Elementos de la Policía Federal (PF) se negaron a ayudar a integrantes del equipo de futbol Los Avispones de Chilpancingo tras ser agredidos a balazos la noche del 26 de septiembre del año pasado, según testimonios recopilados por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Mexico,D.F 11/Sep/2015 De acuerdo con víctimas de esa agresión, después de haber sido atacados por hombres armados en la carretera Iguala-Chilpancingo, a la altura del crucero de Santa Teresa, llegaron elementos de la PF en al menos dos patrullas.
A pesar de que había personas heridas de gravedad, los agentes se negaron a trasladarlos a centros de atención. Las ambulancias llegaron dos horas después del ataque y al menos dos lesionados terminaron siendo trasladados por sus propios familiares en autos particulares.
"Según personal del equipo, la actitud del agente de Policía Federal fue displicente con los sobrevivientes", dice el Informe Ayotzinapa presentado el domingo pasado.
El informe recaba el testimonio de uno de los deportistas identificado con las iniciales FS que esa noche habría sostenido un diálogo con policías en estos términos:
"Primero, (llegaron) dos patrullas de federales, pero no querían ayudar. Un federal sacó su celular y preguntó: '¿Cuántos heridos hay? ¿Cuántos muertos?'. Le respondieron: 'Lo que queremos es ayuda, no que nos entrevisten'", relató un miembro del equipo identificado en el documento con las iniciales FS.
El informe revela este diálogo entre FS y un policía:
-Espérense, ahorita va a venir una ambulancia -señaló el agente.
-Préstanos la patrulla, lo que urge es llevarlos al hospital. Los vamos a subir a la patrulla -respondió FS.
-Atrévete a subirlo, atrévete.
-Uno de los chavos viene bien herido, ni modo que lo dejemos así, hay que llevarlo al hospital.
-No, a mi carro no lo suban. Ya viene la ambulancia".
En esa ocasión, hombres encapuchados dispararon al menos tres ráfagas de metralla contra el autobús de los futbolistas que iban a Chilpancingo tras haberle ganado 2 a 0 al equipo local de Iguala.
"Yo lo estaba agarrando de las piernas y de la pompa, y el otro de los brazos. Lo tuvimos que bajar en el piso, a un lado de la patrulla. Pasó una media hora en que no pasó ni un solo carro", señala el testimonio recabado en el informe.
"El primer carro que vino llevó a tres heridos. Fueron al Batallón, pero no los querían atender. Me acuerdo que la señora llegó, la mamá, y le dio pánico, quiso llorar, gritar. Le dijo si lo iban a llevar y la patrulla dijo que no, que ya venían las ambulancias. Se tardaron un momento y después dijeron: 'Bueno, entonces aquí se va a quedar mi hijo a morir. Aquí se va a morir'.
"Se portaron mal. No tuvieron ni siquiera la atención de dirigirse con una manera amable. Sino todo lo contrario. Como si nosotros hubiéramos tenido la culpa. Como si nosotros fuéramos los delincuentes", dijo otro agredido.
Los padres de los futbolistas mandaron un escrito al Presidente de la República, en el que señalaron que los elementos de la PF no acudieron a ayudar a los heridos, como dijeron los mandos de la corporación en una entrevista con Loret de Mola.
"Están diciendo mentiras, que no era cierto, no llegaron a ayudar".
Finalmente llegaron más ambulancias a las 1:38 horas, es decir, cerca de dos horas después del ataque, que trasladaron a los heridos al hospital, donde el chofer del autobús murió.
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