Antonio Riviello Bazán, ex secretario de la Defensa Nacional, falleció a los 90 años de edad en el Hospital Central Militar de la Ciudad de México la noche de este lunes.
La muerte del ex titular de la Sedena fue dada a conocer por el actual secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, quien dio el pésame a la familia a través de sus redes sociales.
Riviello Bazán fue nombrado Secretario de la Defensa Nacional del 1 de diciembre de 1988 al 30 de noviembre de 1994, por lo que vivió tanto el levantamiento del conflicto armado en Chiapas y posteriormente el inicio del diálogo con integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Fuente(Milenio).
Que decía el GENERAL RIVIELLO de la LUCHA ANTINARCO...asi se publico Mayo 15/2009.
Cuando el 30 de noviembre de 1988 se anunció la integración del gabinete
presidencial que al día siguiente iniciaría funciones bajo el mando de Carlos
Salinas de Gortari, recibí un telefonema de un amigo acerca de quien sería el
nuevo secretario de la Defensa Nacional, Antonio Riviello Bazán:
“El general Riviello —me dijo, entre otras cosas— nunca estuvo de acuerdo en que el Ejército intervenga en la lucha contra el narcotráfico. Él dice que los soldados son gente muy humilde que no deben ser expuestos a tentaciones. Estar en contacto con policías judiciales que descaradamente exhiben sus relojes y cadenas de oro y sus carteras repletas de dólares puede llevar a algunos a traicionar sus lealtades…”
No es la primera ocasión en que recuerdo esta anécdota, general Galván. Hoy la revivo porque nuevamente cobra vigencia luego de que usted ordenó la entrega de un capitán, siete tenientes y un subteniente a la autoridad civil por haber integrado una red informativa al servicio… ¿del Chapo Guzmán o del Mayo Zambada? ¡Caray, general!, la duda y la zozobra llegaron para quedarse… El sábado la dependencia bajo su mando los vinculó al primero mencionado; ayer la PGR los identificó al servicio del segundo… Una diferencia de esta índole tiene un valor indiscutible, porque en la historia del narcotráfico mexicano El Chapo significa vínculos que se antojan muy especiales con el gobierno de Vicente Fox, quien le habría liberado y nunca hizo lo necesario para reencarcelarlo.
Desde que el general Riviello Bazán expresó lo que hoy he recordado nuevamente, ¿cuántos elementos de las fuerzas armadas nacionales, desde humildes soldados rasos hasta importantes generales de División, han caído en las redes del narco? Es, ya, nutrida la lista de quienes incluso han pisado la cárcel y se mantienen ahí. ¿Cuántos más han evadido las investigaciones pero se mantienen bajo sospecha? Sólo usted y muy pocos más conocen esta última cifra, pero el conjunto ha validado, con mucho, aquella preocupación de su antecesor en el mando militar del país.
El miércoles pasado, mi colega y amigo Javier Ibarrola reveló en el diario Milenio la existencia de un libro de pequeño tiraje, escrito por el general Riviello Bazán, del que reprodujo algunos pasajes; ninguno de ellos parecido a lo que aquí he reproducido una vez más y no sé en qué medida más o menos grave que aquello, pero me temo que algunas de esas nuevas palabras pudieran considerarse la terrible continuación de aquellas.
Por ejemplo:
“El Ejército y la Fuerza Aérea han pagado un precio muy alto por una democracia que no les sirve, por un sistema de gobierno que los ha usado de manera desleal para legitimar sus desaciertos o sus ambiciones.
“Hoy, nuevamente el Estado mexicano se ve en la imperiosa necesidad de empeñar a las fuerzas armadas en una lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado (el trabajo sucio), por tanto, es posible estimar que dentro de otros tres lustros o antes se esté confrontando este mismo fenómeno de desprestigio ante la sociedad mexicana.
“… Las fuerzas armadas deben ser absolutamente leales a su pueblo, a su comandante supremo y a las instituciones de la república; sin embargo, no pueden ni deben, como poseedoras de las armas de la nación, estar confiadas a los errores y aciertos de quienes, por voluntad de los ciudadanos, hoy ejercen el poder y mañana no.”
“… El liderazgo no emana de la ciega obediencia hacia una persona. Se debe hacer algo de manera urgente. Sólo dentro del marco de una democracia verdadera es posible conciliar los conflictos sin la fuerza y la violencia”.
Fuente.-
lmendivil@delfos.com.mx
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