Una mujer que acusó a Donald Trump de abusar de ella sexualmente reveló por primera vez detalles del traumático episodio.
Jill Harth, una artista de maquillaje, permaneció en silencio durante casi 20 años sobre la demanda, emitida en 1997, en la que acusó al magnate de intento de violación.
Según relató a The Guardian, Trump la acorraló y toqueteó en el dormitorio de uno de sus hijos.
Unos cuantos detalles del episodio emergieron por primera vez cuando Trump montó su campaña por la Casa Blanca
Harth entonces recibió un sinnúmero de peticiones de entrevistas de varios medios estadounidenses, pero las declinó.
Cambió de parecer luego de que el magnate dijo que sus alegaciones carecían de mérito y de que su hija, Ivanka Trump, afirmara en una entrevista que su padre no es un "manos largas".
Harth dijo a The Guardian que fue acusada públicamente de ser una mentirosa, y que su trabajo se ha visto perjudicado por tal alegación, por lo que decidió hablar sobre su mala experiencia para que Trump se disculpe.
La maquillista conoció a Trump en diciembre de 1992 en las oficinas de éste en la Torre de Trump, donde ella y su pareja, George Houraney, hicieron una presentación de negocios.
La pareja quería reclutar a Trump para que financiara su festival "Sueño Americano", en el cual Harth supervisaba un concurso conocido como "El calendario de las chicas Sueño Americano".
Harth describió esa presentación de negocios como el punto culminante de su carrera.
Para su mala suerte, Trump se interesó en ella de inmediato y comenzó con una serie de aproximaciones sexuales no deseadas y las cuales Harth detalló en su demanda.
Para empezar hubo una primera reunión con un tono lascivo por parte del magnate en diciembre, seguido de preguntas inapropiadas sobre su estado civil.
Lo siguiente fue una cena en el hotel Plaza de Oak Room en el que el magnate presuntamente la tocó bajo la mesa.
Todo culminó en enero de 1993, cuando Harth y Houraney visitaron la mansión del magnate en Florida para celebrar la finalización de un acuerdo sobre el concurso de belleza.
Luego de que se cerrara el trato, Harth y su pareja estaban en un tour por el Mar-a-Lago junto a un grupo de concursantes de belleza -que estaban ahí porque Trump quería "comprobar la calidad de las chicas a las que estaba patrocinando", según el relato de la maquillista- cuando el magnate la llevó a una de las habitaciones de sus hijos.
"Él me empujó contra la pared, tenía sus manos sobre mí y trató de levantar mi vestido nuevamente. Tuvo que decirle: ¿qué haces? ¡Basta!", contó.
"Me impresionó que lo hiciera, porque yo estaba allí con George, él sabía que mi pareja (y las chicas) estaban en la otra habitación. ¿Cómo pudo intentar hacer eso cuando estaba ahí por negocios?", prosiguió.
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