Las mujeres y hombres públicos no tienen vida privada. Esa afirmación es falsa, discriminatoria y hasta tonta.
Pero cuando las personas públicas hacen alarde de su vida privada, la cosa cambia; cuando nos enteramos de sus viajes, sus fiestas, sus gustos personales, los autos que conducen, las joyas que lucen, las ropas que visten y hasta qué y dónde comen, que no se quejen.
En un país donde hay 70 millones de pobres y una clase media cada día más decaída es, por decir lo menos, una declaratoria de guerra ver en las redes sociales cómo hijos de mandatarios, representantes populares y funcionarios de todos niveles gastan con rigor, como si se tratara de una competencia de dispendio. Claro, sus sueldos y prestaciones sencillamente no dan para ese nivel de vida.
Por ejemplo, podemos calificar la actuación política del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco; claro, podemos opinar de su origen partidista, de sus raíces familiares y si combate o no la terrible y penosa pobreza de sus gobernados. Le pregunto a los chiapanecos ¿está cumpliendo con sus promesas de campaña? ¿qué calificación le ponen a su primer mandatario sureño?
Como administra recursos públicos, está bajo el escrutinio constante de los ciudadanos para saber cómo y en qué gasta nuestros impuestos; y claro posee la observancia diaria de su actuación gubernamental.
Por ello, y ante los escándalos recientes y el enojo visible de la sociedad, debemos festejar que el presidente Peña y su esposa Angélica Rivera no fueron a la boda del joven mandatario y la actriz, y también que no nos embarraron el lujo de la recepción. Es más, ni sabemos a ciencia cierta si hubo fiesta, ni conocemos la lista de invitados.
Hubiera sido el acabose: el gabinete legal y ampliado envuelto en sus mejores galas; la Conago en pleno y las fotos en el humilde aeropuerto de decenas de jets ejecutivos, claro, financiados con el sudor de la frente de todos nosotros.
Hubiera sido la ruina, el menú publicado en todos los periódicos y las sonrisas de la clase gobernante, como si no pasara nada, conviviendo con la enorme lista de cantantes, presentadores e iconos de las telenovelas.
Hubieran sido un desastre los videos filtrados del Niño Verde bailando cool y la portada de la revista Proceso, con un amplio reportaje, que distanciaría más a la sociedad de sus políticos. Quizá hubiera sido un trending topic mundial: #LesValeMadres
Seguramente Anahí quería una ceremonia enorme, pero debemos agradecer la prudencia, o barrera política, que prohibía otro escándalo más, en medio de la crisis.
El gobernador Velasco tiene derecho a casarse, claro; a formar su familia, claro, y a unirse en matrimonio con quien se le pegue la gana. Pero tenía y tiene prohibido hacer pública su vida privada, en medio del enojo, encono y repudio de millones de mexicanos.
Aunque muchos se enojen, hay que felicitar al gobernador Velasco Coello por su discreción. Y claro, por su reciente boda.
Michoacán.-Mientras siguen saliendo videos del Gerber, hijo del ex gobernador Fausto Vallejo, con Servando Gómez La Tuta, los transportistas decidieron suspender las corridas a distintos puntos del estado si se ven amenazados por normalistas para secuestrar camiones de pasajeros. Por ejemplo, este lunes se cerró la central camionera de Morelia, ante la amenaza de estudiantes de raptar unidades.
Fuente.-Gustavo Renteria/24hrs.
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