LA "POBREZA DUELE pero NO MATA"...pero DICE EPN que la ECONOMIA "VA MUY BIEN".

Maderas colocadas casi a la perfección, cubetas utilizadas como macetas, hules negros que envuelven el baño de letrina y una pequeña siembra de maíz forma el patrimonio de la familia Leyva Requejo.

El Fuerte, Sinaloa.-16/Oct/2015  Hace 4 años llegaron a la comunidad del Kilómetro 19, El Fuerte, procedente de La Culebra, municipio de Choix, de donde salieron huyendo por la violencia. 

Pobreza que duele.

Ahora, su hogar lo han formado a orilla del llamado Canal Alto, sin agua, ni luz, ni drenaje, sólo el amor que tienen por sus 5 hijos y su esposo Guillermo.

Rosalva Requejo, madre y pilar de esta familia, señaló con tristeza las penurias que viven todos los días para sobrevivir.

Noches que cambia el sueño por el velar el de sus retoños, a quienes les espanta con un cartón los moscos que se vuelven insoportables. 

“No tenemos luz, a veces toda la noche nos espantamos los moscos, más con las niñas más chiquitas, que están todas picoteadas. Hay días en los que lloran mucho porque no aguantan y, ni modo, tenemos que aguantarnos y ellos también”, dijo con el consuelo que duele el alma.

El olor de la pobreza.

Cruzado el cerco formado por palos recogidos del monte, el olor es diferente.

Se percibe la angustia y la desesperación; huele a limpio, a humedad y a incertidumbre. 

Pero más allá de lo material, huele a humildad y a amor, ese amor incondicional que soporta todo, hasta las carencias de lo más básico. 

“No tenemos nada, mi esposo a como pudo hizo esta casa. En las noches prendemos veladoras, así es como pasamos los días y las noches”, relató Rosalva orgullosa.

Pero aun viviendo en estas condiciones de pobreza extrema, esta familia busca salir adelante.

“Nos vinimos de La Culebra porque se estaba poniendo difícil, pero más porque mis hijos querían seguir estudiando y hasta donde nosotros podamos vamos a darles estudios. Eso y más merecen y nosotros tenemos que hacer el esfuerzo”, dijo con la firmeza y compromiso de una madre.

Ahora, esta familia no pide otra cosa más que la atención de las autoridades fortenses.

“No pedimos muchas cosas, sólo que nos pongan luz, el agua y lo demás, como sea le podemos hacer; hay postes, pero no nos quieren bajar la luz”, asentó.

Fuente.-