Los estudiosos de los procesos de duelo afirman que una forma efectiva para superar el dolor de la pérdida consiste en escribir una carta y luego quemarla o enterrarla cerca del fallecido.
A la memoria de Marco Antonio González Rico.
Hace poco falleció un querido amigo y me sorprendió el número de comentarios en Facebook a raíz de su muerte. No fueron pocos los mensajes de texto, fotos o vídeos para expresar tristeza por la pérdida, y recordar momentos significativos de su vida.
En especial me llamaron la atención los textos dirigidos al muerto. Eran mensajes de despedida, como si el muerto siguiera vivo en el ciberespacio.
Luego pensé que algo similar pasa en un sepelio presencial, donde los asistentes se despiden del fallecido, como parte de un rito para procesar la pérdida.
Pero fue para mí una experiencia impactante ver cómo las redes sociales se han convertido en espacios para un sepelio cibernético.
Al investigar un poco sobre el asunto encontré que de las mil 500 millones de cuentas que existen en Facebook, más de 30 millones son de usuarios que están muertos. Y aunque opera desde 2009, pocos saben que la red social creó un cementerio virtual donde amigos y familiares del fallecido, pueden visitarlo virtualmente en una cuenta conmemorativa. Algo similar a cuando vamos al panteón a limpiar la tumba del familiar y platicar con sus restos.
Hay todo un procedimiento para convertir el perfil existente en una cuenta conmemorativa. Para los interesados va el link respectivo: https://www.facebook.com/help/103897939701143
Obvio que el nuevo perfil del finado opera con criterios distintos al perfil de un vivo. Por ejemplo, estos perfiles no aparecen en las búsquedas públicas, pues son privados y sólo pueden entrar aquellos contactos que fueron aceptados en vida.
Ahí los visitantes pueden compartir sus recuerdos o dejar mensajes póstumos. Por su parte Facebook borrar de la página toda aquella información que considere puede incomodar a los visitantes.
Los estudiosos de los procesos de duelo afirman que una forma efectiva para superar el dolor de la pérdida consiste en escribir una carta y luego quemarla o enterrarla cerca del fallecido.
Un ritual digital parecido sería escribir un texto en el muro del muerto para compartirlo con otros dolientes.
Lo terrible, en el caso digital, es que la facilidad de acceso a la cuenta conmemorativa obstaculizaría resolver el proceso de duelo. Por ello habrá quienes prefieran la solución más sencilla de eliminar definitivamente la cuenta.
Seguramente otros se opondrán por ser una opción viable para visitar y recordar al ser querido, al mismo tiempo que nos permite negar la desaparición definitiva.
En mi investigación pude descubrir que además de Facebook existen proyectos empresariales que ofrecen servicios relacionados con la muerte de un usuario. Por ejemplo una empresa ofrece proteger todas las claves de un usuario a cambio de una módica suma. Dicha información se entregará a los familiares del difunto cuando se compruebe fehacientemente la muerte del cliente.
Otro servicio ofrece notificar a una lista de personas previamente elaborada cuando el cliente muera.
También hay servicios digitales post-mortem, como felicitaciones de aniversario vía Twitter o Facebook a la viuda, o mensajes de imagen o texto elaborados en vida por el muerto, que se enviarán a los contactos que se anticipadamente se definan. Y otros más, todos producto de la creatividad y las nuevas necesidades de la humanidad generadas por las nuevas tecnologías.
fuente.-@Manuel_Yarto
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: