Los dos más altos funcionarios del sistema federal de
penales en la cárcel por la segunda fuga de Joaquín El Chapo Guzmán
son Celina Oseguera, excoordinadora general de los Centros Federales de
Readaptación Social, llamados CEFERESOS, y Valentín Cárdenas, exdirector de El
Altiplano. Están presos por el delito de evasión de presos porque, de acuerdo
con el alegato de la Procuraduría General de la República (PGR), sabían que los
sistemas de seguridad en esa cárcel de máxima seguridad no servían, y tampoco
hicieron nada por corregirlos. A partir de esa presunta culpabilidad, la SEIDO
ha plantado información parcial y sesgada en los medios para radicar hasta ese
nivel de funcionarios, la responsabilidad máxima del escape. La desinformación
sugiere encubrimiento de mandos superiores.
Cárdenas lo esbozó en su primera declaración ministerial
el 14 de julio. “Es mi deseo manifestar que para mí es de vital importancia que
queden aclaradas fehacientemente las siguientes situaciones”, dijo al
ministerio público federal: “1.- Porque Centro de Control de la Policía Federal
y el CISEN reportaron al director de Seguridad y al comandante de compañía
hasta las 21:25 el incidente de evasión… que según el video del mismo había sucedido
a las 20:52:20, a quien le corresponde que conteste o se investigue sobre esta
situación para que quede perfectamente aclarado. 2.- Porque después de haberse
reportado durante mucho tiempo que la mayoría de los sistemas electrónicos de
seguridad perimetral estaban fuera de servicio, en ningún momento se atendió
estos reportes… y vulneró la seguridad institucional en este caso… específico,
si hubiera funcionado el sistema de intrusión y de detección de movimientos del
subsuelo del penal, probablemente hubiera habido una atención oportuna”.
La declaración de Cárdenas reveló en las primeras 48
horas después de la fuga, la responsabilidad del CISEN y la Policía Federal
sobre la vigilancia de Guzmán. Además, estableció que entre que desapareció el
interno de los monitores del CISEN y de la Policía Federal, hasta que los
alarmó que no reapareciera, pasaron 33 minutos. No obstante, la alarma no se
dio en ese momento. ¿Quién encargado de atender los sistemas de seguridad y
alarmas perimetrales de El Altiplano? “El Centro de Control”, respondió
Oseguera al ministerio público federal el 18 de agosto.
¿Quién estaba encargado de atender los sistemas de
seguridad y alarmas perimetrales?, replicó el interrogador. “En cuanto a
reparaciones o adquisición de equipos es la Dirección General de Administración
del Órgano Desconcentrado”, precisó Oseguera. Casi un año atrás, la ex
coordinadora de penales había hecho un diagnóstico sobre el mal estado de El
Altiplano y la “fragilidad” institucional que se vivía, que entregó al director
de esa área administrativa, Paulo Uribe, que había trabajado en el gobierno de
Hidalgo bajo las órdenes del gobernador Miguel Ángel Osorio Chong.
¿Se enteró de las fallas que presentaba el sistema de
seguridad instalado en el interior de El Altiplano?, le preguntó el ministerio
público a Uribe el 19 de julio. “No”, respondió. ¿Existía alguna bitácora de
fallas?, exploraron. “No conozco que exista una bitácora de fallas de ese
sistema”, dijo. ¿Sabía qué sistemas de seguridad tenía El Altiplano? “Conozco
algunos”, contestó. ¿Quién estaba encargado de atender los sistemas de
seguridad y alarmas del penal? “El CEFERESO y el Centro de Control del mismo”,
deslindó. El ministerio público federal le hizo 49 preguntas, y en ninguna lo confrontó
con los oficios que recibió de los ex funcionarios penales ni sobre sus
afirmaciones que él tenía conocimiento de las fallas. Tampoco mencionó en
ningún momento al CISEN, que dirige otro cercano a Osorio Chong desde Hidalgo,
Eugenio Imaz. Uribe se encuentra libre.
El CISEN tenía bajo su cargo especial la vigilancia de
Guzmán. La División de Inteligencia de la Policía Federal, a cargo de Ramón
Pequeño, la seguridad general del penal. Por esa razón, de acuerdo con el parte
informativo de Lorena García, la ex directora jurídica de El Altiplano, a las
nueve de la noche con 35 minutos, cuando hablaba con Cárdenas para darle un
reporte de novedades, entró a su oficina Vicente Flores Hernández, Enlace
Operativo de la Policía Federal, quien le informó que su personal ya no
observaba en los monitores a “R-5”, como identificaban a Guzmán.
¿En algún momento se propuso la reubicación de El Chapo
Guzmán?, le preguntó el ministerio público federal al ex comisionado de los
CEFERESOS, Juan Ignacio Hernández Mora. “(Sí) Esta nota informativa la realizó
Celina Oseguera y yo la repliqué el mismo día al comisionado nacional de
Seguridad (Monte Alejandro Rubido) y me solicitaron que pidiéramos opinión a la
División de Inteligencia de la Policía Federal y el que sugiere no moverlo es
David Fernando Rodríguez”. previamente, Cárdenas ya le había solicitado el
cambio a Rodríguez, quien era el director adjunto de Inteligencia de la Policía
Federal en los CEFERESOS. “De manera verbal le dio contestación a que no era
factible el cambio”, precisó Hernández Mora.
Para ellos, El Chapo Guzmán “(vulneraba) la seguridad”
del penal, pero Rodríguez los ignoró. Hernández Mora se encuentra libre, pero a
Oseguera y Cárdenas la PGR quiere que los sentencien por la evasión y acotar
dentro de los penales a los responsables de la fuga. La SEIDO, a través de las
filtraciones a la prensa, está apuntalando esa línea de conducción. El caso,
como está, se va a caer en unos años. Pero no importa. La ignominia, con los
años de distancia, se vuelve una mera anécdota.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
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