Expertos en temas militares advirtieron que las tareas de la Armada de México, empleada en el combate frontal al crimen organizado desde 2009, está siendo acotada por las decisiones de jueces, que no vinculan a proceso a personas ligadas con la delincuencia.
"Lo que se observa es el rotundo fracaso de la aplicación del nuevo sistema penal acusatorio, impuesto desde la Iniciativa Mérida; es parte de las variables en el incremento de la violencia en todo el País", alertó Javier Oliva, académico de la UNAM.
"También, de forma gradual y sostenida, se observa la participación de las comunidades como parapeto de una amplia estructura criminal. Tal como sucedió en el sepelio del líder de un grupo delictivo en Tláhuac, en donde hasta hubo una procesión para conducirlo a su tumba, y en el caso de Juan José Farías Álvarez, "El Abuelo", en Michoacán, que lo reciben con mariachi", añadió el experto en seguridad nacional.
En la actual Administración, la Marina suma logros, pero también pifias que le han costado, entre otras cosas, acusaciones por violaciones a los derechos humanos, daños colaterales y errores durante la captura de criminales.
"La cadena de mando presenta un desgaste, los comandantes están comenzando a tener malas decisiones. No existe otro responsable que la cadena de mando, los marinos cometen errores derivado de las decisiones de los mandos que entraron en una fase de desgaste.
"Pero también está el tema del sistema de justicia, que no se aplica como debiera de ser contra de estos delincuentes", opinó el general de división retirado, Carmelo Terán, especialista en inteligencia militar.
Para Guillermo Garduño, experto en temas militares y académico de la UNAM, los marinos no cometen errores en sus operaciones llevadas a cabo con inteligencia.
"Ubican al sujeto, llevan a cabo los procedimientos, controlan la situación ante gente armada y luego, finalmente, se llega a un elemento simulado ante el juzgado, la liberación del sujeto (...) pero la Marina obtiene información de inteligencia finalmente", indicó.
Desde la operación quirúrgica en 2009 para desmantelar al Cártel de los Beltrán Leyva con el abatimiento de Arturo Beltrán, "El Barbas", la Armada de México fue empleada durante el sexenio de Felipe Calderón y ahora en el de Enrique Peña Nieto para desmantelar a las organizaciones criminales con inteligencia.
La Marina utilizó tareas de inteligencia para debilitar al Cártel de los Beltrán Leyva y después fue asignada para mermar las estructuras del CJNG, del Cártel de Sinaloa, Los Zetas, el Cártel del Golfo y hasta el de Tláhuac.
La Armada suma las capturas de Joaquín "El Chapo" Guzmán; del jefe máximo del Cártel del Golfo, Jorge Eduardo "El Coss" Costilla; José María Guízar Valencia, "Charly, Z43 o Chema", entre otros.
Así como el abatimiento de Juan Francisco Patrón Sánchez, "El H2", líder de los Beltrán Leyva en Sinaloa y Nayarit.
A esa lista se agrega la eliminación de jefes criminales como Felipe Pérez Luna, "El Ojos", presunto líder del Cártel de Tláhuac; su sobrino Ricardo Ferro Pérez, y Juan Manuel Loisa Salinas, " El Comandante Toro", líder del Cártel del Golfo en Tamaulipas.
No obstante, la Marina también es blanco de señalamientos por desapariciones, torturas, abatimiento de personas inocentes en operaciones y errores en las detenciones.
Por ejemplo, Juan José Farías Álvarez, "El Abuelo", y José Alfredo Cárdenas, "El C1", ambos aprehendidos por personal naval y liberados por jueces por minucias técnicas.
"Lo que se observa es el rotundo fracaso de la aplicación del nuevo sistema penal acusatorio, impuesto desde la Iniciativa Mérida; es parte de las variables en el incremento de la violencia en todo el País", alertó Javier Oliva, académico de la UNAM.
"También, de forma gradual y sostenida, se observa la participación de las comunidades como parapeto de una amplia estructura criminal. Tal como sucedió en el sepelio del líder de un grupo delictivo en Tláhuac, en donde hasta hubo una procesión para conducirlo a su tumba, y en el caso de Juan José Farías Álvarez, "El Abuelo", en Michoacán, que lo reciben con mariachi", añadió el experto en seguridad nacional.
En la actual Administración, la Marina suma logros, pero también pifias que le han costado, entre otras cosas, acusaciones por violaciones a los derechos humanos, daños colaterales y errores durante la captura de criminales.
"La cadena de mando presenta un desgaste, los comandantes están comenzando a tener malas decisiones. No existe otro responsable que la cadena de mando, los marinos cometen errores derivado de las decisiones de los mandos que entraron en una fase de desgaste.
"Pero también está el tema del sistema de justicia, que no se aplica como debiera de ser contra de estos delincuentes", opinó el general de división retirado, Carmelo Terán, especialista en inteligencia militar.
Para Guillermo Garduño, experto en temas militares y académico de la UNAM, los marinos no cometen errores en sus operaciones llevadas a cabo con inteligencia.
"Ubican al sujeto, llevan a cabo los procedimientos, controlan la situación ante gente armada y luego, finalmente, se llega a un elemento simulado ante el juzgado, la liberación del sujeto (...) pero la Marina obtiene información de inteligencia finalmente", indicó.
Desde la operación quirúrgica en 2009 para desmantelar al Cártel de los Beltrán Leyva con el abatimiento de Arturo Beltrán, "El Barbas", la Armada de México fue empleada durante el sexenio de Felipe Calderón y ahora en el de Enrique Peña Nieto para desmantelar a las organizaciones criminales con inteligencia.
La Marina utilizó tareas de inteligencia para debilitar al Cártel de los Beltrán Leyva y después fue asignada para mermar las estructuras del CJNG, del Cártel de Sinaloa, Los Zetas, el Cártel del Golfo y hasta el de Tláhuac.
La Armada suma las capturas de Joaquín "El Chapo" Guzmán; del jefe máximo del Cártel del Golfo, Jorge Eduardo "El Coss" Costilla; José María Guízar Valencia, "Charly, Z43 o Chema", entre otros.
Así como el abatimiento de Juan Francisco Patrón Sánchez, "El H2", líder de los Beltrán Leyva en Sinaloa y Nayarit.
A esa lista se agrega la eliminación de jefes criminales como Felipe Pérez Luna, "El Ojos", presunto líder del Cártel de Tláhuac; su sobrino Ricardo Ferro Pérez, y Juan Manuel Loisa Salinas, " El Comandante Toro", líder del Cártel del Golfo en Tamaulipas.
No obstante, la Marina también es blanco de señalamientos por desapariciones, torturas, abatimiento de personas inocentes en operaciones y errores en las detenciones.
Por ejemplo, Juan José Farías Álvarez, "El Abuelo", y José Alfredo Cárdenas, "El C1", ambos aprehendidos por personal naval y liberados por jueces por minucias técnicas.
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