Fuente.-Rohde Schwarz |
El despliegue naval en la sierra de Durango, en los límites con Sinaloa, confirma los datos de inteligencia compartidos por los Estados Unidos con la Armada de México desde hace un par de meses: Joaquín Guzmán Loera no ha salido del país; por el contrario, logró llegar a su tierra y se oculta periódicamente en la zona serrana del triángulo dorado.
Fuente.-Rohde Schwarz |
La Marina confirmó a Estado Mayor MX que el líder del cártel de Sinaloa está en la zona de operaciones, en los límites con Durango, y que se mueve con la mayor discreción, en avances nocturnos y con poca gente, principalmente entre Durango y Sinaloa y con apoyos desde Chihuahua.
En el esquema de seguimiento y operaciones para estrechar el cerco en torno a Guzmán Loera, la Marina y el Ejército Mexicano utilizan tecnología de localización e intercepción de radiocomunicaciones, mientras que la Fuerza Aérea emplea sus aeronaves no tripuladas Hermes 450 y la Armada mantiene una flota de aparatos no tripulados y de fabricación propia con los que sobrevuela las rancherías en las que se ocultan el Chapo y Zambada.
Las incursiones de la Marina en los poblados de Tamazula obligaron a los equipos de seguridad de los jefes del cártel a suspender toda comunicación electrónica y a desplazarse en silencio hacia otros puntos de Durango.
Se estrecha el círculo
El trabajo de inteligencia generado tras la fuga del Chapo Guzmán del penal de alta seguridad del Altiplano, el pasado 11 de julio de este año, ubicó no solo al jefe del cartel de Sinaloa, sino que además identificó los movimientos del segundo hombre en importancia en esa organización, Ismael “El Mayo” Zambada.
La incursión de tres células de la Unidad de Operaciones Especiales (UNOPES) -27 Batallón de Infantería de la Armada de México- en poblados de Tamazula, Durango, hace unos días era para detener al Mayo Zambada, quien de acuerdo con los datos recabados por la Marina y por agentes norteamericanos de la DEA y el FBI, se movía entre dos puntos para encontrarse con enlaces de Guzmán Loera.
De acuerdo con fuentes de seguridad a nivel federal, la Marina interceptó conversaciones telefónicas y de mensajería instantánea entre personas que han servido como enlaces y avanzada de los jefes del cartel de Sinaloa.
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Los datos obtenidos mediante equipos de alta sensibilidad PR-100 comprados recientemente por la Marina, revelaron rastros de varias conversaciones en clave sostenidas en la región de Tamazula. El seguimiento de esas conversaciones llevó a los grupos de inteligencia naval a desplegar operaciones apoyadas con equipos satelitales y con sistemas aéreos no tripulados a los que se sumaron aparatos de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM).
El sistema PR-100 es fabricado por la firma Rohde & Schwarz y es, según l firma comercial, el único receptor portátil desarrollado específicamente para cumplir con los requerimientos internacionales de radiomonitorización móvil”.
Este sistema puede localizar, guardar y ubicar señales de radiocomunicación que hayan dejado de emitirse en cualquier frecuencia.
La velocidad de barrido, localización e identificación de señales del PR-100 es de 2.0 GHz por segundo, lo que “permite a las autoridades reguladoras, a la industria o a las fuerzas armadas capturar incluso señales débiles de muy corta duración, señala el documento PDF en el que la empresa promociona este producto.
La Marina utiliza tres aparatos PR-100 en la zona de Tamazula y tiene desplegado otro sistema en Culiacán, en Mazatlán y en Durango.
Con todo
Lo estamos buscando y lo estamos cercando (al Chapo) utilizando todos los recursos operativos y de inteligencia con los que contamos, dijeron a Estado Mayor mandos navales.
El trabajo se hace de manera conjunta y coordinada con las instancias de inteligencia del Ejército, Policía Federal y la PGR para lograr su captura a la brevedad, añadieron.
A partir de las incursiones de la Marina en los poblados de El Verano, Palo Verde y Guadalupe Los Reyes, la FAM intensificó sus operaciones aéreas para detectar vuelos rasantes y la incursión de aeronaves sospechosas hacia la zona en la que se tiene detectada la presencia de Guzmán Loera.
Las operaciones de observación son apoyadas también por aviones TC-6 Texan de la Marina y de la FAM, que sobre vuelan la zona antes de que las flotillas de helicópteros navales aparezcan y desplieguen a los elementos de Fuerzas Especiales enviados desde la Ciudad de México.
Además del sistema PR-100, la Marina mantiene un esquema de “escucha silenciosa” que en el pasado le funcionó para detectar cargamentos con droga en buques anclados en puertos sinaloenses.
Pero las incursiones de las fuerzas especiales de la Marina no dieron los resultados esperados y en cambio se tradujeron en protestas y éxodo de habitantes de los poblados señalados, quienes aseguraron a varios medios de Sinaloa y Durango que los marinos dispararon desde el aire, desde dos helicópteros, hacia sus casas y que en algunos casos catearon de manera ilegal sus hogares.
Diputados locales y diversas organizaciones civiles acusaron a la Marina de cometer abusos e incuso de aterrorizar a los habitantes con sus sobrevuelos, con sus rafagueos y sus incursiones armadas.
La Marina negó en principio que hubiera operativos en la zona de Tamazula y mucho menos que su personal hubiera cateado casas y aterrorizado a los habitantes.
Sin embargo, conforme en las redes sociales se fueron conociendo algunos detalles de lo ocurrido en Tamazula, la dependencia se vio obligada a aceptar que sí tiene personal operando en la zona pero aclaró que no ha hecho disparos o cateado domicilios.
Las notas periodísticas generadas en Tamazula indican que más de cien habitantes de El Verano, Palo verde y Guadalupe Los Reyes se vieron obligados a abandonar sus casas por temor a nuevas incursiones de infantes de Marina y sobre todo a nuevos ataques desde el aire.
Varios medios de comunicación mencionaron el dato de los disparos hechos por la Marina desde sus helicópteros. En las notas se recabaron testimonios de los habitantes de El Verano asegurando que habían sido rafagueados desde el aire, pero los testimonios no iban acompañados de fotos o videos de los techos o patios de las casas con señales de haber recibido tiros. Tampoco se mostraron casquillos o videos de los ataques o de las aeronaves disparando desde el aire.
Esta situación hizo que los habitantes de estos poblados salieran con sus pertenencias hacia el municipio de Cosalá, en Sinaloa, buscando protección de las autoridades estatales.
La ola de rumores que culminó con la aceptación por parte de la Marina de que hay un operativo en marcha para capturar en la región de Tamazula a Joaquín Guzmán Loera, comenzó cuando el secretario de ese ayuntamiento dijo a varios medios locales que el pasado lunes se había registrado un fuerte enfrentamiento en el poblado de El Verano y que en las acciones un helicóptero de la Marina había sido derribado.
El funcionario dijo además –sin haber estado presente en el poblado– que los marinos entraron por la fuerza a varias casas en busca de una persona a la que no identificaron. Algunas notas señalaban, con fotos de por medio, la existencia de retenes carreteros controlados por personal naval con el que no tuvieron problemas para salir de la zona problemática.
La Marina emitió un comunicado en el que señalaba que “como parte de su misión, esta institución tiene entre sus funciones coadyuvar en la seguridad interior del país; en los términos que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las leyes que de ella derivan, y los tratados internacionales, por ello actualmente mantiene presencia, entre otros, en el municipio de Tamazula, Durango, donde realiza recorridos de disuasión en estricto apego a la legislación vigente y en absoluto respeto a los Derechos Humanos de las Personas”.
Y agregaba: “Se desmiente categóricamente que los elementos de la Secretaria-Armada de México violenten sistemáticamente los Derechos Humanos de los habitantes de citados municipios; así mismo se puntualiza que personal naval no ha realizado disparos en contra de domicilios de la población civil ni se ha sufrido ataque alguno a unidades aéreas de esta dependencia”.
En corto, a opinadores y directores de medios nacionales, los mandos de la Marina les decían que todo era una campaña mediática para pegarle a la Armada debido a la fuerte presencia naval en Sinaloa y Durango en busca del Chapo.
Los señalamientos y ataques de varias organizaciones civiles en Sinaloa y las versiones de algunos diarios digitales e impresos, en realidad provenían de gente del cartel de Sinaloa que estaba detrás de esas versiones, añadían los enlaces de la Marina.
Cinco días después de las primeras versiones sobre los supuestos ataques de helicópteros de la Marina a poblados de Tamazula el periódico El Universal publicaba una nota en la que aseguraba que Érika Guadalupe Coronel Aispuro, esposa del actual alcalde de Tamazula, Durango, Ricardo Ochoa Beltrán, es hermana de Emma Coronel, esposa del Chapo Guzmán.
El alcalde y su esposa negaron tener algún parentesco con Guzmán Loera y su esposa y rechazaron la versión del diario en el sentido de que desde su llegada a la alcaldía se incrementaran las denuncias civiles en contra del personal de la Marina por abusos y violaciones a los derechos humanos.
Fuente.-
Jorge Medellín
@JorgeMedellin95
Estado Mayor MX
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