Donald Trump utilizó la ceremonia
de toma de posesión del Procurador General, Jeff Sessions, para firmar tres
órdenes ejecutivas, entre ellas una destinada contra los cárteles de drogas
transnacionales.
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"Estos tiempos peligrosos
requieren un Fiscal General determinante", dijo el Presidente de Estados
Unidos en una ceremonia en el Despacho Oval.
El Mandatario firmó una
orden para acabar con los cárteles criminales del narcotráfico y otros grupos
del crimen organizado que, dijo, se han extendido por todo el país.
"La orden pide al
Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional que tomen
todas las acciones necesarias y legales para romper la estructura de los
cárteles criminales que se han extendido por todo el país y que están
destruyendo la sangre de nuestros jóvenes", aseguró.
Al firmar la orden unos minutos
después, el Mandatario especificó que iba dirigida contra las organizaciones
criminales transnacionales, como las procedentes de México, aunque no llegó a
citar al país vecino.
El consumo de heroína y las
muertes relacionadas con ello se han disparado en los últimos años en EU,
especialmente entre la comunidad blanca de clase media, y Trump prometió
durante su campaña luchar contra esa "epidemia" mediante la mano dura
a la inmigración y el tráfico de drogas que entran al país por la frontera sur.
"Una nueva era de justicia
comienza, y comienza ahora mismo", sentenció al firmar sus acciones
ejecutivas.
Trump rubricó además otras dos
acciones ejecutivas, una destinada a crear un grupo de trabajo para reducir el
crimen violento y otra en la que pide a su equipo que elabore un plan para
detener los crímenes violentos contra los agentes que aplican la ley.
"Hoy voy a firmar tres
acciones ejecutivas diseñadas para restaurar la seguridad en Estados
Unidos", adelantó Trump en declaraciones a la prensa durante la toma
de posesión de Sessions.
La segunda acción ejecutiva
firmada tiene que ver con su preocupación por el auge de los crímenes violentos
en EU, especialmente en ciudades como Chicago.
Trump aseguró el martes que la
tasa de asesinatos en el país es la más alta en 47 años, un dato falso que
contrasta con las estadísticas oficiales del FBI, que sitúan ese índice en un
nivel muy inferior al de las décadas de 1980 y 1990.
La última orden busca proteger a
los policías y agentes de seguridad de todo el país que, a su juicio, han
aumentado por una falta de aplicación de la ley, en medio de un auge en las
tensiones raciales en varias ciudades donde los activistas denuncian un aumento
en la violencia policial contra los afroamericanos.
Con información de Reuters y EFE
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