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viernes, 4 de septiembre de 2015

En el ABORTO "DIOS PERDONA" pero MEXICO "NO"....es la "mojigatería" legal.


Las declaraciones sobre el aborto del Papa Francisco cimbraron a un país, cuyas leyes y sacerdotes se han resistido a reconocer esta práctica.

El Papa Francisco concedió que durante el Jubileo de la Misericordia, los sacerdotes absuelvan el pecado de aborto a quienes estén arrepentidas de corazón. Sin embargo, las leyes del representante de Dios no coinciden con las leyes de los hombres, pues en México solo en el DF la práctica del aborto es legal sin ninguna otra justificación que la decisión de la embarazada.
Una vez más, las declaraciones de Francisco cimbran al mundo y a la propia Iglesia. Su opinión sobre temas que se consideran tabú –como la homosexualidad, el divorcio y el aborto– aunque mediática, no remueve los cimientos de una institución que se mantiene firme en sus ideologías.
En su más reciente carta enviada al presidente del Pontificio Consejo, Francisco asegura que una mentalidad muy difusa ha hecho perder la debida sensibilidad personal y social hacia la acogida de una nueva vida.
“Pienso en las mujeres que han tenido que recurrir al aborto. Conozco bien los condicionantes que han tenido que afrontar”, continúa, “y sé que es un drama existencial y moral”.
La oferta papal flexibiliza el perdón de una acción considerada pecado grave por la Iglesia católica y que conlleva excomunión.
Sin embargo, esto no cambia en nada la posición de la institución y para algunos detractores solo servirá para aliviar a algunas católicas e incitará a quienes no piensan en el aborto ni con drama ni con culpa.
Las leyes a favor del aborto en México son un tema polémico. Cada estado tiene sus propias legislaciones y parámetros para permitir o no a una mujer interrumpir su embarazo.
Solo en la Ciudad de México el aborto es legal prácticamente sin ninguna restricción. 
En las demás entidades, no es penalizado solo bajo ciertas condiciones específicas. Por ejemplo si el embarazo es producto de una violación sexual, si la vida de la embarazada corre peligro, si es un aborto imprudencial o en casos de graves alteraciones genéticas o congénitas del feto.
“El acceso al aborto depende del lugar de residencia de la mujer y de su estatus socioeconómico, lo cual hace que el acceso al aborto en México sea un tema de justicia social y de discriminación de género”, señala un informe de 2013 del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
Por eso las declaraciones del pontífice tuvieron eco en el país. Y es que el tema del aborto y su legislación es un tópico que levanta polvareda.
Un estudio de 2010 publicado en Health Policy and Planning reveló que las mujeres pobres, menos educadas e indígenas en el país son nueve veces más propensas a tener un aborto inseguro que su contraparte con más recursos económicos y educación.
La asociación civil que defiende los derechos reproductivos de las mujeres detalla que quienes cuentan con recursos económicos e información pueden acudir al DF o viajar fuera del país para realizarse un aborto, en cambio las mujeres en situación de marginación no tienen esta opción.
Aun así, México rebasa el promedio mundial de abortos en mujeres de entre 15 y 24 años, con 33 interrupciones por cada mil embarazos, según informó el pasado mes de marzo el Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia (Comego).
Despenalizar o no
La interrupción legal del embarazo (ILE) en la capital del país es una realidad desde el 24 de abril de 2007, cuando la Asamblea Legislativa del DF aprobó la ley que despenaliza el aborto hasta la semana 12 de gestación.
Para la antropóloga Marta Lamas, esa determinación legal representa un paso más en el esfuerzo por disminuir la mortalidad materna provocada por las interrupciones de embarazos de manera insegura y es imprescindible para contrarrestar la injusticia social que implica esta práctica.
De acuerdo a un artículo publicado en 2009 en la revista Nueva Sociedad, Lamas señala que el marco jurídico del DF es una referencia para seguir avanzando en el reconocimiento del aborto como un derecho reproductivo en el resto de los estados.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citado por el GIRE también revela que la ilegalidad y la criminalización del aborto solo impactan en la inseguridad de los procedimientos y la libertad de las mujeres, pero no en su incidencia.
La OMS define el aborto inseguro como “el procedimiento para interrumpir el embarazo que es realizado por personas que carecen de la experiencia y conocimientos necesarios o en un entorno que carece de los estándares médicos necesarios o ambas cosas”.
Según datos de la Secretaría de Salud federal, en 2010 el aborto representó 11 por ciento de las muertes maternas, que pudieron haberse evitado mediante un aborto legal y seguro. Y solo en el año 2009, cerca de 160 mil mujeres acudieron al hospital por complicaciones de abortos inseguros.
“La falta de acceso al aborto legal y seguro es una violación a los derechos reproductivos de las mujeres y tiene un impacto negativo en el ejercicio de sus derechos humanos, sus oportunidades de vida y su futuro”, indicó un informe del GIRE.
La condena mexicana
Sandra tomó la decisión de interrumpir su embarazo de dos meses, pero lo hizo de la manera que lo hacen las jóvenes en este país: a la clandestina.
A sus 21 años no contaba con mucho dinero, y acudió a una pequeña clínica cercana a su casa, desconociendo por completo la calidad de sus servicios. Era lo de menos.
En una pastilla color blanco, le dieron la solución que buscaba y la mandaron a reposar a su casa.
El médico que la atendió le advirtió que tendría que aguantar fuertes cólicos, pero nunca la previno de la hemorragia que presentó y la llevó a dar al Hospital Metropolitano de Monterrey.
Por fortuna, el personal del nosocomio no hizo cuestionamientos. Se concentraron en lo importante, que era detener la hemorragia y salvar la vida de Sandra.
“Las regulaciones en materia de aborto en México, en general, son restrictivas, y varían de entidad a entidad. Esto provoca una situación de discriminación jurídica, ya que las mujeres tienen más o menos derecho a interrumpir un embarazo dependiendo de su lugar de residencia. Pero incluso cuando existen causales legales de aborto, las mujeres continúan enfrentando regulaciones restrictivas, obstáculos y criminalización al interrumpir el embarazo”, indicó el informe “Niñas y Mujeres sin Justicia. Derechos Reproductivos en México”.




En México, los estados que más presentan denuncias por abortos son el Distrito Federal, Baja California, Veracruz, Quintana Roo y Guanajuato.
“Es increíble que en el Distrito Federal haya denuncias. Tiene la mejor legislación de aborto, donde no se penaliza hasta las 12 semanas, pero la Procuraduría sigue buscando a mujeres y persiguiéndolas por aborto”, puntualizó Tamés.
El Papa de los discursos
Desde que fue designado “representante de Dios en la tierra”, el Papa Francisco ha hecho levantar las cejas de católicos y no católicos con sus posturas sobre temas considerados tabú dentro de la Iglesia.
El primer latinoamericano en ejercer como líder de los católicos ha hablado sin tapujos de homosexualidad, divorcio, sexo, pederastia y más recientemente, del aborto.
Sus posturas liberales lo han puesto incluso en la portada de la revista Time, en cuyo reportaje se señaló que las declaraciones y las acciones del Papa Francisco tienen el potencial de molestar lo mismo a liberales que a conservadores, por lo que ha sido comparado lo mismo con Martin Luther King que con Carlos Marx.
Apenas hace unos días, el sumo pontífice declaró que durante el Jubileo de la Misericordia, los sacerdotes tendrán la facultad de absolver del pecado del aborto a las mujeres que hayan practicado en ese tiempo.
Pero en abril del año pasado, Francisco fue duro en su postura contra el aborto. Durante su discurso a 470 miembros del Movimiento por la Vida Italiano, Francisco reiteró que el derecho a la vida no está subordinado a ninguna ideología y exhortó a proteger a los niños –nacidos y no nacidos-, y a los ancianos de la cultura del descarte, que es una consecuencia del divorcio entre economía y moral.
“Es necesario reiterar la oposición más firme a cualquier atentado directo a la vida, especialmente inocente e indefensa, y el nonato en el seno materno es el inocente por antonomasia. Recordemos las palabras del Concilio Vaticano II: ‘La vida desde su concepción ha de ser salvaguardada con el máximo cuidado; el aborto y el infanticidio son crímenes abominables’’’, expresó.
La semana pasada Francisco dijo que siente empatía hacia “todas las mujeres que han recurrido al aborto”, ya que conoce “los condicionamientos que las condujeron a esa decisión. Sé que es un drama existencial y moral (…) He encontrado a muchas mujeres que llevaban en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa”.
Sin embargo, ni su empatía ni su conocimiento del drama que viven las mujeres que abortan quitarán del Código el aborto como pecado mortal.
Fuente.-

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