Desde julio pasado, la 20 Zona Militar tiene detectada la presencia de tres cárteles de la delincuencia organizada que luchan por el control del puerto de Manzanillo, punto estratégico para la entrada y salida de mercancías legales e ilegales al país.
El comandante de esta zona militar, Francisco Ortiz Valdez, ha reconocido que son Los Caballeros Templarios, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) los responsables de la violencia en el puerto.
El gobernador Mario Anguiano reveló que la información de inteligencia con la que cuentan autoridades estatales indica que el Cártel de Sinaloa ha comenzado una pelea contra el CJNG que, según un informe publicado el mes pasado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), incrementó su presencia en el país, extendiéndose principalmente por Michoacán y Colima.
Las declaraciones de Anguiano apuntaban a cierto contubernio de las anteriores autoridades municipales con alguno de los cárteles, pues según él la estrategia de seguridad en Manzanillo es la misma que en Colima y Villa de Álvarez, donde —dice— los resultados han sido más positivos.
“Algo ha pasado en Manzanillo que no ha sido un aspecto normal, tenemos fe de que al cambio de la presidenta municipal haya cambio en las corporaciones policíacas y la eficiencia se pueda mejorar”, indicó.
Un dato revela la importancia estratégica del puerto de Manzanillo para el tráfico de mercancías: entre 2005 y 2014 se realizaron 2 mil 778 decomisos de cargamentos ilegales, entre drogas, dinero, madera o minerales.
En abril y octubre pasados, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que elementos de la Secretaría de Marina y el Servicio de Administración Tributaria lograron sendos decomisos de cocaína procedentes de Colombia y Perú; en el primer caso se incautaron 101 kilos y en el segundo fueron 168 kilos.
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