obligaciones al emprender la actividad que a uno más le guste, sin embargo, si la vocación llama a ser policía, la cosa cambia. 

Según la fracción XIII del apartado B del Artículo 123 Constitucional, los policías se regirán por sus propias leyes. Para permanecer en el cargo tienen que cumplir con los requisitos de permanencia y pueden ser separados de sus cargos por incurrir en responsabilidad (sic) en el desempeño de sus funciones. Sin embargo, ¿qué pasa si se le separa del cargo por una injusticia y se comprueba su inocencia? En ese caso, la Carta Magna establece que el Estado sólo estará obligado a pagar la indemnización y, en ningún caso, lo puede reinstalar. 

Pareciera entonces que en la vocación de policía existen obligaciones de permanencia como el Control de Confianza y acreditar las promociones, pero también subsiste la exclusión de derechos fundamentales, que claramente atenta contra sus derechos ciudadanos al quedar en la indefensión total, relegados al descrédito social, laboral e, incluso, familiar. 

Aquí la pregunta que valdría la pena hacernos es si como sociedad realmente pensamos que los policías pueden carecer de sus derechos laborales y humanos como cualquier ciudadano. Pienso que no. Una sociedad que aceptó el enfoque constitucional para garantizar los derechos humanos tiene que aspirar a tener policías con obligaciones, pero también con plenos derechos de primera, y última generación, como cualquier ciudadano. 

Continuar con este enfoque diferenciado en derechos los coloca en una inestabilidad en el empleo al ser excluidos de los derechos contenidos en la Ley para los Trabajadores del Estado y ello repercute negativamente en la carrera policial. Lo peor es que también le abre la puerta a injusticias que van desde obligarlos a trabajar turnos inhumanos de 24 horas continuas, hasta pagarles sueldos de 5 mil pesos mensuales, con el cual, además de cubrir sus necesidades, se les obliga a comprar uniformes y equipo en “lugares a modo”, toda vez que el recurso destinado para esto es utilizado para fines distintos a los de Seguridad Pública 

Preservar el capital humano en este caso de policías es una actividad que nos compete a todos. Por ello encontrar casos de mandos del DF que reconocen que los policías no están felices, pero que para eso se les prepara, es tanto como afirmar que se les prepara para ser infelices, para resistir por necesidad en un trabajo en donde su vocación y dignidad es menospreciada y donde los ciudadanos acabamos pagando por un servicio deficiente. 

Por lo tanto, tratar de cambiar el enfoque constitucional diferenciado, que ya ha sido objeto de acciones de inconstitucionalidad por parte de la CNDH en 2009, es una labor en la que todos estamos llamados a participar. Por ejemplo, en algunos estados la normatividad vigente sí llega a incluir la reinstalación de policías, por lo cual o esas leyes están desalineadas de la Constitución o viceversa, y de ahí la importancia de abrir este debate. 

En este sentido habremos de explorar rutas para revisar el aparato jurídico a la Policía como son algún recurso legal que revise lo expuesto en la Constitución; una revisión de fondo desde la Mesa de Armonización Normativa de Derechos Humanos de la Segob y, desde luego, que los legisladores aprovechen el planteamiento del cambio al mando único para emprender una consulta que derive en una reforma que dé certeza a la carrera policial y les garantice sus derechos humanos.

Fuente:El Universal

Presidenta de Causa en Común.

@MaElenaMorera