La Fiscalía de Veracruz señaló
que los religiosos de Poza Rica, Veracruz, cuyos cuerpos se encontraron el
pasado lunes, conocían e incluso convivieron con los autores de su asesinato.
El Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras también descartó que el crimen organizado
fuera el movil.
Los religiosos asaltados y asesinados en una iglesia de Poza
Rica, Veracruz, conocían a sus victimarios y estuvieron ingiriendo bebidas
alcohólicas antes de que fueran asesinados, aseguró el Fiscal General de
Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras.
De acuerdo con declaraciones dadas por el
funcionario a la prensa, los presuntos responsables estaban reunidos en la
Parroquia de Nuestra Señora de Fátima con los sacerdotes Nabor Alejo Jiménez
Juárez y José Alfredo Suárez, bebiendo licor y, posteriormente, la
reunión “se tornó violenta”.
El funcionario negó que los asesinatos de
Jiménez Juárez y Suárez hayan estado vinculados al crimen organizado.
“Es totalmente falso lo que ha venido
difundiéndose en algunos medios de que eran objetivos de la delincuencia
organizada. Víctimas y victimarios se conocían, estaban conviviendo, estaban
libando alcohol, al dicho de testigos que estaban ya en las diligencias que ha
desahogado la Fiscalía General”.
Bravo Contreras también precisó que el
cuerpo de Nabor Alejo Jiménez fue encontrado con nueve impactos de arma corta,
mientras que Alfredo Suárez sólo recibió uno.
Ayer, por la tarde, la Fiscalía inició una
carpeta de investigación e informó que identificó a los presuntos asesinos,
aunque no se revelaron sus nombres.
La institución indicó que también serán
integrados otros elementos de prueba “hasta que estos ilícitos sean
esclarecidos en su totalidad y el o los responsables” sean llevados ante las
autoridades judiciales.
La Fiscalía publicó un boletín en el que
señaló que desde que supo de la privación de la libertad de las tres personas
“ha desahogado 25 diligencias y cuenta ya con la identidad de un probable
responsable”.
“El fiscal investigador continúa con la
integración de la carpeta de investigación y en próximas horas (el sospechoso)
será consignado ante el juez de control”, indicó la dependencia estatal, que
prometió que “seguirá informando de este caso en el marco de la ley y de
acuerdo con los tiempos que el derecho permita”.
Los cadáveres de Nabor Alejo Jiménez
Juárez, de 50 años y José Alfredo Suárez, de 30 años de edad, fueron
encontrados en el predio conocido como La Cueva del Diablo este lunes, 19 de
septiembre.
Los asesinos utilizaron estolas para atar a
sus víctimas antes de ejecutarlas.
Hubo una tercera persona secuestrada que
logró escapar de los agresores, de él, únicamente se sabe que labora como
chofer de la iglesia, en donde los hechos se suscitaron durante la madrugada
del lunes, 19 de septiembre.
De acuerdo con el sacerdote Suárez
Silva, los hechos se habrían suscitado durante la madrugada, el motivo,
un presunto un robo a las instalaciones parroquiales que se
encuentran en remodelación.
“Yo creo que estas personas creyeron que por
las labores de construcción, en contrarían dinero. Supongo que mis
compañeros opusieron resistencia y por eso la sangre en el piso”.
En el documento, la Conferencia externó su
“cercanía y oración” a la diócesis de Papantla, a su Obispo y a los familiares
de los sacerdotes asesinados.
“En estos momentos de dolor, impotencia y tragedia provocada por la
violencia, elevamos nuestra plegaria al cielo por el eterno descanso de estos
hermanos nuestros, e imploramos al Señor la conversión de sus agresores”, añadió .
No se hagan pendejos
ResponderBorrarEsas ordenes se las dieron los zetas
Encontrar un pobre pendejo que los mismos zetas le entregan a la procuraduria de veracruz
Y la realidad es
Que los mataron por no querer pagar piso
Son unos pinches demonios sin alma